Renfe vuelve a las renovables cinco años después en pleno debate sobre la energía

  • Adif eligió en 2013 energía limpia 100% para mover los trenes, pero un año después volvió a contratar con Endesa, GN Fenosa y EDP-Hidrocantábrico
Adif y Renfe exigen energía renovable para la electricidad de los trenes.
Adif y Renfe exigen energía renovable para la electricidad de los trenes.
EP

Cuatro días después de que el Ayuntamiento de Madrid ganara el pulso a las eléctricas por exigir energía 100% limpia en el suministro de edificios municipales, el gestor de infraestructuras ferroviarias, Adif, se ha sumado a la ola renovable. Adif es el segundo consumidor de energía eléctrica del país y ha lanzado un concurso público para suministrar electricidad al AVE en 2019 y 2020 por importe de 507,52 millones. En el contrato exige que los suministradores aporten energía 100% renovable.

Aunque la exigencia formal de energía 100% limpia es una novedad, la apuesta renovable de Adif y de Renfe para el ferrocarril no es nueva. En 2013, los trenes se movieron con energía de origen 100% renovable proporcionada por Acciona y por Enérgya VM Gestión, filial del grupo Villar Mir. Hubo polémica porque muchos expertos manifestaron la imposibilidad de comprobar que, efectivamente, el origen de toda la energía era limpio.

Eran otros tiempos, pero los impulsores de las energías renovables consideraron el contrato de los trenes como un movimiento en línea con la modernidad y con los países mas serios de Europa en cuestiones medioambientales como Alemania, Austria y Suiza, que también apostaban por las renovables para mover sus trenes.

Adif, el gran cliente eléctrico

El contrato de 2013 era algo más que un gesto porque Adif -que actúa como intermediaria en la compra de energía para Renfe- es el gran consumidor público de electricidad. Sólo la supera la compañía de aluminio Alcoa. Por eso, la apuesta por las renovables de hace cinco años, como el anuncio del gran contrato para los próximos dos años es una señal de por dónde van a ir el resto de las Administradores.

El afán renovable duró poco. En 2014, Adif y Renfe volvieron a considerar más importante el precio que las cuestiones medioambientales. Adjudicaron el contrato -189 millones en aquel ejercicio- a las empresas tradicionales: Endesa, Gas Natural Fenosa y EDP-Hidrocantábrico. El resultado: el suministro eléctrico al ferrocarril tuvo como origen en un 37% el carbón; el 29% fue nuclear; el 18% gas y el 8% hidroeléctrico. En los años siguientes, las adjudicatarias se han repetido prácticamente, con importes del contrato de en torno a 250 millones al año. Iberdrola y Endesa son los actuales principales suministradores, tras hacerse en 2016 con el contrato para los años 2017 y 2018.

La cuantía de los contratos apenas ha variado en los últimos años, según  explican fuentes ferroviarias, a pesar del aumento de los servicios debido a dos factores: la mayor calidad de los equipos y la formación de los maquinistas para una conducción más eficiente.

Menos contaminante

El tren es uno de los modos de transporte menos contaminantes. Por ello, la UE ha impulsado en los últimos años medidas para estimularlo como  modo de transporte sostenible, junto a las vías navegables interiores. Según la Asociación Ferroviaria Española(Mafex), el ferrocarril representa sólo 0,7% de las emisiones totales de CO2 mientras que alcanza el 9% de la demanda mundial de movilidad.

La Asociación explica además que "la transferencia o cambio modal en favor del transporte ferroviario desde otros modos permitiría una gran reducción en las emisiones a la atmósfera, que en otros medios alcanza el 22%; además, contribuiría aún más a reducir otra serie de gases contaminantes (NOx y partículas) y otras alteraciones medioambientales como el ruido, la luminiscencia, etcétera".

Con el concurso de suministro, Adif , dependiente del Ministerio de Fomento, se convierte en la primera empresa pública en pedir en sus contratos electricidad totalmente "verde". Casi con toda probabilidad, las empresas no recurrirán el pliego del gestor ferroviario.

Gas Natural, Endesa e Iberdrola sí recurrieron en el caso del Ayuntamiento de Madrid, que exigió certificación del origen 100% renovable de la energía para suministrar electricidad a los edificios municipales. Pero el Tribunal Administrativo de Contratación Pública ha respaldado la decisión de la Junta de Gobierno  que dirige Manuela Carmena. 

Mostrar comentarios