Se avecina una temporada caliente de juntas de accionistas. Las grandes cotizadas españolas rinden cuentas a sus principales propietarios durante este marzo y el siguiente mes de abril. Y los grandes tenedores de títulos institucionales, principalmente fondos de inversión y grandes gestoras, se apoyan en los proxy advisors para inclinar el sentido de sus votaciones. Los asesores de voto ya han empezado a distribuir sus guías para este 2022, en las que destacan los planes climáticos como uno de los puntos principales a abordar en estas sesiones.
Así lo ha hecho recientemente el proxy español Corporance, integrado en una alianza europea de la que también forman parte los asesores de voto de Suiza (Ethos), Italia (Frontis Governance), Alemania y Austria (DSW). En sus nuevos guidelines, Proxinvest, como así se conoce esta alianza, avanza que recomendará que los accionistas voten a favor de las políticas medioambientales Say on climate de las compañías, siempre y cuando propongan "planes transparentes estándares reconocidos por los inversores".
Esta claridad debe observarse en varios aspectos. Uno de ellos es cómo de ambicioso es el plan respecto a los compromisos de neutralidad de carbono para el año 2050. También es muy importante saber cuánto se acercan los trabajos logrados a las metas fijadas por la ciencia, concretamente por el grupo de trabajo sobre divulgación de información financiera relacionada con el clima (TCFD), y a los consensos políticos de la cumbre mundial que dio lugar al Acuerdo de París.
Corporance ya ha examinado el plan climático de una de las grandes Ibex españolas, Aena, pionera en abordar el impacto climático de su actividad económica como gestor de los aeropuertos del país. Para este 2022, primer año en el que se evalúa cuál ha sido el resultado de aplicar su plan verde a diez años, el proxy español ha recomendado el sí para Aena porque observa un "esfuerzo significativo" de la compañía a la hora de detallar los avances.
El gestor aeroportuario no es la única Ibex que lleva su plan climático a la junta de accionistas. Ferrovial incluye en su décimo punto del día la votación consultiva del Informe de Estrategia Climática de la Sociedad del año 2021. La constructora española, al igual que Aena, tiene entre sus accionistas al magnate Chris Hohn, propietario del fondo TCI y uno de los inversores más activistas en cuestiones climáticas que hay en el mundo.
No es el único accionista de cotizadas españolas que tiene entre sus prioridades que sus participadas sean cada vez más verdes. Blackrock, la gestora de activos más grande del mundo y cuya participación en firmas del Ibex se cuenta por miles de millones de euros, ya ha lanzado un aviso a navegantes al afirmar que votará en contra de cualquier plan climático que no sea transparente.
De hecho, ya son varias empresas las que se han topado con la negativa de los proxys. La propia Aena el pasado año recibió una recomendación negativa, al igual que también le sucedió a otras cotizadas extranjeras, como BHP. La compañía minera no convenció el pasado año a Corporance ni tampoco a ISS, otro gran proxy que también ha enfatizado en la necesidad de las compañías en implicarse en planes de sostenibilidad.
Del 'say on climate' al 'say on pay'
Al margen de las cuestiones climáticas, los grandes asesores de voto siguen enfatizando en otras cuestiones para mejorar el gobierno corporativo. Las remuneraciones al equipo directivo siguen siendo un punto caliente en las juntas de accionistas, al igual que la selección de los consejeros y el equilibrio entre independientes y dominicales.
Basta con observar el último informe del proxy solicitor Georgeson en colaboración con el bufete Cuatrecasas. Este trabajo, que analiza la maratón de juntas de 2021 entre las grandes cotizadas españolas, desvela que los accionistas de las grandes cotizadas españolas son cada vez más reacios a la política retributiva de los altos directivos.
En cifras, Georgeson detectó que más de la mitad de las propuestas relativas a políticas retributivas superó el umbral de votos negativos que se consideran significativos (10%). Este porcentaje sería mayor al anotado por el resto de empresas pertenecientos a otros grandes índices europeos, como el DAX alemán o el CAC 40 francés. Solo el británico FTSE 100 tendría cifras similares a las de Ibex.
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