Junta de accionistas de Repsol

Brufau reclama una política industrial europea para 'competir' con EE UU y China

Asegura que el Viejo Continente podría quedarse en la periferia del gran núcleo económico que conforman las dos potencias y aboga por medidas que combinen la lucha contra el cambio climático y una apuesta decidida industrial.

El presidente no ejecutivo de Repsol, Antonio Brufau (c) junto al consejero delegado Josu Jon Imaz (i) y el secretario del consejo de administración Pablo Blanco (d)
Brufau reclama una política industrial europea para 'competir' con EE UU y China.
EFE

El presidente de Repsol, Antonio Brufau, manda un mensaje claro y contundente a la clase política. Asegura que Europa podría quedarse en la periferia del gran núcleo económico que conforman Estados Unidos y China y reclama medidas que combinen la lucha contra el cambio climático con una apuesta decidida industrial. En su opinión, el Viejo Continente "no va en la dirección correcta" y ha advertido de que existe el riesgo de que quede relegado a una esquina, que sea "un subcontinente occidental de un componente de Europa mayor que sería Eurasia".

"Las decisiones que se tomen hoy no van a ser neutras para el futuro de Europa. Las decisiones de colaboración público-privada no van a ser neutras, se está jugando el nuevo liderazgo mundial tecnológico e industrial, y hoy están muy focalizadas entre EEUU y China. Y si Europa acierta con políticas de cambio climático con política industrial, también tendremos un rol a jugar", ha aseverado en la junta general de accionistas, de la que ha salido reelegido como presidente de la petrolera por otros cuatro años. Ha considerado así que la Unión Europea (UE) ha mirado "mucho más a la parte social, a la parte humana" y a las necesidades que tiene el planeta para alcanzar la descarbonización en el año 2050, mientras que ha descuidado la posibilidad de que la industria "tenga también progreso".

"Es muy difÍcil de entender que Europa apueste solo por la electrificación de aquí a 2050"

Esta es así una nueva advertencia de Brufau, que viene defendiendo una "revisión exhaustiva" de la estrategia energética europea tras el cambio de escenario producido por la invasión de Rusia a Ucrania. "Es muy difÍcil de entender que Europa apueste solo por la electrificación de aquí a 2050", ha dicho durante su discurso al inicio de la junta. Bajo este contexto de 'batalla' industrial y energética, el directivo ha vuelto a destacar el plan aprobado por el Gobierno de Joe Biden. La Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés) destinará más de 360.000 millones de dólares a inversiones en energía limpia, cambio climático y seguridad energética, con el fin de tener una ventaja estratégica sobre China y el resto del mundo. "Es muy difÍcil de entender que Europa apueste solo por la electrificación de aquí a 2050", ha dicho Brufau.

En este sentido, ha resaltado que la "negación a la neutralidad tecnológica" por la que ha optado Europa con la prohibición de venta de coches nuevos de combustión a partir de 2035 provoca también que se dé una negación hacia todas aquellas formas de movilidad que sean distintas a la electricidad. Ha firmado que Europa corre el peligro de que su peso industrial termine trasladándose definitivamente a otros lugares del mundo como China o India, más permisivos con las emisiones de CO2. "Al perder tejido industrial perdemos competitividad en la sociedad europea. No es casualidad que llevamos ya 15 o 20 años en Europa sin conseguir el objetivo del peso del PIB industrial en relación al total PIB europeo, que estaba fijado en un 20%, estamos en un 16% y cayendo", ha subrayado.

Presidente hasta los 79 años

Brufau ha afirmado que Repsol liderará la transición energética industrial y que será una compañía "mucho más rentable". "Va a ser una compañía que cuando los que estén aquí en el 2050 la vean, van a poder pensar en que ha aprovechado todas las oportunidades que nos ha dado la política de descarbonización establecida y aquella que tiene que venir", ha indicado. El directivo continuará como presidente de Repsol por otros cuatro años pese a que en 2019 anunció su intención de retirarse este mismo 2023. Es consejero de Repsol desde 1996 y ocupa la presidencia desde 2004, por lo que acumulará más de dos décadas en el cargo. En 2015 traspasó todas las funciones ejecutivas a Josu Jon Imaz, quien también ha sido renovado como consejero delegado. Brufau ha cumplido recientemente los 75 años y con esta nueva reelección estaría como presidente de la energética hasta los 79 años

Cuando delegó poderes en Imaz hace ya 18 años, renunció a una compensación por blindaje y por no competencia de 14,25 millones de euros, que le correspondían por la finalización de dichas labores ejecutivas. Así, se acordó que percibiese un salario fijo, sin variables por resultados operativos, por un total de 2,5 millones de euros. Esta nueva reelección como presidente no ejecutivo de Brufau irá acompañada de un recorte de la mitad de su salario fijo, hasta los 1,25 millones de euros, según ha podido confirmar este medio.

La continuidad de Brufau e Imaz se produce en el mejor momento de la compañía y en plena apuesta por las energías renovables. En 2022, superó todas las previsiones y se anotó un beneficio neto de 4.251 millones de euros, lo que supone un incremento del 70% en comparación con el ejercicio precedente. El resultado solo está por detrás del que registró en 2010 (4.693 millones con extraordinarios). Repsol está creciendo  a pasos agigantados en su apuesta para pasarse al 'verde' y para ganar músculo financiero ha apostado por dar entrada a socios minoritarios en sus proyectos. 

Nueva venta

Bajo este contexto, estudia la venta de una participación del 49% en una cartera de proyectos eólicos y fotovoltaicos en España, en operación o próximos a entrar en funcionamiento, siguiendo así con su estrategia de dar entrada a socios minoritarios, según adelantó El Confidencial y ha podido confirmar este medio. La operación, valorada entre 700 y 800 millones de euros, se encuentra en una fase muy inicial y se espera que se pueda cerrar a finales de este año. "Repsol está preparada para el futuro, con un negocio industrial de prestigio mundial, pionero en la transformación de sus activos, comprometida con el desarrollo de un tejido industrial sostenible, con el impulso de la eficiencia energética, el mantenimiento y generación del empleo y la aportación de valor a la sociedad", ha dicho Imaz.

Por otro lado, la junta también ha aprobado el nombramiento de María del Pino Velázquez Medina como consejera externa independiente. Con su nombramiento, los consejeros independientes representan el 73,33% dentro del consejo de administración y la presencia de mujeres se sitúa en el 40%, en línea con las mejores prácticas internacionales y las recomendaciones del Código de Buen Gobierno para las sociedades cotizadas de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Asimismo, los accionistas han dado luz verde la reelección como consejeros de Aránzazu Estefanía Larrañaga, María Teresa García-Milá Lloveras, Henri Philippe Reichstul y John Robinson West, así como a la ratificación del nombramiento por cooptación y reelección de Manuel Manrique, que seguirá así en el órgano rector de la compañía a pesar de que Sacyr ya dejó de ser accionista de la petrolera el año pasado.

dividendo

  • Repsol destinará en 2023 el 30% de la caja operativa generada a remunerar al accionista. La junta general de accionistas ha aprobado un dividendo de 0,35 euros brutos por acción con cargo a los beneficios de 2022 y el reparto, asimilable al pago a cuenta del ejercicio 2023, de otros 0,375 euros brutos por acción, pagaderos en enero del año que viene.
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