Luis Suárez de Lezo, el hasta ahora Secretario General y Secretario del Consejo de Administración de Repsol, dejará su cargo el próximo 1 de enero, tal y como como comunicaba la propia compañía este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Y no lo hará con las manos vacías ya que, por un lado, seguirá ejerciendo como consejero de la firma y, por otro, cobrará alrededor de 12 millones de euros como compensación por su salida. Una cuantía que implícitamente se ha justificado ante el organismo regulador empleando los mismos términos que el informe de retribuciones de la compañía vincula con el contrato de Suárez de Lezo, que data del año 2005.
La decisión de su relevo ha sido tomada "por mutuo acuerdo y a iniciativa y en interés de ésta" (la compañía), señala el hecho relevante en el que se comunicaba esta decisión. Esta frase es el elemento clave de la comunicación enviada a la CNMV y aparece prácticamente calcada en el último informe de retribuciones de la petrolera, el correspondiente al cierre del ejercicio de 2018, cuando se especifican las condiciones que deben cumplirse para que el ejecutivo pueda cobrar la compensación económica correspondiente a su cese en el cargo. En definitiva, Repsol ha tenido que justificar el interés de la empresa en prescindir de los servicios de su hasta ahora ejecutivo para que éste puede percibir la indemnización de acuerdo con lo establecido en su contrato.
En concreto, en la página 24 del citado informe de retribuciones, la petrolera señala que las condiciones del contrato del Consejero Secretario General, suscrito en 2005, "responden a las circunstancias personales, profesionales y de mercado del tiempo en que se firmó". Más adelante pasa a detallar los requisitos que es necesario cumplir para poder hacer efectivo el cobro de la indemnización y señala que "en caso de terminación del contrato por causas imputables a Repsol, por mutuo acuerdo -si se produce en interés de la compañía-, por el acaecimiento de circunstancias objetivas (...) está prevista una compensación económica", palabras muy similares a las que aparecen en el hecho relevante.
Esta cantidad rondaría los 12 millones de euros de acuerdo con el cálculo realizado a partir de la citada documentación. Estaría prevista una "compensación económica diferida equivalente a tres anualidades de la retribución anual total más una anualidad adicional correspondiente a la compensación por el compromiso del pacto de no competencia postcontractual". Luis Suárez de Lezo cobró de Repsol 2,97 millones de euros en 2018, según consta en la misma documentación. Esta cantidad se divide de la siguiente forma: 983.000 euros en concepto de retribución fija, 796.000 como variable, 354.000 al ostentar el cargo de consejero, 706.000 como retribución variable a largo plazo en metálico y 140.000 en acciones. La cantidad a cierre de 2018 apenas se queda un 2% por debajo de la que percibió en 2017, que alcanzó los 3,045 millones.
Teniendo en cuenta que esta cantidad debe ser multiplicada cuatro veces -tres salarios anuales a la que se le debe sumar otro más para evitar su fichaje por una firma de la competencia-, se obtienen casi 12 millones que cobrará de la petrolera tras su salida. Además, en buena lógica, como se mantendrá en el puesto de Consejero Externo, Suárez de Lezo seguirá recibiendo a partir de ahora por sus nuevas funciones una retribución superior a los 350.000 euros anuales.
El hecho relevante que anunciaba la salida de esta importante alto cargo de la compañía se hacía público el pasado miércoles 18 de diciembre. Solo dos días después, La Información sacaba a la luz la apertura por parte de la Audiencia Nacional de una pieza secreta en la que se investigan los presuntos trabajos que el comisario jubilado José Manuel Villarejo habría hecho para la petrolera.
Luis Suárez de Lezo fue nombrado consejero de Repsol por acuerdo del Consejo de Administración el 2 de febrero de 2005 y, posteriormente, ratificado por hasta tres juntas de accionistas diferentes a lo largo de los años, la última en 2017. El ejecutivo ha sido uno de los colaboradores más directos con los que ha contado Antonio Brufau en sus distintos y complicados avatares dentro de Repsol y fue su mano derecha en el conflicto que enfrentó al actual presidente no ejecutivo de la petrolera con Sacyr en la etapa en que la constructora era dirigida por Luis del Rivero.
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