Es uno de los apellidos empresariales con más historia reciente a sus espaldas: Benjumea. Y dos de los nuevos representantes del clan refuerzan su entramado societario. Se trata de los sobrinos de Felipe Benjumea, el expresidente de Abengoa: Rafael y José.
Acaban de constituir dos sociedades con idéntica finalidad y que, además, comparten domicilio. Se trata de Claremont Investments y Dorset Road. Ambas se dedican a la "realización de las actividades propias de entidades holding" y se pusieron en marcha, formalmente, el pasado 15 de diciembre, según figura en el Registro Mercantil.
Y las dos dan más detalles sobre cuál va a ser su actividad: "la adquisición, tenencia, disfrute, administración, cesión y enajenación por cualquier título, de valores mobiliarios, y de cualquier tipo de títulos que concedan una participación en sociedades".
Ambas comparten domicilio en la madrileña calle Gustavo Fernández Balbuena. La diferencia, el administrador único de cada una de ellas. Mientras al frente de Claremont Investments está Rafael Benjumea Benjumea; en el caso de Dorset Road es su hermano José.
Hasta ahora, su principal aventura empresarial conjunta era la empresa de renovables Fotowatio Renewable Ventures que, en abril de 2015, pasó a manos del grupo árabe Abdul Latif Jameel Energy por un importe que no trascendió. Los dos hermanos siguen presentes en la sociedad. Rafael Benjumea se mantiene como consejero delegado y, según el Registro, también ejerce como administrador solidario. Mientras, José Benjumea actúa como apoderado.
Sociedad conjunta con Riberas
Su último paso, hasta el momento, había sido la creación en septiembre de 2016 de Holdco Kishoa, dedicada al desarrollo de proyectos de energías renovables, en particular vinculados, de nuevo, a la fotovoltaica. En este caso, los sobrinos de Felipe Benjumea no están al frente del proyecto. Está encabezado por la familia Riberas, los duelos del gigante de la industria de los componentes del automóvil Gestamp.
Presidida por Jon Riberas, Holdco Kishoa tiene a los hermanos Benjumea como consejeros. El último movimiento de la sociedad fue una inyección de fondos: 300.000 euros, que elevaron su capital social hasta rozar el millón.
En cuanto a su relación empresarial con Felipe Benjumea, que presidió Abengoa hasta la crisis que la precipitó al borde de la quiebra, Rafael fue consejero de Inversión Corporativa (IC), la patrimonial con la que el clan Benjumea controlaban el accionariado del grupo hasta su rescate por los bancos acreedores.
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