Renfe Mercancías no logró escapar de los 'números rojos' tras perder 17 millones

  • En 2017 fue la única de las cuatro filales en que se estructura la compañía ferroviaria pública que saldó el ejercicio en pérdidas.
Afronta un plan de ejecución de tres años (2017-2019) para evitar la quiebra
Afronta un plan de ejecución de tres años (2017-2019) para evitar la quiebra
Afronta un plan de ejecución de tres años (2017-2019) para evitar la quiebra
Afronta un plan de ejecución de tres años (2017-2019) para evitar la quiebra

Renfe Mercancías registró una pérdida neta de 16,98 millones de euros en 2017, 'números rojos' que, no obstante, suponen recortar en un 65% los contabilizados un año antes por la filial de la compañía ferroviaria pública, actualmente inmersa en un plan de saneamiento.

La filial de carga de Renfe, a pesar del recorte, no logró así cumplir con el objetivo marcado en dicho plan de cerrar 2017 con un cierto equilibrio en sus cuentas.

El plan tiene un plazo de ejecución de tres años (2017-2019) y el objetivo es evitar la quiebra de Renfe Mercancías con medidas para garantizar su saneamiento, su rentabilidad y su viabilidad futura.

En 2017, Renfe Mercancías fue la única de las cuatro filales en que se estructura la compañía ferroviaria pública que saldó el ejercicio en pérdidas.

No obstante, estos 'números rojos' no impidieron que el grupo lograra el primer resultado positivo sin extraordinarios de su historia.

Compensación de pérdidas

Renfe compensó las pérdidas del negocio de carga con las ganancias de Renfe Viajeros, la rama de transporte de pasajeros, que disparó un 51,2% su beneficio el pasado año, hasta 74,94 millones, gracias al impulso del AVE. Además, la rama de talleres aportó otros 12,39 millones al beneficio y la nueva división del alquiler de trenes 2,93 millones más.

En cuanto a Mercancías, sus pérdidas derivan de la demora a la hora de cerrar desinversiones previstas. La empresa esperaba anotarse 7,79 millones de euros por ventas de activos que finalmente no se han contabilizado.

La filial redujo un 0,5% sus ingresos el pasado año, hasta 227,7 millones. Este importe fue inferior a los 228,6 millones que sumaron los gastos, pese a que se lograron recortar en un 3,7%. Este descenso deriva, en gran parte, de la reducción de los de personal por el programa de bajas voluntarias incluido en el plan y ya acometido el pasado año.

Así, el beneficio bruto de explotación (Ebitda) de Renfe Mercancías cerró el año en un importe negativo de 950.000 euros, según la cuenta de resultados de la operadora a la que tuvo acceso Europa Press.

Renfe Mercancías salda con pérdidas el ejercicio a pesar de que en el plano operativo logró disparar un 7,3% el volumen de carga transportada, que sumó 19,63 millones de toneladas.

Además, el grado de aprovechamiento y ocupación de sus trenes escaló hasta el 41,6%, frente a la tasa del 40,7% del año anterior.

Trienio de saneamiento

Renfe Mercancías concluye de esta forma el primer ejercicio del trienio que abarca su plan de saneamiento, un proceso que desembocará en una alianza con un operador logístico privado con el fin de relanzar y potenciar su actividad.

En la actualidad, la compañía que preside Juan Alfaro tiene abierto el proceso de selección de la firma que asesorará a la compañía en la elección de dicho socio.

En paralelo, y una vez acometido el plan de bajas voluntarias, Renfe Mercancías trabaja en implementar otras de las medidas de su plan de ajuste, como es la venta de locomotoras y vagones excedentarios. La operadora prevé comprar nuevo material rodante de carga para esta filial en el plan de compra de trenes que actualmente ultima.

Asimismo, Renfe Mercancías tiene ya abierto el proceso de venta de la participación del 20% con que cuenta en Transfesa, operador privado controlado por la Deutsche Bahn alemana, y del 38% que ostenta en Semat, filial de esta misma empresa dedicada al transporte de vehículos en tren.

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