Tras dos años

Rakuten quiere su dinero: no convierte más de 33 millones de préstamo a Cabify

El gigante japonés cierra la puerta a la capitalización de dos líneas de crédito, que implica fijar una valoración de más de 750 millones de euros.

Juan de Antonio, fundador de Cabify
Juan de Antonio, fundador de Cabify
EFE

Es el socio de referencia y el máximo accionista después de poner sobre la mesa varios cientos de millones de euros de capital y préstamos. Pero el gigante japonés Rakuten cierra la puerta a ganar más porcentaje del capital en la tecnológica española Cabify convirtiendo los más de 33 millones de euros de deuda participativa que ofreció a la filial española hace varios años en dos líneas de crédito. Y lo hace incluso cuando la startup acumula impagos de una parte significativa de ese dinero. De acuerdo a lo negociado en su momento, esa capitalización se debería completar en base un descuento de la valoración privada de la última ronda de financiación de 2018, es decir, los 1.400 millones de dólares que se hicieron públicos.

Rakuten aterrizó en Cabify en el año 2015. Lo hizo en la primera gran ronda de financiación internacional de la empresa fundada por Juan de Antonio después de la entrada del fondo español Seaya Ventures. Desde esa fecha ha ido inyectando capital en las diferentes ampliaciones hasta alcanzar un techo del 47% de participación. Pero además de inyecciones de dinero a cambio de títulos, el brazo inversor de los nipones, liderado por Oskar Miel, ha ido prestando dinero en forma de líneas de crédito. En concreto en el año 2017 prestó casi 36 millones de euros en dos créditos participativos a la filial española del grupo. Dos años más tarde se renegociaron las condiciones: un 7% de interés en un primer año, un 10% en el segundo y un 12% en el tercero. Y se ampliaron los plazos de devolución.

El préstamo tiene una posibilidad de ser convertido en acciones de la startup. Uno de ellos es en base a la valoración de la ronda firmada en el año 2017, que superó la barrera de los 500 millones de euros. Y otro implica un 25% de descuento sobre el ‘precio’ fijado en la del año 2018, que superó los 1.400 millones de dólares, 1.140 millones de euros al cambio de esa fecha, una cifra especialmente alta y que le permitió situarse dentro del selecto grupo de los ‘unicornios tecnológicos’. ¿Qué ha hecho Rakuten? Descarta ejercer esa opción en ninguna de las dos modalidades. “La directiva concluye que es altamente improbable que ese derecho sea ejercido y no se ha registrado ningún activo”, apunta el grupo asiático en las cuentas de 2019 recién presentadas en Luxemburgo y que fueron firmadas el pasado mes de octubre.

Este movimiento se produce pese a que Cabify acumula deuda significativa de esos préstamos. Pese a las renegociaciones que se efectuaron en abril del año pasado, que le permitieron alargar la vida de esas líneas de crédito, la española debía casi 13 millones de euros que vencían en julio de 2019. Este año, tanto en junio como en diciembre, debía abonar otros dos pagos de 2 millones cada uno. Del primero de ellos no se ha dado cuenta en la memoria. Preguntados por la decisión de su máximo accionista, Cabify ha declinado hacer ningún comentario.

Pese a haber hecho una apuesta decidida por la compañía en los primeros años, Rakuten decidió no liderar de nuevo la ronda que se negoció a mediados del año 2019 en Londres por parte del equipo directivo, pese a mantener más del 47% de las acciones del grupo. En el consejo del holding, que mantiene su sede en Delaware (Estados Unidos), sigue teniendo un sillón reservado Oskar Miel, uno de los jefes del brazo inversor de los nipones. Y Cabify sigue apareciendo entre las empresas de ‘ride sharing’ junto a otras como Careem, Glovo o Lyft. Pero en el caso de la compañía dirigida por De Antonio ha sido categorizada como una empresa filial por el tamaño de la participación.

Esa ampliación de 2019, que se negoció unos meses después de rechazar una oferta de compra de casi 2.000 millones, nunca se firmó y la startup se vio obligada a activar el ‘plan B’: la venta de activos no estratégicos. Entre esos se encontraban las acciones que controlaba de Glovo, tras deshacer la ‘joint venture’ que montaron ambos para el aterrizaje de la plataforma de ‘riders’ en Latinoamérica. Después de completar la transacción en dos fases, ingresaron, según confirmaron algunas fuentes conocedoras, unos 50 millones de euros que han servido como gasolina durante los últimos meses, especialmente duros para el negocio por el impacto del coronavirus -que ha dañado los ingresos en España, su principal bastión- y también por la fuerte competencia del sector en Latinoamérica. La filial que controla el negocio internacional aún no ha presentado cuentas en España, pero los datos a los que accedió La Información señalan que hasta noviembre caían de manera significativa los ingresos en Brasil y México, dos de sus plazas más destacadas en el continente y donde más intensa ha sido la batalla con Uber o la china Didi.

En un mercado especialmente competido, la consolidación continúa aunque ya de una manera menos intensa de como lo hizo en el año 2018 y principios del 2019. Una de las pruebas es la fusión que se está negociando entre Grab, una de las grandes compañías del sector del transporte en el Suedeste asiático y respaldada por Softbank, y Gojek, precisamente la otra gran participada de Rakuten. Junto a una venta, De Antonio y su equipo se plantearon para Cabify una posible salida a bolsa como opción. E incluso se produjeron contactos con algunos bancos de inversión para sondear la posibilidad, sin que se haya materializado ningún movimiento en este sentido por ahora.

Rakuten se reorganiza

Tanto la inversión de Cabify, como la de Glovo, han estado siempre alojadas dentro del holding empresarial de Rakuten en Luxemburgo (Rakuten Europe SARL). De esa sociedad también 'cuelga' la filial Rakuten Europe TV, antigua Wuaki TV, la plataforma de vídeo bajo demanda española que adquirió en el año 2012. Pero todo esto ha cambiado porque ahí existían participaciones de compañías con un interés puramente financiero con otras más estratégicas. De esta forma, ha reorganizado todo trasladando algunas de las participaciones a la sociedad Rakuten Capital.

En concreto, según queda reflejado en su memoria anual, a finales del ejercicio 2018 los asiáticos traspasaron el 46% de las acciones de Cabify a la otra sociedad al valor contable que lo tenía registrado: 355 millones de euros. Es decir, el 100% era valorado en algo más de 771 millones. También hizo lo propio con Glovo, de la que llegó a tener un 14% de los títulos, cuya valoración era de 42,4 millones de euros.

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