La huelga en Amazon amenaza cientos de envíos en su primera gran crisis laboral

  • El conflicto con sus empleados pone en la picota su gestión de personal y las condiciones de sus empleados en plena expansión de su negocio.
Seis horas al año
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Wikimedia Commons / Álvaro Ibáñez

Amazon se enfrenta a su primera gran crisis laboral desde que en 2012 arrancó sus operaciones en España. En este tiempo, el gigante del comercio electrónico no ha hecho más que crecer en negocio y en cuota de mercado. En paralelo, se ha cuestionado tanto sus condiciones laborales, como las exigencias a sus proveedores. Esta gran rebelión pone en riesgo cientos de envíos y llega en un momento delicado para la compañía, que ha tenido dificultad para dar respuesta a la demanda creciente en el país.

Los primeros en dar el paso han sido los empleados del centro de San Fernando de Henares (Madrid), el principal y uno de los que más paquetes sirven a diario en la compañía. Convocarán, según fuentes sindicales, una huelga durante este mes de marzo, al igual que hicieran otros compañeros de países como Alemania e Italia.

Su caso es particular y no es comparable con el resto de centros de trabajo, pues es el único, junto con otro en Castellbilbal (Barcelona), que tiene representación sindical. Y también es el único en el que rige un convenio propio (cuya renovación es la que ahora enfrenta a la empresa con los empleados) al margen del referido al sector de la logística. Pero la realidad es que se trata de un punto de inflexión en la relación entre empleados y Amazon en toda España.

“Amazon quiere un empeoramiento de las condiciones”

“Amazon quiere un empeoramiento de las condiciones laborales; no es que esté apretando más las tuercas, es que lo que intenta es restar y no aumentar”, apunta Ana Berceruelo, responsable de esta negociación con Amazon en Madrid. No sólo por las condiciones -salario, complemento de incapacidad temporal, nocturnidad…- sino también por la fuerte presencia de contratados temporales en la plantilla.

Según los datos del sindicato, hoy en San Fernando de Henares, unos 1.050 empleados son de plantilla e indefinidos (se conocen como ‘blues’, por la tarjeta azul que portan) y otros 800 son contratados a través de Empresas de Trabajo Temporal (ETT). Estos últimos necesitan, en muchos casos, seis meses de actividad para poder pasar a plantilla. “El porcentaje es muy similar en los otros centros de trabajo", admiten.

La plantilla ha crecido de manera importante en su área logística. Ha pasado de los 55 empleados con los que contaba de media en la filial Amazon Spain Fulfillment durante el ejercicio 2012 -primero de actividad real- a 657 en 2016 -último disponible en el Registro Mercantil.

Pero, ¿cuál ha sido el gasto en salarios por cada uno de esos empleados? En 2012, el gasto en salarios por cada empleado ascendía a 47.200 euros, según las cuentas consultadas por Lainformacion.com. Y en 2016: 27.390 euros. La razón hay que encontrarla en el incremento exponencial de la figura del mozo de almacén, con condiciones muy inferiores.

El problema se circunscribe, principalmente, a los empleados en los centros logísticos. Y es que hay un escalón importante entre las condiciones en éstos y las de otros empleados. Y sólo hay que mirar esos salarios medios para la plantilla en su principal filial, Amazon Spain Services: en 2012 cada uno de los 127 empleados que conformaban su plantilla media contaban con un salario de 44.000 euros. En 2016: cada uno de los 181 sumaban 73.480 euros.

Preguntado por la gestión de esta crisis y las medidas a tomar, un portavoz oficial ha declinado hacer cualquier declaración a este medio. Se limitan a lo comunicado tras la decisión de los empleados de plantear una huelga: "Seguiremos manteniendo un diálogo directo con nuestros asociados y seguiremos garantizando las mejores condiciones laborales y un paquete de remuneración competitivo, un gran ambiente de trabajo y oportunidades profesionales".

La dura carrera del último minuto y sus efectos

Esta es la plantilla con la que ha hecho frente al incremento importante de su actividad principal vinculada al comercio electrónico. Una actividad en la que ha impuesto una velocidad aún más rápida, liderando la carrera por entregas ultrarrápidas en grandes ciudades, que han implicado una mayor carga de trabajo.

“La culpa en este caso no es de quien pide un producto con una entrega en una hora, sino de la empresa por lanzar esta oferta, porque implica que la gente deba ir muchísimo más rápido”, apunta la responsable de CCOO.

Desde los sindicatos estiman que con el personal actual sería necesario un ajuste de la actividad. “O hay un 10% más de empleados en cada turno para reducir la carga o reducen un 10% los paquetes que se sirven a la hora en los grandes centros”, defiende Berceruelo.

Problemas con los paquetes en un momento de debilidad

Con todo, esta primera gran rebelión de sus empleados llega en un momento muy complejo para Amazon. Tras varios problemas con retrasos en sus envíos en picos de envíos como Navidad, esta huelga puede representar un nuevo problema para su actividad en España.

Durante los últimos meses su relación con las empresas de paquetería se ha tensionado debido a las condiciones exigidas por el gigante. Unas tensiones que incluso han llegado a determinados ‘plantes’. “Ha habido empresas que le han dicho a Amazon, 'sólo te voy a coger este número de paquetes y a partir de aquí los acepto pero a otro precio'”, explican una fuente relevante del mercado de la logística.

Esa misma fuente confirma que Amazon ha percibido que el mercado español “no era lo que pensaba”. A esto, añade otro factor que está afectando al gigante: el crecimiento en el comercio electrónico de otros grandes de la distribución como Inditex o El Corte Inglés. “Hace tres años, cuando Amazon llamaba a tu puerta, te solucionaba el año; ahora, con otros fortaleciendo su comercio electrónico y de forma sostenible y con precios razonables, no es lo mismo”, apunta.

Con este caldo de cultivo, la compañía ha decidido, por un lado, impulsar su propia marca logística (Amazon Logistics), subcontratando a paqueteras medianas y saltándose a otros grandes operadores del sector como Correos o MRW. Por otro, ha lanzado su servicio Flex (para el que tiene abiertas sólo para Madrid un total de 15 ofertas de empleo), con el que contratar a profesionales autónomos para cubrir ese incremento exponencial de pedidos que ha despertado muchos recelos de las organizaciones de autónomos.

Se le acumulan los frentes a Amazon. El más inmediato tiene en San Fernando de Henares (Madrid) su principal foco. Queda por ver cómo afecta este primer gran conflicto a la relación laboral del gigante con sus empleados.

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