Línea Dallas-Houston

Renfe coge aire con la victoria judicial del AVE de Texas por las expropiaciones

Los promotores del proyecto vencen en la corte suprema a los grandes propietarios de tierras que se oponían al tren de alta velocidad en el que participará la compañía española.

Renfe nuevo logotipo AVE
Renfe coge aire con la victoria judicial del AVE de Texas por las expropiaciones. 
RENFE

Noticias positivas para Renfe desde el otro lado del charco. Cuando parecía que el proyecto del AVE entre Dallas y Houston estaba tocado de muerte, los promotores de este plan denominado Texas Central han recibido un espaldarazo de la justicia para continuar adelante. El pulso llevaba años librándose con los grandes tenedores de terreno por el que debe circular el tren bala del que participa la empresa española y parecía que el fallo iba a ser favorable a este grupo de terratenientes, sobre todo al ver en las semanas previas a la resolución cómo abandonaban el barco los principales ejecutivos.

Pero la justicia ha dado un soplo de aire a Texas Central. Los tribunales del país razonaron que los promotores sí tienen derecho a la expropiación forzosa para finalizar un proyecto de más de 380 kilómetros que quiere unir en 90 minutos Dallas y Houston, cuarta y quinta ciudad más grande de los EEUU en términos económicos, respectivamente. "Agradecemos al Tribunal Supremo de Texas su tiempo y consideración en este importante asunto. Seguimos trabajando en este innovador tren de pasajeros de alta velocidad", resumieron.

Esto supone un gran empuje para Renfe, que se ha convertido en una pieza clave en el desarrollo de este tren de alta velocidad. Con la previsión de lograr más de 6.000 millones de dólares entre 2026 y 2042, la ferroviaria se hizo con las labores de consultoría en las fases embrionarias tras imponerse a sus rivales europeos (SNCF y Trenitalia) y más tarde ganó peso con la asignación de operador preferente. El objetivo final es conseguir una réplica del sistema ferroviario japonés Tokaido Shinkansen que opera la Central Japan Railway Company (JRC).

Estados Unidos es una pieza fundamental para Renfe en su hoja de ruta por la internacionalización. La empresa pública tiene como meta que el 10% de sus ingresos llegue en 2028 desde fuera de España. Así, al tren entre Dallas y Houston se suman el Tren Maya (México), la búsqueda de licitaciones en Francia o la compra del operador checo Leo Express, cuyas licencias se utilizarán para abrir la puerta de otros mercados europeos. La primera piedra en el camino en esta misión fue el Proyecto Haramain, conocido popularmente como el AVE a La Meca por unir esta ciudad con la de Medina y por ser el primer ferrocarril de estas características en Oriente Próximo.

La financiación, por atar

Por contra, los grandes terratenientes reciben ahora un jarro de agua fría tras haber agotado las instancias judiciales en su afán por paralizar el proyecto. Parte de estos grandes tenedores de terreno están agrupados bajo la asociación Texans Against High Speed Rail, que ha ido ganando peso ante la opinión pública, lo que les ha llevado a acaparar la atención y el apoyo de distintos representantes republicanos. Otro grupo contrario al planteamiento de Texas Central, Re-Routhe, también transmitió su "decepción" tras el fallo judicial, según reportaron medios locales.

El resultado ha chocado con las expectativas generadas, sobre todo a raíz de que la cúpula de Texas Central abandonara el proyecto en pleno pulso con los grandes terratenientes. Uno de los directivos salientes fue el propio consejero delegado y presidente, Carlos Aguilar, cuya renuncia fue adelantada por este medio y días después confirmada por él mismo en sus redes sociales. Los promotores ya contarían con un nuevo equipo directivo, si bien se desconoce quiénes lo componen. 

La resolución de la Corte Suprema de Texas no resuelve todos los problemas de Texas Central, que aún debe conseguir más dinero -las aportaciones iniciales las dieron dos bancos japoneses- para poner en marcha el tren bala. El consorcio todavía debe levantar 12.000 millones de dólares sin recurrir a fondos públicos, su principal compromiso. Esta misión es a día de hoy una ardua tarea por el entorno macroeconómico desfavorable que hay en el horizonte, donde la subida de tipos encarecerá la financiación y donde la inflación encarece los costes para la construcción de este tipo de proyectos.

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