Repsol mantiene el radar sobre proyectos renovables pese al 'boom' especulativo

  • La petrolera se retiró de la puja por la compañía solar X-Elio por las elevadas exigencias del fondo KKR, pero la partida no ha acabado.
El presidente de Repsol, Antonio Brufau, renovará por dos años.
El presidente de Repsol, Antonio Brufau, renovará por dos años.
EP

Cuando el actual presidente de la petrolera Repsol, Antonio Brufau (71), se incorporó al consejo de la compañía, allá por 1996, el objetivo de la empresa era encontrar petróleo, cuanto más mejor, y convertirse en una verdadera multinacional de los hidrocarburos. Cuando Brufau deje el cargo que previsiblemente renovará hasta 2023 en la junta general de accionistas del viernes, la compañía estará centrada en la venta de electricidad y gas, además de gasolinas y gasóleos,  y en gestionar activos renovables, no regulados y desarrollados desde la base. Un cambio forzado por los tiempos.

Lo inmediato es concretar el giro desde el negocio de los combustibles fósiles, con fecha de caducidad, hacia los negocios limpios. Y en ese objetivo la petrolera se enfrenta a un problema. Tras el parón de los últimos años, las renovables viven un boom especulativo en España que ha disparado los precios. Sobre el papel, sólo hay un puñado de sociedades con proyectos renovables en marcha.

Son las que ganaron las subastas de renovables de 2016 y 2017: las Cobra (ACS), Enel Green Power, Forestalia, X-Elio, Naturgy, Solaria, Siemens Gamesa... Pero en el sector, sobre todo en la actividad fotovoltaica, pululan otros grupos y fondos de inversión que se mueven a corto plazo y piden precios elevados por los activos que controlan. Según  la asociación fotovoltaica Anpier, el 25% de los 3.000 MW de la última subasta de renovables están en manos de los fondos. Además, de los más de 8.000 MW proyectados o en construcción fuera de subasta, un porcentaje superior al 60% pertenece ya a grandes empresas. Un problema a la hora entrar en el negocio.

Cartera lubricada

Repsol resolvió con relativa rapidez la incorporación al sector eléctrico con la compra de activos de la eléctrica Viesgo a finales del pasado año Sacó la cartera, bien lubricada tras la venta de su participación en Gas Natural Fenosa -hoy Naturgy- y puso sobre la mesa 733 millones de euros. Suficientes para comprar un total de 2.350 MW repartidos en dos ciclos combinados y tres hidroeléctricas, así como la comercializadora de gas y electricidad, que contaba entonces con 750.000 clientes.

Gráfico fotovoltaico.
Gráfico fotovoltaico.

Con los mimbres eléctricos comprados a Viesgo, el acuerdo de colaboración firmado con el El Corte Inglés y su red de gasolineras Repsol ha logrado ubicarse en un nuevo escenario de negocio. A cierre del primer trimestre superaba los 830.000 clientes, 20.000 más de los que tenía a finales de febrero; la base de clientes con la que adquirió los activos de la compañía era de 750.000. Para 2025, la petrolera pretende obtener para entonces una cuota de mercado minorista de electricidad y gas superior al 5% y 2,5 millones de clientes.

Pero el objetivo sigue siendo el sector renovable. La petrolera juega una auténtica partida de póker en torno a la compañia solar X-Elio, controlada por el fondo KKR desde 2015. La partida, que ahora está en tablas, viene de lejos. Repsol intentó comprarla hace dos años. Quedó como finalista con Shanghai Electric, pero la venta nunca llegó a cerrarse. Cuestión de precio. Como en el último intento. KKR, según  fuentes conocedoras de los contactos se plantó en los 1.200 millones y la compañía de Brufau en 900. ¿Fin de partida? Sólo en apariencia. La petrolera, según admiten fuentes de la compañía, no ha apartado el visor del objetivo.

La baza de X-Elio

X-Elio cumple con la plantilla de aprobar compras decidida por la dirección de la empresa que encabeza Josu Jon Imaz: proyecto renovable, no regulado, en desarrollo y capaz de "entrenar" a la compañía en los nuevos modos del negocio de las energías verdes. En números: 455 MW para trabajar tras las últimas subastas e importantes proyectos a desarrollar tanto en México, donde obtuvo 242 MW en la subasta de de 2016 y 250 MW en la de 2017, como también en Estados Unidos. Imaz  dejó claro en una conferencia con analistas e inversores en febrero que la compañía no va a pagar un sobreprecio por activos. Póker.

El plan estratégico de Repsol hasta 2020 prevé 15.000 millones de inversión. Del total, 4.000 millones se destinarán a nuevas iniciativas, tanto para la expansión de los negocios de petroquímica, estaciones de servicio, lubricantes y 'trading' (1.500 millones), como para proyectos de bajas emisiones de CO2 (2.500 millones). Si los precios elevados -sobreprecios en el lenguaje de Imaz- no lo permiten, la petrolera apostará por las actividades tradicionales, lubricantes, gasolineras etc.

En su hoja de ruta, gas y coche eléctrico, son también claves. La petrolera ha invertido desde 2013 en torno a 400 millones de euros en I+D. Las líneas de trabajo han sido un Laboratorio de Electrificación del Transporte; la empresa IBIL –con el Ente Vasco de la Energía- para suministro de energía en el coche compartido; el proyecto Spain 2017, para impulsar un sistema de propulsión híbrido en el transporte, y la empresa Scutum (15,4%) que trabaja en baterías para motos eléctricas. En los próximos meses, la apuesta será más rotunda, en línea con los nuevos proyectos para el desarrollo del coche eléctrico.

Mostrar comentarios