Renfe fía su recuperación en mercancías al acuerdo con las grandes navieras

Renfe cuenta los días para anunciar la entrada de un socio industrial a su negocio de mercancías con el fin de reflotar un área que sigue sin remontar pese a los extraordinarios resultados de los puertos españoles, su principal sustento. La apuesta del Ministerio de Transportes por trasladar a las vías buena parte de los camiones que hoy circulan por las carreteras españolas tiene como elemento central la constitución de una nueva filial mercante, planificada para finales de 2023 y de la que el Estado mantendrá un 50%. 

Mientras eso sucede, las conversaciones siguen abiertas con Maersk, MSC y CGA-CGM, las tres grandes navieras del mundo que se convirtieron en las finalistas de este proceso de selección al cumplir los requisitos de intermodalidad que pretende alcanzar el Ministerio. En la puja también participaron Deustche Bahn, SNCF o Trenitalia, los grandes operadores ferroviarios públicos de Alemania, Francia e Italia, respectivamente, así como otras grandes empresas, hasta un total de treinta interesadas. 

Ya forman parte del negocio de mercancías por tren

A la espera de que llegue el anuncio, el mercado ya ha comenzado a dar pistas de por donde pueden ir los planes de la naviera que resulte elegida. Dos de las tres candidatas saben de sobra cómo funcionan las mercancías por ferrocarril en España, ya que forman parte de las operadoras privadas que compiten contra Renfe en el mercado, y que año a año se han ido comiendo parte de un mercado que antes dominaba la pública.

Las navieras han ido embarcando poco a poco en los trenes españoles con la vista puesta en el largo plazo. Por ejemplo, MSC adquirió en 2015 a la equivalente portuguesa de Renfe Mercancías, CP Cargo, para convertirla en Medway y gestionar buena parte de los tráficos que a día de hoy circulan entre los dos países ibéricos. 

Otra de sus competidoras, CGA-CGM, se hizo con la totalidad de Continental Rail en julio de 2021; y la danesa Maersk, la tercera con opciones, se enfrenta al reto como la única sin experiencia a nivel de operación ferroviaria. Más allá de las elegidas, el interés del sector quedó patente cuando la naviera más grande del mundo, la china COSCO, se convirtió a finales del año pasado en la principal accionista de la operadora privada valenciana Logitren. 

Las mercancías por tren se recuperan en 2021

Mientras el sector naval hace números, el transporte de mercancías por ferrocarril trata de recuperarse del frenazo que pegó en 2020 a consecuencia de la pandemia. El Informe anual del sector ferroviario del año 2021, publicado recientemente por la CNMC, confirma cómo pese a que Renfe Mercancías mejoró de un año a otro sus cifras de ingresos y toneladas-kilómetro transportadas, su evolución sigue siendo decreciente. 

Hasta finales del año pasado, diez compañías operaban en España, logrando transportar 25 millones de toneladas netas, un 14% más que el año anterior. Los tráficos más habituales suelen concentrarse entre Madrid y regiones como Valencia, Sevilla, Castilla y León y el País Vasco. Además, la existencia de una plataforma logística en Zaragoza y las conexiones con Francia por Hendaya y Cerbere, especialmente para mover automóviles, permiten a las grandes industrias hacer uso del tren para su logística.  

La CNMC pone en su diana a Renfe Mercancías

En su informe, la CNMC relata la mala tendencia de Renfe Mercancías, que pese a crecer en 2021, "sigue mostrando un descenso lento pero sostenido". Por el contrario, las operadoras privadas registran un crecimiento moderado y han sufrido menos la crisis del covid, aunque a día de hoy siguen moviendo la mitad de mercancías que el operador estatal. 

Las alternativas a Renfe pasan por Captrain, que ha consolidado como segundo operador del mercado al crecer un 6,7% interanual; Continental Rail, que creció un 8,3% gracias a la mayor actividad en el puerto de Valencia, y Transfesa, propiedad de la alemana DB, que creció un 1,5%. En total, el sector movió 274,4 millones de euros, dato que se quedó un 5% por debajo del registrado en 2019, el último año de normalidad prepandémica.