PwC vigilará que Unicaja informe de los cambios de la fusión a todos los clientes

PwC hará de árbitro en el envío de las comunicaciones a los clientes tras la fusión de Unicaja Banco y Liberbank. La firma será la encargada de verificar el envío efectivo de los escritos con las nuevas condiciones comerciales y de remitir el certificado correspondiente. Dentro de los compromisos asumidos con la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el nuevo grupo tiene la obligación de garantizar que todo el mundo esté al tanto de los cambios tras la consolidación y, dada la complejidad en la gestión que supondría conocer la fecha de recepción, la entidad malagueña ha optado por esta opción. 

Una de las condiciones que impuso el organismo dirigido por Cani Fernández para dar luz verde a la absorción de la entidad asturiana era la certificación de que cada cliente recibe de manera adecuada los comunicados que previamente han debido pasar por el filtro de la CNMC, con 30 días de preaviso para aceptar o cambiar de entidad. Pero en la práctica, Unicaja Banco considera que conocer si se han recibido los avisos en todos los casos es imposible y además daría lugar a plazos distintos dependiendo si se produce por email o por correo ordinario, generando graves ineficiencias y complejidades en la gestión. 

Esta es la razón principal por la que ha decidido apelar a su actual socio de confianza, PwC, que también audita sus cuentas y fue el encargado de asesorar la operación de fusión con Liberbank, para asegurarse de que se remiten. De este modo, la fecha de recibo coincidirá con la que figure en cada tanda de comunicados. De cualquier forma, el grupo se ha comprometido internamente y también con Competencia a cumplir el plazo de preaviso de 30 días desde la recepción del comunicado (que constatará PwC) y a añadir tres días adicionales de gracia.

Los clientes que no estén de acuerdo con las nuevas condiciones comerciales podrán cambiar libremente de banco sin penalización

Una vez transcurran los 33 días, Unicaja Banco procederá a ejecutar las nuevas condiciones bancarias de los clientes en caso de no haber recibido una contestación de disconformidad. Quienes no estén de acuerdo también tienen la libertad de poder cambiar de banco, así como ejercer su derecho de oposición resolviendo el contrato sin penalización económica. El grupo trató de evitar la inclusión en sus avisos de esta posibilidad de irse a la competencia, si bien la CNMC le obligó a ello.

Precisamente, algunas de las modificaciones dejaran diferencias importantes entre clientes que ya eran del grupo andaluz previamente con los que proceden de la entidad absorbida. Los clientes procedentes de Liberbank tendrán unas condiciones generalmente más ventajosas que los de Unicaja Banco. Aunque asumirán la misma comisión variable que los usuarios de la adquiriente, conservarán el componente fijo de la comisión de mantenimiento que venían pagando hasta ahora. El cargo estándar que pagan actualmente los clientes del banco andaluz asciende a 240 euros al año, mientras que el de la asturiana se sitúa en 180 euros. 

Los avisos ya se están remitiendo a los clientes para que todos estén al tanto de los cambios previo a que se produzca la migración tecnológica, que será antes de verano

Será igualmente importante que se informe sobre los productos ofrecidos a los clientes de Unicaja Banco para los que los clientes provenientes de Liberbank cumplan con los criterios de elegibilidad establecidos y sean equiparables, o mejores, a los productos que tengan contratados en la absorbida. Los compromisos tratan de evitar que los distintos usuarios queden en situación desfavorable una vez se produce una operación de este tipo, fundamentalmente entre los más vulnerables. 

Estos envíos ya se están produciendo, pues es un proceso largo al tener que llegar a más de 4,5 millones de clientes. Lo primordial es que todo el mundo reciba las comunicaciones antes de que se produzca la integración informática, momento en el cual todos los clientes pasarán a formar parte de una plataforma única. Los equipos del banco ya preparan la migración, el momento más delicado de todo 'matrimonio' bancario, para estar listos a la hora de dar el paso definitivo que previsiblemente se producirá a finales del segundo trimestre de 2022, es decir, antes del próximo verano.