Una operación de 3.000 millones

Repsol se abre a vender hasta el 49% de Renovables sin ceder terreno de gestión

La primera petrolera española está abierta a colocar más de un 25% de su filial verde aunque insiste en mantener su actual soberanía en la dirección de su negocio verde.

Brufau Imaz
El presidente de Repsol, Antonio Brufau, junto al consejero delegado del grupo, Josu Jon Imaz
Agencia EFE

Repsol ha efectuado cambios de calado en el mandato de venta de su filial Renovables, un proceso que la compañía ha encargado a JP Morgan como banco coordinador. La primera petrolera española actualizó el pasado mes de diciembre los términos de la operación, que desde hace más de un año forma parte del plan estratégico del gigante energético. Grupo Repsol está dispuesto a ampliar hasta el 49% la venta de su filial verde, frente a la horquilla de entre el 10 y el 25% que se barajó inicialmente, según varias fuentes financieras conocedoras del mandato consultadas por La Información. El cambio no ha mermado la resistencia de Repsol a la hora de ceder terreno en la gestión de Renovables ante el eventual comprador.

La compañía que dirige Josu Jon Imaz está decidida a mantener la soberanía de la actual dirección de la matriz en la filial renovable. Esto supone que el grupo energético impondrá a su futuro socio un papel pasivo en la gestión de la compañía verde aún cuando este logre entrar en el consejo de Repsol Renovables con la adquisición de una participación de hasta el 49% en el marco de la operación en curso, según ha podido saber este medio. 

Esta 'línea roja' no solo acota el perfil comprador que encajaría en la operación, también implica una revisión integral del concepto mismo del consejo de administración, máximo órgano de gobierno corporativo de cualquier sociedad. Las fuentes consultadas indican que Repsol busca un socio financiero que se convierta en lo que en la jerga se conoce como inversor ancla o anchor investor al que, según las fuentes consultadas, se le reservaría un porcentaje previo de cara a una futura oferta pública de venta (OPV) del negocio renovable.

La puja para incorporar un socio a la filial verde arrancó hace apenas un mes. La operación es clave para blindar el giro estratégico que está llevando a cabo el grupo presidido por Antonio Brufau, dirigido a consolidar su posición como uno de los principales players de la transición ecológica en España. La entrada de un inversor servirá para dotar al negocio verde de credibilidad ante el mercado, toda vez que la línea de meta de la petrolera sigue siendo la salida a bolsa de Repsol Renovables.

La pasada primavera, cuando el suflé renovable empezó a desinflarse tras el fiasco de la salida a bolsa de Ecoener, que cerró la jornada de su estreno bursátil con una caída del 15,25%, los analistas recomendaron a Repsol esperar para lanzar la OPV de su negocio verde. La cartera de activos verdes del grupo la dominan los proyectos greenfield todavía en fase de desarrollo. La entrada de un inversor antes de la salida a bolsa aportará el músculo financiero que el grupo necesita para poner en operación buena parte de estos proyectos, impulsando la valoración de sus renovables en el marco de un eventual salto en bolsa.

Repsol ha aprovechado los últimos meses para pulir su filial renovable, efectuando una suerte de carve out al retirar del perímetro de la división ciertos activos, en concreto, aquellos que no fueran íntegramente verdes. Las fuentes consultadas cifran en el entorno de los 3.000 millones de euros las futuras ofertas por la división en venta. El horizonte que maneja Repsol da margen para una revalorización del negocio verde, teniendo en cuenta que el grupo aspira a aumentar su capacidad instalada hasta los 20.000 MW en 2030. En consonancia, la empresa prevé elevar el beneficio bruto operativo (ebitda) de Repsol Renovales hasta los 331 millones en 2025.

Repsol prevé elevar el ebitda de Renovables a los 331 millones en 2025 y el mercado estima que las ofertas por la filial rondarán los 3.000 millones en el marco de la puja que coordina JP Morgan

Repsol acordó transformar la filial verde en sociedad anónima el pasado 14 de enero, lo que supone un paso clave para agilizar la entrada de un inversor. La puja se encuentra aún en una fase inicial. JP Morgan distribuyó el teaser, documento que recoge la información básica del negocio de la filial, entre los potenciales compradores hace poco más de un mes. La idea del grupo es recibir en febrero las ofertas no vinculantes de los candidatos. El sector espera que a la convocatoria acudan los principales fondos de inversión y de pensiones con presencia en España, pero no grupos industriales, poco interesados en la compra de minorías sin capacidad de gestión.

Repsol está avanzando en la búsqueda de un socio financiero para la filial renovable en paralelo a la exploración de alianzas para activos verdes concretos, una estrategia que el grupo energético tiene en marcha desde el verano pasado. El primer hito de este trabajo fue la entrada de Pontegadea, el family office del fundador de Inditex, Amancio Ortega, en parque eólico, el primero que Repsol ha puesto en operación en España. La operación se saldó con el desembolso de 245 millones de euros por parte de Pontegadea para tomar el 49% de Delta.

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