El Gobierno se moviliza para salvar las plantillas de Renault y Fiat ante la fusión

  • El Ejecutivo socialista cree que la unión "puede ser un elemento positivo para reforzar el liderazgo europeo del sector frente a EEUU y Asia".
SÁNCHEZ RENAULT
SÁNCHEZ RENAULT

Los tambores de fusión entre Renault y Fiat Chrysler (FCA) han llevado al Gobierno de Pedro Sánchez en funciones a movilizarse. Es el Ministerio de Industria, a través de su titular 'temporal', Reyes Maroto, quien está capitaneando la monitorización de todo lo que ocurre en torno a las dos marcas automovilísticas con una potente presencia en España, en especial la firma francesa. Uno de los aspectos que más preocupa al Ejecutivo socialista son los miles de puestos de trabajo con los que cuentan ambas firmas en nuestro país y que se podrían ver afectados por la integración, por lo que ya ha puesto sus motores en marcha. 

El Gobierno cuenta con información puntual de la posible alianza entre Renault y Fiat Chrysler, según explican a La Información fuentes del Ministerio de Industria. La operación, aunque todavía se encuentra en una fase preliminar, ya ha provocado los primeros movimientos de los sindicatos, que exigen que, en caso de materializarse, no suponga ningún impacto sobre el empleo.

Es algo con lo que el departamento de Maroto está de acuerdo: "Para el Gobierno es prioritario el futuro industrial y del empleo de las plantas de Renault y Nissan en nuestro país", indican las mismas fuentes. "Para ello a medida que avancen las negociaciones solicitaremos a las partes información para confirmar que se mantienen las capacidades productivas y el empleo de las plantas españolas", añaden.

Según diversas fuentes, que se lleve a cabo la fusión entre ambas compañías automovilísticas supondría poner en jaque a unos 40.000 trabajadores en nuestro país. Para alcanzar esta cifra es necesario sumar el número de empleados que dependen directa e indirectamente de alguna de las plantas de las firmas en territorio nacional. Al hablar de empleo directo, Renault cuenta con cuatro plantas en nuestro país que emplean a alrededor de 13.000 personas.

La ciudad más afectada sería Valladolid, dónde los franceses tienen dos ubicaciones, una de ensamblaje y otra de motores. Sin ir muy lejos, en Palencia, se sitúa otra de las plantas de ensamblaje de la compañía en nuestro país. La cuarta se ubica en Sevilla y dedica su actividad a la fabricación de cajas de cambio para varios modelos.

En el caso de Nissan -socio de los franceses y que ha afirmado no oponerse a esta unión pese a advertir que antes habría que discutir ciertos detalles- cuenta cinco las plantas en nuestro país. La más grande es la de Barcelona, que emplea a unos 2.400 trabajadores, y le siguen una en Cantabria y otra en Ávila. Más allá de estas, también cuenta con una más pequeña en la periferia de la Ciudad Condal -en Montcada i Reixac-que da trabajo a alrededor de 300 personas.

Por todo ello, una eventual situación de fusión con cierre de fábricas dejaría sobre todo a Castilla y León en una situación a nivel de empleo muy difícil. En cambio, fuentes sindicales señalan que el hecho de que Fiat no tenga factorías en nuestro país "hace pensar que no se va a producir el cierre de plantas".

Desde Industria, no obstante, mantienen la calma y consideran que la operación se encuentra todavía a día de hoy en una fase preliminar. "Hay que ser prudentes y esperar que avancen las negociaciones para tener más detalles de la posible fusión". Eso sí, consideran que la alianza entre las marcas podría "ser un elemento positivo para reforzar el liderazgo europeo del sector automoción frente a Estados Unidos y Asia".

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