Ganan ventaja en la carrera renovable

Cepsa y Repsol reordenan la cúpula de su filial química y blindan su giro verde 

Ambas compañías han nombrado a Juan Carrillo de Albornoz, líder del lobby petrolero, presidente de su participada Asesa, la refinería de de betún asfáltico más grande de Europa.

Juan Antonio Carrillo de Albornoz, presidente de la AOP y nuevo primer ejecutivo de Asesa
Juan Antonio Carrillo de Albornoz, presidente de la AOP y nuevo primer ejecutivo de Asesa
Repsol

Repsol y Cepsa han movido ficha para capitanear el giro verde en la industria del crudo. Ambos grupos han ascendido al líder del lobby petrolero, Juan Antonio Carrillo de Albornoz, a la presidencia de su participada Asesa, la refinería de betún asfáltico más grande de Europa. El movimiento tiene un marcado carácter estratégico. Desde su designación al frente de la patronal el pasado marzo, el directivo se ha convertido en el máximo valedor ante el Gobierno de los intereses de la industria petrolera, que aspira a captar parte de los 140.000 millones del fondo Next Generation que le tocan a España.

El capital de Asesa está dividido al 50% entre Cepsa y Repsol. Los dos accionistas han reforzado la cúpula directiva de la compañía especializada en la producción de betunes, tal y como consta en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme). Carrillo pasa de la vicepresidencia a relevar a Antonio Joyanes como número uno del gigante de la producción de betunes. Ambos son, respectivamente, directores ejecutivos del área de Refino de Repsol y Cepsa. Joyanes desciende un escalón y queda como número dos.

Los cargos en el primer nivel de Asesa son periódicos dado que los dos grandes accionistas controlan a partes iguales el capital de la participada. Esta vez, el relevo llega en el momento más oportuno, pues el actual mandato de Carrillo coincidirá con el desembarco de la primera partida de 9.000 millones de los fondos europeos. Desde su posición en la patronal del crudo, la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), el directivo propulsará la transición energética del sector español del refino, un proceso en el que los gigantes del sector deberán ir de la mano de la Administración. 

Tanto Cepsa como Repsol están inmersas en un proceso de transformación total. Y en ambos casos el área química se ha consolidado como uno de sus negocios más rentables. Para la primera, este área se ha instalado en resultados récord, con un ebitda de 231 millones al cierre del primer semestre, lo que supone un 40% más que en el mismo periodo del año anterior. Esta división también fue una de las que mostraron un mejor comportamiento en Repsol entre enero y junio. El área Industrial del grupo, que engloba el negocio de Química, registró un beneficio de 239 millones, gracias a sus márgenes extraordinariamente elevados.

La estrategia verde de la compañía que dirige Philippe Boisseau es una de las mayores incógnitas del sector. La segunda mayor petrolera  del país ha dilatado la presentación de su nueva hoja de ruta hasta recoger los frutos de las medidas de contingencia que adoptó a causa de la crisis sanitaria. El plan de choque dio sus frutos. El grupo ha saneado su cuenta de resultados y se ha anotado 337 millones de beneficio. Cepsa desgranará su plan estratégico en otoño. Este incluirá desinversiones en ciertas tecnologías para favorecer la descarbonización de su actividad. Tal es el caso de sus centrales térmicas, que llevan meses con el cartel de 'se vende' a espera de un comprador.

Repsol congeló su plan para sacar a bolsa su filial renovable ante los altibajos del mercado y el inesperado acelerón de la OPV de Acciona Energía, su gran competidora por el apetito de los inversores. Con todo, el grupo que pilota Josu Jon Imaz aspira a convertirse en uno de los actores con más peso en la escena renovable nacional. El plan estratégico del grupo que pilota Josu Jon Imaz incluye una inversión de 5.500 millones hasta 2025, su fecha tope para contar con 7.500 MW verdes.

Ambos gigantes han presentado una batería de proyectos candidatos a beneficiarse del 'Plan Marshall europeo'. Con este propósito Cepsa contrató los servicios de la big four Deloitte, a fin de poner a punto una serie de proyectos millonarios con un fuerte carácter transformador destinados a reforzar su peso en las energías limpias, así como a contribuir a la revalorización, precisamente, de su negocio químico. Por su parte, Repsol ha presentado un portfolio con una treintena de iniciativas para movilizar cerca de 6.000 millones con las ayudas europeas.

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