La gran mayoría de los emprendedores encuentran su primera fuente de financiación en los popularmente conocidos como 'friends, family and fools', una expresión anglosajona que hace referencia a los amigos, la familia y los locos que apuestan por ellos. A pesar de esta primera ayuda, los proyectos más innovadores tienen difícil seguir adelante ya que no suelen tener acceso al crédito bancario.
Estos emprendedores logran salir adelante en una vez exprimido los recursos iniciales a su alcance es posible gracias a los 'Business Angels'. Amazon, Skype, Starbucks o Google contaron en sus inicios con el apoyo de estar figura.
Un 'Business Angel' es una persona que aporta su propio dinero, y muchas veces su tiempo, experiencia, conocimiento y contactos a nuevos empresarios con el fin de obtener una ganancia futura, por lo que guían a los emprendedores para hacer que sus negocios o startups se conviertan en algo rentable para ambas partes.
Importados de Estados Unidos, los términos 'Angel Investors' o simplemente 'Angels' hacían referencia a los empresarios que a principios del siglo XX apoyaban las producciones teatrales de Broadway.
El término hacía referencia a los empresarios que a principios del siglo XX apoyaban las producciones teatrales de Broadway
En España se han propuesto distintas traducciones como ángeles de los negocios, inversores privados, inversores informales, inversores ángel…pero ninguno ha conseguido sustituir a 'Business Angel', el término más empleado en todos los países de Europa para referirse a este tipo de inversores.
Desde 2008, España tiene cuenta con su propia red de 'Business Angels', AEBAN. Su misión es promocionar la actividad de inversión en etapas iniciales y, en la actualidad, cuenta con un total de 38 redescon inversores de 11 Comunidades Autónomas que, a su vez, asocian cerca de 2.000 personas.
Lo más frecuente es que estas figuras inviertan su propio dinero y aporten el valor añadido de su experiencia, sin embrago, en algunas ocasiones también administran recursos de terceros a través de fondos. En España, la cuantía de las inversiones de estas figuras suele oscilar entre los 25.000 y los 150.000 euros, y supone una participación minoritaria en el capital de la empresa.
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