Proyecto 'Deep Blue': así era el operativo policial que Villarejo propuso al BBVA

El BBVA entregó la semana pasada al juez del caso Villarejo la parte del forensic realizado por PwC y dirigido por el bufete Garrigues con todas las evidencias encontradas sobre las implicaciones del exdirector de Riesgos de la entidad, Antonio Béjar, con las empresas del comisario encarcelado, con el objetivo de demostrar que conocía de primera mano la relación el banco con Cenyt, se llegó a reunir con el socio del política para negociar cambios en los contratos y ordenó muchos de los pagos a realizar.

Esa parte del documento relativa a Béjar, bajo la denominación de 'Proyecto Teca / Deep Blue', revela cómo Cenyt ponía a diposición del banco equipos de vigilancia y control, coches, motos, dispositivos de "captación de audio en ambientes hostiles" y un largo etcétera de medios para hacer sus investigaciones sobre empresarios inmobiliarios con deudas con la entidad, como Fernando Martín (Martinsa), Luis Portillo (Colonial) y los responsables de Prasa, o para analizar empresas titulares de varias fincas en El Escorial y en Mallorca en las que el banco o su expresidente, Francisco González, estaban interesados.

Esa parte del forensic recién aportada al sumario y a la que ha tenido acceso La Información, incluye la reproducción de varias notas manuscritas de Béjar con "el ruego" de que se proceda a pagar las facturas de Cenyt, junto a cientos de correos electrónicos y documentos manejados entre el exdirectivo y el socio del comisario, Rafael Redondo, y otros asesores externos que llegaron a reunirse en alguna ocasión en nombre del banco con los dirigentes de la empresa de Villarejo.

Tal y como se mencionó en uno de los interrogatorios de Béjar en la Audiencia, el forensic incluye la propuesta de servicios de Cenyt al banco para investigar a esos empresarios deudores, en la que se contempla como parte del "trabajo de campo" el "hostigamiento y en la medida de lo posible boicot, de las actividades de dichos sujetos con el fin de que la conducta contra K (nombre en clave del cliente) se vea alterada y con ello comience el proceso de cometer errores estructurales". Junto a ello se añade que "parte de los medios del Proyecto se emplearían en propiciar una 'dinámica disruptiva' de hostigamiento sostenido, que provoque a MUN (nombre en clave de los investigados) y su entorno, una inseguridad permanente que hasta el día de hoy no tiene".

El propio Béjar en su interrogatorio llega a mencionar esta oferta, si bien advierte que, en principio, fue rechazada de plano por parte de los responsables jurídicos del banco, por ir en contra de sus principios y normas básicas de actuación. Eso no obsta para que, finalmente, se contratara a Cenyt, por medio del responsable de seguridad, Julio Corrochano, y bajo el supuesto consentimiento del propio Francisco González, según apuntan los datos conocidos del sumario.

Si bien la finalidad del encargo y la propuesta que hacía a Cenyt era descubrir inmuebles o fondos ocultos de dinero negro los empresarios inmobiliarios morosos con el banco, la metodología que desde la empresa del comisario se propone sobre la "potencial investigación" responde a métodos seudopoliciales. Se incluyen además las ofertas económicas y, según advierte el documento, "es destacable la lista de servicios y medios humanos y técnicos ofrecidos para la investigación, cuya ejecución podría ser potencialmente irregular".

Tanto en el caso de Martín como en el de Portillo (proyectos 'Fish' y 'Gate') se propone el uso de hasta "ocho equipos de personal especializado actuando con arreglo a un diseño de operaciones", entre los que se encuentran grupos de "infiltración", vigilancia y control directo, asesores externos, analistas de información y hasta "colaboradores oriundos en los países donde se investiga". A modo de operativo policial, se propone que cada uno de los equipos funcione sin conexión entre sí, de forma que la identidad del cliente (K) y de los objetivos (MUN) solo la conozcan dos personas del 'staff' directivo de Cenyt. 

En lo que respecta a los medios técnicos, la parte del forensic relativa a Béjar expone como en la propuesta que le hace Cenyt pone a su disposicón tres bases estáticas y un externa de apoyo de emergencia; ocho coches y cinco motos para vigilancia y transporte; tres vehículos base para comunicaciones; software y hardware para para acceder a determinados bancos de datos, equipos para audio convencionales y "en ambientes hostiles"; equipos de vídeo y hasta "infraestructura para detectar falsificaciones y para el descubrimiento de tintados y otros elementos correctores utilizados en reproducción de documentos". 

El análisis forense relacionado con Béjar y realizado por PwC menciona también algunos de los "entregables" realizados por Cenyt que detallan bienes inmuebles, sociedades y otros activos pertenecientes a Luis Portillo, Fernando Martín y su entorno. De entre ellos, el documento destacan el informe denominado 'Summer-Avance I –15.3.10', en el que en el apartado sobre la implicación judicial de lo encontrado se indica que "al objeto de disponer de soporte jurídico adecuado, se ha relacionado a cada objetivo con investigaciones activas. A FM (Martín) en Gürtel y a LP (Portillo) en Malaya, no obstante es fundamental tener activadas acciones judiciales que permitan trabar activos al ser detectados".

El documento reúne todas las evidencias encontradas en los cientos de soportes digitales de todo tipo analizados en unas "conclusiones preliminares" con las que pretende demostrar que Béjar manejaba la relación con Cenyt, al menos, en los casos analizados, hasta el punto de pactar informes, revisar contratos y ordenar pagos. Los dos responsables de PwC  incluyen en su trabajo las explicaciones metodológicas con las que realizaron el trabajo, en el mes de agosto del año pasado, y el listado con los nombres de todos los directivos implicados en la investigación y la marca y los modelos de todos los dispositivos tecnológicos que se han analizado.