El recorte de Competencia a las gasistas pone a la CEOE entre la espada y la pared

  • El presidente de la patronal Antonio Garamendi rectifica y asegura que la organización será "neutral" ante la reforma
El presidente de CEOE, Antonio Garamendi / EFE
El presidente de CEOE, Antonio Garamendi / EFE

La reforma del sector energético que impulsa la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) y, especialmente, el recorte de retribuciones al sector gasista ha colocado a la patronal CEOE en una situación incómoda. La organización y su presidente, Antonio Garamendi, se encuentran entre la espada y la pared. Entre las presiones de las empresas más afectadas por los recortes a la retribución del gas, con Naturgy a la cabeza y las demandas de la industria, que apoyan el plan de la CNMC porque rebajará la factura energética de sus procesos productivos.

Hasta 11 asociaciones industriales han mostrado en las últimas semanas su apoyo total a la CNMC en el proceso de revisión y recorte de peajes que defiende el organismo. Siderúrgicas, empresas fabricantes de vidrio, papeleras, petroleras, empresas de cerámicas, químicas y textiles han hecho llegar al presidente de la CNMC, José María Marín Quemada, el respaldo de asociaciones como Unesid, AOP, Ascer o Feique. La posición de la industria, firma, ha hecho recular a la CEOE, cuyo presidente, Antonio Garamendi, había cuestionado los planes de Competencia.

Gráfico precios gas.
Gráfico precios gas.

El cambio de enfoque de la CEOE se escenificó esta semana en la reunión que el presidente de la patronal mantuvo con representantes de la industria valenciana de la cerámica y el sector textil. En el encuentro, Garamendi expresó su compromiso de "ser neutral" respecto a la reforma del sistema gasista. El cambio, del que dio cuenta la asociación Ascer, ha sido rotundo. En septiembre, Garamendi llegó a calificar "barbaridad" el daño hecho al sector energético por el regulador con su amenaza de recortes en su retribución para el próximo periodo regulatorio 2021-2026 especialmente para el sector gasista. Entonces pidió también "predictibilidad y seguridad regulatoria", con el fin de "evitar vaivenes en los mercados".

La toma de partido  de la CEOE, a favor de las empresas gasistas y en contra de la CNMC, no gustó a muchos asociados. Hasta el punto de que los empresarios del azulejo cuestionaron la posición de Garamendi al considerar que el presidente de la patronal no debía posicionarse a favor de ninguno de los sectores  "por el conflicto de intereses que pueda ocasionar". Garamendi  ha atendido la reclamación y se ha colocado de perfil en una pelea que está en todo lo alto.

La sensibilidad de la CEOE a las presiones de sus asociados de la industria es lógica. Su capacidad de presión es importante. La gran industria consume el 62% del gas y la factura que pagan por la materia prima se sitúa en 4.700 millones de euros anuales. Como las grandes empresas consumidoras de electricidad, que exigen la aprobación de un estatuto propio, los grandes clientes del gas se comparan con otros países de la UE para reclamar un trato más favorable.

Las asociaciones de empresas  siderúrgicas, de vidrio, papeleras, petroleras, de cerámicas, químicas y textiles (Unesid, AOP, Ascer, Feique etc)  han presentado alegaciones ante la CNMC en las que reclaman una acción firme. No sólo apoyan los recortes, sino que piden a Marín Quemada que los adelante. Para las industrias, los peajes que cobran las empresas gasistas por el uso de sus infraestructuras son responsables de que la factura energética sea elevada en exceso. 

Según los cálculos de las asociaciones, la sobrerretribución a las empresas de transporte y distribución de gas en el periodo 2014-2020 ha alcanzado los 5.000 millones de euros. Por eso reclaman una acción  urgente. En concreto, piden a la CNMC la eliminación total del concepto de Retribución por Continuidad de Suministro a partir del 1 de enero de 2021, ya que si se lleva a cabo de forma gradual se generaría un coste no necesario al sistema gasista de 594 millones de euros.

Frente a sus reclamaciones, las empresas gasistas -Naturgy, Enagás, Redexis, Reganosa, etc- aseguran que los recortes de la CNMC no supondrán una rebaja a corto plazo en la factura debido a que hasta que no se haya recuperado el déficit acumulado "no se pueden bajar los peajes del sistema". Sus números, además, son muy distintosa los que manejan las empresas industriales. El informe que la patronal gasista encargó a la consultora PWC sostiene que tras la reforma del sector gasista en el año 2014, la retribución a las redes ha caído hasta un 15% "haciendo que la factura de gas natural doméstica e industrial sea competitiva contra la de otros países de la UE".

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