REE busca más negocio en Chile y Brasil en plena batalla por el recorte de ingresos

  • La compañía mantiene el pulso contra la rebaja de retribuciones que defiende Competencia para la actividad de transporte de electricidad.
REE prepara un plan de inversión de 7.000 millones.
REE prepara un plan de inversión de 7.000 millones.
REE

Red Eléctrica de España (REE) estudia nuevas inversiones en Brasil y en Chile. El consejo de administración de la compañía, participada en un 20% por la SEPI, abordará en la reunión prevista esta semana los términos en los que la compañía se presentará a sendas licitaciones para construir nuevas líneas eléctricas en los dos países suramericanos. El plan inversor discurre en paralelo a la pelea que REE mantiene con la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) para evitar un tijeretazo de hasta el 8,2% en los ingresos que la compañía recibe por transportar electricidad -1.656 millones al año-.

La compañía que dirige el exministro Jordi Sevilla va a pelear hasta el final contra los recortes que plantea la CNMC pese a que la última propuesta de Competencia -pactada con el Ministerio de Transición Ecológica- mejora el tratamiento de los activos que deben ser retribuidos, pospone un año el grueso del tijeretazo y elimina las diferencias en el porcentaje de retribución que discriminaba a la red de transporte -la que gestiona REE-frente a la red de distribución de baja tensión que manejan las eléctricas.

Sevilla se opone a los recortes porque considera que ponen en riesgo la transición energética diseñada por el Gobierno y dificultan además  los planes de REE para gestionar la incorporación a la red de los proyectos renovables y que en los próximos diez años pueden alcanzar los 5.000 MW anuales. La pelea es intensa y REE, como Enagás y Naturgy va a librar todos los asaltos posibles hasta fin de año, incluida la personación en el Consejo de Estado para dar a conocer sus argumentos ante el organismo.

El gran desplome

En la última carta enviada a la CNMC, Sevilla solicitaba un aplazamiento en la aprobación de los recortes y recordaba, de paso, que "tan solo el anuncio de las propuestas de circulares provocaron la caída acumulada del valor de su acción [de REE] del 9,9% con un impacto de más de 1000 millones". Un golpe que afecta, según la empresa, a los planes de futuro, entre los que se cuenta la digitalización de la compañía para colocarla en el centro del proceso de transición energética.

Pero mientras se libra la pelea, la búsqueda de negocio continúa. REE cotiza en el Ibex, tiene dos terceras partes de su capital en manos de inversores institucionales extranjeros y está obligada a ofrecer rentabilidad. Por el lado de las actividades reguladas lo tiene difícil. Por ello, el plan estratégico de la empresa está orientado a la búsqueda de oportunidades en el exterior, especialmente en Brasil, México y la más difícil opción de EE UU. Lo más inmediato afecta a la licitación de nuevas líneas de transporte eléctrico en Brasil y en Chile. El consejo tiene que dar el visto bueno a la presentación de ofertas a pesar de que las posibilidades de tener éxito en el Brasil de Bolsonaro no son muchas.

REE mira sobre todo a Latinoamérica -está presente en Perú y Chile- para cambiar el peso de la actividad interior (93% del negocio) respecto a la exterior (7%). Brasil y México son las áreas a explorar. También EE UU -un mercado más difícil- por el refuerzo de imagen ante los inversores institucionales, según detallan fuentes internas de la empresa. El plan de inversiones previsto hasta 2025 prevé dedicar a la expansión internacional 1.057 millones.

Otros senderos de negocio

Se buscan otros senderos para hacer negocio. REE asumió el pasado 3 de octubre a la compañía de satélites Hispasat, por la que ha pagado 933 millones de euros. Es otro camino. La agencia de calificación de riesgos Standard & Poor's lo ha destacado en sus informes: antes de la adquisición de Hispasat, REE generaba alrededor del 5% de su resultado bruto de explotación (Ebitda) de las actividades no reguladas. Tras la compra, espera que en torno al 15% del beneficio bruto procederá de los negocios de fibra y de los satélites.

La compra de Hispasat ha obligado a reestructurar el grupo. El marco general es de cierta preocupación por los últimos resultados presentados por la compañía de satélites, según admiten fuentes del grupo. REE  puso el broche a la compra del negocio con una rebaja de 16 millones sobre el precio previsto de 949 millones. Un descuento pequeño porque Hispasat mantuvo durante dos años el cartel de venta en la puerta y en 2018 registró un descenso de ingresos del 12,8%, así como un derrumbe de los beneficios del 49%, hasta 41,1 millones de euros.

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