"Mejor que se vaya al BCE": la banca no va a echar de menos al ministro Guindos

  • Las entidades financieras restan importancia al nombramiento del titular de Economía en el BCE: "Allí manda el presidente Draghi".
Fotografía de Guindos con Francisco González
Fotografía de Guindos con Francisco González
EFE

ACTUALIZACIÓN: El ministro de Economía español, Luis de Guindos, será el nuevo vicepresidente del Banco Central Europeo, en sustitución del portugués Vitor Constancio.

La banca se prepara con expectación para la sucesión en el Ministerio de Economía. En las principales entidades financieras ya están esperando conocer quién será el elegido para sustituir a Luis de Guindos. A falta de un mes y medio para que haga las maletas camino de Frankfurt, el ministro saliente genera opiniones dispares en un sector donde algunos presidentes y consejeros delegados le han tratado con gran afinidad, mientras que con otros banqueros ha mantenido una posición más bien distante.

El todavía ministro Guindos no tiene apenas amigos en el gabinete de Rajoy y tampoco mantiene una relación fluida con la mayoría de los principales banqueros del país. Varios de ellos sondeados al más alto nivel declararon este jueves que "lo mejor" en un momento como el actual es que el titular de Economía ponga rumbo al BCE y que llegue aire fresco al Ministerio. Y es que desde que desembarcó en el despacho del Paseo de la Castellana la relación de los máximos responsables financieros con Guindos no ha sido precisamente un camino de rosas. "Nadie lo quería", aseguran fuentes bancarias.

El ministro Guindos, que en 2012 declaró disponer de bienes inmuebles por un valor de 414.562,40 euros y otros bienes por 718.408,09 euros (1.132.970,49 euros), acaricia en el BCE una jubilación dorada de tres millones, pero en las cúpulas de los bancos son conscientes de que poco podrá hacer por ellos una vez que ocupe su despacho en la ciudad de los negocios alemana. "Allí manda Draghi y el poder de un vicepresidente es muy limitado, ya que las decisiones se toman de forma colegiada", añaden estas altas fuentes bancarias.

El cargo que va a tener Guindos, aseguran desde otra entidad, "no es la panacea; es un premio de consolación". Lo importante era el Eurogrupo pero ahí España quedó relegado. Resulta llamativo que en la gran banca resten importancia al cargo que, según dan por seguro en el Gobierno, va a ocupar el ministro de Economía en el BCE a partir del 23 de marzo. "No va a ser el gobernador y cuando salga Draghi llegará un alemán o un francés que será el que mandará", apostillan.

Recuerdan, además, que es el presidente del BCE quien marca la pauta a seguir, un cargo que con solo pronunciar una frase puede remediar una catástrofe. Así ocurrió con España cuando Draghi afirmó: "Haré lo que haya que hacer, y créanme, será suficiente", en referencia a evitar la fractura del euro. "Vamos hacia la unión bancaria y hacia una gobernanza única", una situación que está dejando al Banco de España (al que en el sector bancario se llama, de forma irónica, "el Banco Rural de España") sin la capacidad de maniobra que siempre ha tenido. 

Los últimos días en el Ministerio

Una de sus últimas decisiones en Economía ha sido el famoso 'decreto Fainé', una norma aprobada en consejo de ministros para salir en auxilio de CaixaBank y Sabadell y para que ambas entidades pudieran cambiar de forma exprés sus sedes sociales de Barcelona. Eso le sirvió a Guindos para acercarse a las cúpulas de los dos bancos catalanes. Hay que recordar que en estos días ha protagonizado un 'road show' con los presidentes de las principales entidades financieras del país para solicitar su apoyo en la decisiva votación de los próximos días.

Quienes han hablado con Guindos en las últimas horas transmiten que el ministro de Economía "está deseando" desembarcar en el BCE. Llevaba tiempo queriendo abandonar la política y su candidatura a la institución europea, bastante amarrada, es una salida que le hace "mucha ilusión". Sí es cierto que al principio tuvo algunas dudas, aseguran estas fuentes, por el hecho de tener que desplazarse a Frankfurt durante los próximos ocho años y tener dejar a una parte de su familia en España. Ahora esa indecisión ya está superada.

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