Su peor resultado

Renault sumó pérdidas récord de 8.000 millones y avisa que 2021 "será difícil"

El grupo automovilístico francés señaló a su socio Nissan y la caída significativa de su propia actividad, que se vio afectada de lleno por la crisis de la Covid-19, como las causas de los 'números rojos'.

Renault logotipo
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Renault cerró 2020 con el peor resultado financiero de su  historia: 8.008 millones de euros, que empeoran los 'números rojos' que el grupo automovilístico ya registró en 2019 (141 millones). La empresa francesa ha señalado a su socio Nissan y a la caída significativa de su propia actividad, afectada de lleno por la crisis del coronavirus, como las causas de sus cifras negativas. 

Tras este resultado, el nuevo consejero delegado, Luca de Meo, avisó que "el 2021 será difícil dadas las incógnitas sobre la crisis de salud, así como la escasez de suministro de componentes electrónicos". "La prioridad es la rentabilidad y la generación de caja", ha añadido.

El grupo automovilístico francés explicó este viernes en la presentación de sus resultados anuales que la mala situación empezó a remontar desde el segundo semestre, centrada en la rentabilidad y no en aumentar el volumen de vehículos vendidos. No obstante, Renault tampoco salió en el segundo semestre de los números rojos, con un resultado neto negativo 660 millones de euros.

El resultado de Renault se vio lastrado principalmente por Nissan, que aportó cerca de 5.000 millones de euros de esa cantidad, la mayor parte acumulada durante el primer semestre. 

Por lo que respecta a su propia actividad, el fabricante francés encajó también un resultado de explotación negativo de 1.999 millones de euros, frente a los 2.105 millones positivos que obtuvo en 2019. Es verdad que esa pérdida de explotación se concentró íntegramente en la primera mitad de 2020 y que en el segundo semestre consiguió obtener unos raquíticos 8 millones de euros. El margen operativo fue negativo de 337 millones de euros, un 0,8 % de su cifra de negocios.

La primera causa de ese revés operativo fue el bajón del 21,3% de las matriculaciones de vehículos (-6,8% en el segundo semestre), que se quedaron en 2,95 millones de unidades. Eso se tradujo en un descenso del 21,7% de la facturación, hasta 43.474 millones de euros.

Sin objetivos en 2021 ante la incertidumbre

La compañía destacó que el plan de ahorro de 2.000 millones de euros de costes fijos presentado en mayo va más avanzado de lo inicialmente previsto. En 2020 ya se cumplió en un 60%, el doble de lo esperado. Con esa dinámica, Renault confía ahora en llegar a 2.500 millones para 2023.

Renault no repartirá dividendos este año y, como muestra de la incertidumbre persistente, tampoco se ha fijado objetivos para 2021. En sus perspectivas se limita a confirmar los que ya se había marcado para el horizonte de 2023 y, en primer lugar, un margen operativo superior al 3 % de aquí a entonces.

En un comunicado, Luca de Meo, insistió en el cambio de tendencia del segundo semestre, que consideró "el fruto de los esfuerzos de todos, de la aceleración con éxito del plan de reducción de costes fijos y de una mejora de nuestra política de precios". 

Sobre la escasez de productos electrónicos que afecta a todo el sector del automóvil, Renault estima que podría impedirle la producción de unos 100.000 vehículos este año, que en tiempos normales podría rondar los 3 millones. La empresa no ha querido avanzar cuáles serían sus plantas más afectadas -con el argumento de que los primeros en saberlo serán los trabajadores-, pero sí ha anticipado que los mayores problemas de abastecimiento se esperan en el segundo trimestre, y que intentaría recuperar el terreno perdido en el tercero.

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