Cotiza en el Continuo

Quabit pasa de las minusvalías en bolsa a tener a un magnate como Slim de socio

  • El mexicano invirtió en la promotora de Félix Abánades casi cinco millones de euros al adquirir un 3% del capital. 
Félix Abánades
Félix Abánades
QUABIT - Archivo

El año empezaba con una noticia importante en el sector inmobiliario. El mismo 2 de enero, primer día de bolsa tras el parón de Año Nuevo, el magnate mexicano Carlos Slim comunicaba la adquisición del 3% de la promotora inmobiliaria de Félix Abánades, Quabit, que había realizado en navidad. Esta operación llegó por sorpresa al mercado apenas cinco días después, cuando la Comisión Nacional del Mercado de Valores destapó la entrada de Slim en el capital. 

Inversora Carso, el vehículo inversor a través del que opera el el magnate, cuenta con otras destacadas posiciones en el mercado inmobiliario nacional, como es el caso de FCC -que tiene una división de promoción- y Realia, su gran apuesta en España en este campo. Sea como fuere, las inversiones del mexicano siempre buscan altas rentabilidades y el caso de Quabit no iba a ser diferente. ¿Por qué entrar en esta sociedad?

La compañía de Félix Abánades cuenta con algunos puntos débiles que ha sabido aprovechar Slim. El más importante de ellos es la destacada minusvalía con la que cotiza en bolsa, superior al 60%. Esta cifra es especialmente llamativa, pues si bien es cierto que las compañías del sector que cotizan en el parqué lo hacen con importantes descuentos, la alcarreña es la que más lo está sufriendo. 

La capitalización de la compañía supera los 70 millones de euros, pero el valor de los activos (NAV) de acuerdo con las cuentas del tercer trimestre, reflejan que esta cifra alcanzaría los 351 millones a cierre del pasado mes de septiembre. Esta situación ha hecho que la inversión del mexicano llegue a poner sobre la mesa una cifra de no menos de 4,7 millones de euros -teniendo en cuenta el número de acciones transaccionadas y el precio de los títulos en el momento de la compra, que rondaban el euro-, pese a tratarse de uno de los accionistas más destacados.

Más allá de esto, las últimas cuentas trimestrales reflejaban un dato importante, la deuda. Las obligaciones de pago de la compañía habían aumentado en un 37% hasta los 266 millones de euros en los primeros nueve meses del año con respecto al mismo periodo del año anterior. Cabe destacar que una parte importante de las obligaciones están calificadas como 'deuda sin recurso', es decir, aquella que va ligada a un activo o conjunto de ellos. A cierre del tercer trimestre, el porcentaje de deuda de este tipo se situaba en el 63%. 

Desde entonces ha habido varias modificaciones. Así, el 27 de diciembre la compañía notificaba a través de un hecho relevante a la CNMV la firma de una nueva línea de financiación para promociones en curso de hasta 20,3 millones de euros. A través de ella, se espera sufragar el 70% de los costes asociados a comisiones, gastos de permisos y licencias, comercialización, venta y construcción relativos a las promociones ahora en marcha.

La situación del mercado inmobiliario en España en 2019 hizo que la facturación de la compañía -que pasó momentos muy duros tras la crisis económica como consecuencia del estallido de la burbuja- llegase a los 24,93 millones de euros en los primeros nueve meses, lo que supone un aumento del 64% con respecto al mismo periodo del año anterior. Ahora llega un periodo de moderación del sector, como los propios agentes reconocen, al que se deben enfrentar desde la promotora. 

Eso sí, la llegada de Slim ha sido de forma discreta, con apenas un 3% del capital y en una operación de menos de cinco millones. Si esta cifra se pone en relación con el poder inversor del magnate mexicano, se obtiene un dato ridículo que le puede dar unos porcentajes de rentabilidad sobre la base invertida muy altos y puede ayudarle a 'poner una pica en Flandes' de cara a futuros movimientos. 

Slim se ha convertido con la operación en el sexto accionista de la firma, por detrás del presidente de Quabit, Félix Abánades, dueño de un 20% del capital y principal inversor de la promotora alcarreña; seguido de la gestora del banco suizo Julius Baer (8,7%); del inversor Francisco García Paramés (con un 5% del capital); del fondo Gescooperativo (3,5%) y de la promotora malagueña Sankar Real Estate (3,3%). Desde la llegada del magnate, también han aparecido otros inversores destacados y menos deseados, como el bajista Marshall Wace que afloró un 0,72% tras conocerse la operación de Carso. 

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