Valorados en 5.000 millones

Renfe renegocia con las constructoras sus grandes pedidos de trenes por la inflación

Alstom, CAF y Stadler han pedido incrementar el precio a abonar por las máquinas para hacer frente al aumento de costes en la construcción de las unidades que permitirán a la operadora renovar más de la mitad de su flota. 

Base mantenimiento Talgo
Renfe renegocia con las constructoras sus grandes pedidos de trenes por la inflación
Cesare Sapienza

El megapedido de 5.000 millones de euros en trenes para renovar la mitad de la flota de Renfe va a encarecerse. La operadora pública ya ha recibido las propuestas de las principales constructoras ferroviarias para revisar los precios de los contratos que les fueron encargados debido al alza del coste de los materiales, y está procediendo a analizarlas con detenimiento para ofrecer una respuesta. Estos contratos no tenían cláusula de revisión de precios, por lo que toda modificación al respecto debe contar con el visto bueno de los ministerios de Hacienda y Transportes.

La ministra del ramo, Raquel Sánchez, ya anunció hace un año su intención de renegociar estos contratos en una visita a la fábrica de Stadler, donde los responsables de la compañía le explicaron que los cálculos aportados en la licitación para materiales como el acero, aluminio o el cobre contenían precios notablemente inferiores a los que han ido adquiriendo en los últimos meses debido a la inflación generalizada y los problemas en la cadena de suministro.  

Entre las empresas que ya han presentado sus propuestas de actualización de precios se encuentran la vasca CAF, la francesa Alstom y la valenciana Stadler, que concentran la mayor parte de pedidos de trenes de Cercanías y Media Distancia. Los pedidos de alta velocidad están en manos de Talgo, quien tras ser preguntado por este medio, no ha confirmado que haya presentado una propuesta similar. 

En manos de Alstom y Stadler está buena parte de la renovación de los servicios de Cercanías de todo el país, por lo que alcanzar un acuerdo para no retrasar la entrega de las nuevas unidades se antoja trascendental para la operadora pública. En marzo de 2021 se adjudicaron el contrato de fabricación y mantenimiento de 211 trenes eléctricos —152 para Alstom y 59 para Stadler— a cambio de 2.445 millones de euros. Esta cuantía se elevará hasta los 3.115 millones tras ampliarse el pedido con otras 69 unidades extra para el servicio catalán de Rodalies. 

Por su parte, la constructora CAF también tiene en renegociación un importante peso de su cartera de proyectos, con más de 550 millones de euros en pedidos. Renfe adjudicó a finales de marzo la compra de 29 trenes eléctricos para Cercanías por 192,7 millones y otros 28 para media distancia por 290 millones. A eso hay que sumar el polémico contrato de los trenes de ancho métrico que conllevó el cese de los entonces presidentes de Adif y Renfe por demorar la solución que debía permitir cumplir con los gálibos de los túneles. 

Ese contrato, inicialmente adjudicado por 258 millones de euros en junio de 2020, verá incrementado su coste tanto por el recálculo de los materiales como por la compensación política acordada por el Gobierno con las comunidades autónomas de Asturias y Cantabria, que recibirán 7 trenes más de los inicialmente previstos. Por su parte, Stadler también se adjudicó recientemente la construcción de 24 locomotoras en ancho internacional para operar mercancías en el Corredor Mediterráneo a cambio de 137 millones de euros. 

Sin noticias de Talgo

Mientras Renfe renegocia con sus proveedores, sigue teniendo sobre la mesa la disputa abierta con Talgo por los retrasos en la entrega de los trenes Avril de la serie 106, que debían haber empezado a otorgarse en enero de 2021 y comenzar a prestar servicio el pasado verano, acumulando meses de retraso sin visos de que vayan a entrar en servicio, como pronto, antes de final de año. 

La constructora de los Oriol alegó causas "de fuerza mayor" y "exógenas" al requerimiento de Renfe, que tras desembolsar 786,5 millones de euros, propuso aplicar el sistema de penalizaciones fijado en el contrato por su incumplimiento. Esta resolución, por el momento, no ha llegado. Mientras tanto, el tren continúa en fase de pruebas, tras recibir la autorización de la Agencia Ferroviaria Europea (ERA) y a falta de que tanto la española (AESF) como Renfe den su visto bueno. 

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