Aunque el sector servicios ha estado más expuesto a la crisis del coronavirus por las restricciones a la movilidad, la industria no ha sido inmune a la pandemia. Los rescates que el Gobierno está analizando a través del fondo de 1.000 millones de Cofides, destinados a empresas que han sufrido la crisis sanitaria, lo evidencian. Dos de las últimas incorporaciones a analizar por parte de esta entidad dependiente de Industria corresponde a grandes proveedores de gigantes de la automoción y la aeronáutica, como ITP, PSA y Airbus. Ambas solicitudes suman aproximadamente 21 millones de euros, entre préstamos ordinarios y participativos.
Uno de ellos es el grupo catalán MMM, especializado en sistemas tubulares en el sector de la automoción. Con clientes como Audi, Citroen o Nissan, la compañía con sede en Molins de Rei (Barcelona) ha solicitado 12 millones de euros a Cofides, de acuerdo a las fuentes consultadas por La Información. La compañía, que el pasado mes de mayo abordó en su junta de accionistas el debate y la aprobación de nueva financiación y refinanciación de deudas, solicita ayuda tras ver cómo sus objetivos para 2020 no se cumplieron.
En su última memoria anual depositada ante el Registro Mercantil, correspondiente al 2019, los administradores reiteraron su intención de aumentar las ventas y el beneficio durante el año de la pandemia."Esperamos que los mercados sigan acogiendo satisfactoriamente nuestros productos, competitivos en precio y calidad en una época complicada para las empresas", explicaron. En dicho ejercicio, la compañía facturó 41 millones de euros.
La otra solicitud de rescate corre a cargo de la firma vasca Egile, cuya petición es de 8,6 millones de euros. La compañía, cuyo volumen de negocio es de aproximadamente 28 millones de euros, es socio estratégico de compañías aeronáuticas como Airbus e ITP. La primera es uno de los grandes fabricantes de aviones en Europa y está participada por el propio Estado, así como otras sociedades mercantiles estatales de los gobiernos de Francia y Alemania. ITP, por su parte, es uno de los fabricantes de motores líderes en el mundo. Su propietario actual es el fondo de capital riesgo Bain Capital, que ha desembolsado por la compañía 1.700 millones de euros.
La automoción y la aeronáutica son dos sectores a los que el Gobierno no quiere perder de vista. Tras la parálisis de pedidos por crisis del coronavirus, el Ejecutivo prepara distintas baterías de medidas para reforzar a las empresas de ambas industrias en el país. Para cada uno ha desarrollado un PERTE con cargo al Pan de Recuperación y Resiliencia de la Comisión Europea. El de la automoción, ya aprobado, persigue el desarrollo del vehículo eléctrico y estará dotado con 4.250 millones de euros; el de la aeronáutica financiará actividades de I+D+I, aunque todavía está en estudio.
Diez expedientes
Con las dos nuevas solicitudes de MMM y Egile, que ya han pasado el primer corte de Cofides tras el análisis crediticio de la agencia de rating Inbonis, el organismo de Industria suma ya una decena de expedientes bajo análisis. Los primeros casos en llegar fueron el de los gimnasios Be One y el de la compañía de artículos de porcelana Lladró. Posteriormente se unieron grupos de restauración como el dueño de Tonny Roma's y el Grupo Tragaluz, propietario de locales de moda y alta cocina como Luzi Bombón y Bar Tomate. Todas las peticiones superan ya en conjunto los 100 millones de euros.
Las peticiones llegan cuatro meses después del lanzamiento del fondo de Industria, dotado con 1.000 millones de euros y con la previsión de ayudar a un centenar de empresas. El resultado final, sin embargo, puede variar enormemente, habida cuenta que el propio presidente de la entidad, José Luis Curbelo, afirmó que ya en verano había recibido 200 muestras de interés no vinculantes para acogerse a este tipo de ayuda. Con todo, el calendario lleva algo de retraso, ya que Curbelo afirmó que deseaba tener desbloqueadas las primeras ayudas en septiembre.
Los rescates de Cofides se están llevando a cabo de manera paralela a los de la SEPI, con la diferencia de que para el primer caso los requisitos para acogerse no son tan exigentes. Basta con tener un nivel de ventas en la cota de los 25 millones de euros. Eso sí, en cualquier caso se debe acreditar que las medidas para frenar la expansión del virus se tradujeron en una merma del volumen de negocio de, al menos, el 20% respecto al ejercicio de 2019. Cofides y SEPI también coinciden prácticamente en la composición de su pool de asesores expertos, compuesto por grandes consultoras y bufetes legales especializados en procesos de reestructuración.
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