Plan de expansión internacional

Reino Unido da vía libre al plan de Renfe para operar trenes entre Londres y Gales

El gobierno británico acepta la puesta en marcha de un nuevo servicio en el que se interesó la operadora pública para los próximos 20 años. La inversora española Serena Industrial Partners pondría el capital. 

Tren Hitachi Clase 802 Reino Unido
Reino Unido da vía libre al plan de Renfe para operar trenes entre Londres y Gales
Hitachi Rail

Renfe despeja la primera piedra en su camino hacia la internacionalización.  El regulador británico del ferrocarril (ORR) ha aprobado el proyecto de la compañía Grand Union Trains (GUT) para operar trenes de pasajeros entre Londres y Carmarthen, al suroeste de Gales. A finales de septiembre, Renfe anunció una alianza con esta compañía para gestionar este nuevo servicio ferroviario, de forma que la empresa británica sería la solicitante local y la española aportaría la experiencia y la operación tras su puesta en marcha. 

De esta forma, la llegada de la operadora española al Reino Unido se plasmaría en la constitución de una empresa conjunta que podría contar además con la participación de Serena Industrial Partners. Esta firma de inversión española, que basa su modelo de negocio en el desarrollo de infraestructuras sostenibles en el Reino Unido, aportaría el capital privado necesario para adquirir los trenes con los que se prestaría el servicio. 

Por su parte, GUT tiene experiencia en impulsar servicios a riesgo y ventura ('open access') en el mercado inglés, donde desarrolló con éxito el servicio Grand Central que luego vendió a Arriva, filial de la alemana Deustche Bahn. Esto confirma que la intención de Renfe de acudir con socios locales para obtener el visto bueno de las instituciones del país, algo que ya intentó sin éxito en su asalto a la línea de alta velocidad HS2. 

Desatascando la expansión internacional

Renfe sigue buscando las fórmulas necesarias para expandir sus dominios más allá de España, y con las pegas que Francia está imponiendo al uso de sus vías, el liberalizado mercado británico se ha convertido en una opción atractiva para los directivos de la empresa pública, que también han valorado explotar servicios en el Eurotúnel. 

El ferrocarril británico es muy distinto al español, aunque Renfe quiere hacer uso de su experiencia en la liberalización del mercado de alta velocidad español para afrontar procedimientos similares en otros países. Así es como tras ser Grand Union Trains quien presentara la solicitud, ya ha recibido la validación de ORR para prestar 10 años de servicio a partir de diciembre de 2024, pese a que las intenciones de la operadora pasaban por duplicar ese período. 

Estos cubrirían cinco servicios diarios de ida y vuelta entre Carmarthen y London Paddington y efectuarían paradas en Cardiff, Newport o Bristol. Para poder ponerlos en marcha, GUT ha mostrado su intención de realizar una inversión significativa en nuevos trenes bimodales (movidos por electricidad y diésel cuando no exista catenaria). Fuentes del sector consultadas por La Información apuntan a que la opción más probable pasa por que sean suministrados por la constructora Hitachi, que ya tiene modelos similares operando en el país. 

Renfe no se pronuncia

Según informa el portal RailJournal, Grand Union se ha mostrado "muy complacida" con la aprobación preliminar, algo que permite acabar con su incertidumbre, pero asegura que "todavía mucho trabajo por hacer" antes de ver estos servicios en marcha. Preguntados por esta información, desde Renfe no han querido hacer declaraciones al respecto.

Por su parte, la ORR justifica la aprobación de este servicio liberalizado, el quinto que ya existe en el país, como parte de su modelo de competencia en beneficio de los pasajeros, algo que con la entrada de nuevos operadores a la ruta señalada se traduciría en "tarifas más bajas, mejor servicio e innovación para los pasajeros". 

El regulador señala en su análisis que la puesta en marcha del servicio propuesto por Grand Union afectaría financieramente a la franquicia que opera la ruta a día de hoy y que recibe subvenciones del gobierno británico. Este tendría que incrementar su compensación en 17,6 millones de libras anuales para garantizar la viabilidad del servicio actual. El gobierno de Gales y su autoridad del transporte han anunciado su intención de colaborar con el nuevo operador. 

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