La reapertura de la investigación judicial contra el presidente del Rayo Vallecano, Raúl Martín Presa, irá encaminada a averiguar los movimientos de capital que se transfirieron desde el club de fútbol a la Fundación del Rayo -que también preside- y que superan los nueve millones de euros. Además, también se centrará en la compra en 2015 del Oklahoma City por 1,17 millones de euros.
Según explican fuentes de la investigación a este diario, los auditores de las cuentas de 2016 dieron su visto bueno a las mismas aunque con las dos salvedades arriba mencionadas y es que no estaban de acuerdo ni con las transferencias ni con el importe de compra del Oklahoma. Consideraron los expertos en su momento que no se dieron las suficientes explicaciones en torno a este movimiento de capital del club a la Fundación y viceversa.
Por ese motivo, los accionistas, representados por el despacho de Ferrer-Bonsoms y Sanjurjo y cuya querella dio origen al procedimiento, solicitaron al juez instructor una batería de diligencias que ahora se tendrán que practicar desde el Juzgado Central de Instrucción número 47. Esto es así porque el instructor cerró el caso tras tomar declaración al presidente del club por considerar que los hechos que se investigan no son constitutivos de apropiación indebida ni de administración desleal.
Pero la Audiencia ha corregido su decisión y le ha obligado a seguir indagando por si se hubiera producido una utilización indebida del dinero del club. Entre las diligencias solicitadas al juez destaca la petición de que se requiera a las entidades financieras de Caixabank, Banco Caminos y Banco Santander certificaciones sobre el saldo de depósitos a fecha de 30 de junio de 2016 de la Fundación Rayo Vallecano.
En este sentido, los accionistas sostienen que no ha quedado suficientemente acreditado que estos movimientos de capital se deban a la existencia de un contrato de depósito aportado y por eso dirigen esta acción penal contra Martín Presa por los delitos de apropiación indebida y administración desleal.
Para tratar de solucionar esta situación por la vía extrajudicial, las partes estudiaron llegar a un acuerdo previo, pero no hubo consenso. Además, en las últimas juntas de accionistas, los propietarios de títulos del club preguntaron de forma insistente y de varias formas sobre la adquisición de la filial estadounidense. Martín Presa se limitó a responder que "ha habido una serie de incidencias concernientes a dos puntos que son los complejos procedimientos judiciales ante la AEAT que están subsanados y garantizando la continuidad del Rayo y la situación de la franquicia de Oklahoma, que hizo que la auditoría se retrasase", tal y como aparece reflejado en el acta. Ante tal hecho, los accionistas se decidieron por la vía judicial.
El problema del Estadio de Vallecas
Pero este no es el único problema que se le ha presentado durante este ejercicio a Martín Presa. El presidente del Rayo Vallecano ya tuvo que hacer frente a una dura polémica con el cierre cautelar del Estadio de Vallecas el pasado mes de agosto. Tras varios años sin superar la Inspección Técnica de Edificiación y con los movimientos sufridos en la grada de la Avenida de la Albufera, la Comunidad de Madrid -propietaria del inmueble- decidió su cierre hasta poder garantizar la seguridad de la instalación.
Tras varias semanas en las que se acometieron una serie de obras, el estadio se reabrió con normalidad. Pese a ello, los accionistas han denunciado en varias ocasiones y preguntado a la entidad por partidas presupuestarias para reformar algunas partes del estadio. Según el acta de la última junta de accionistas, la respuesta por parte del Director Financiero, Adrián Nombela, se limitó a añadir que la partida mencionada como "Reformas en el Estadio" tiene como fin "la amortización de la cesión del Estadio cifrada en 12 millones de euros".
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