Repsol crece a pasos agigantados en su apuesta para pasarse al 'verde'. En diciembre del año pasado anunciaba la que hasta ahora ha sido su operación más grande en energías renovables y este mismo miércoles informó de un nuevo impulso en su internacionalización con proyectos en Italia. La petrolera española toma la delantera entre sus competidoras europeas, como son BP y Shell, más cautas a la hora de invertir por la subida de los costes de capital.
La compañía que dirige Josu Jon Imaz cuenta actualmente con una cartera renovable de más de 2.000 MW, lo que la sitúa a 3.000 MW de alcanzar su objetivo (de 6.000 MW) a 2025. Para final de década sube el listón hasta los 20 gigavatios (GW). En total, invertirá 19.300 millones de euros en generación eléctrica renovable y producción de hidrógeno verde durante el periodo 2021-2025.
Con la compra de Asterion Energies a finales de 2022 por 560 millones de euros (más un máximo de 20 millones en concepto de pagos contingentes) sumó nada más y nada menos 7.700 MW de una tacada, repartidos entre España (84%), Italia (12%) y Francia (4%). En concreto, 4.900 MW son de energía solar fotovoltaica y 2.800 MW de generación eólica. Esta operación fue la 'llave' que estaba esperando Repsol para dar un fuerte impulso a su crecimiento en el negocio de las renovables tanto en España como en otros mercados de Europa, "estables y con gran potencial".
Expansión internacional
En su apuesta por ser uno de los actores más importantes en el mercado de las renovables, la empresa, además de su actividad en España, donde cuenta con 1.600 MW de capacidad instalada, entre eólica, solar fotovoltaica e hidráulica, dispone ya de 62,5 MW operativos en Estados Unidos, 179 MW en Chile -a través de su 'joint venture' con el Grupo Ibereólica Renovables-, y 3 MW en Portugal, por su participación en el parque eólico flotante WindFloat Atlantic.
Además, tanto en EE UU como en Chile, aspira a desarrollar nuevos proyectos. En Nuevo México está construyendo la planta fotovoltaica Jicarilla 1, de 62,5 MW de capacidad instalada y 20 MW de almacenamiento a través de baterías. Por otro lado, construye el proyecto solar fotovoltaico Frye, de 637 MW, en el estado de Texas, que entrará en operación en 2024; y ha aprobado la decisión final de inversión del parque solar Outpost, de 629 MW. En el país latinoamericano, la alianza con el Grupo Ibereólica Renovables da a Repsol acceso a una cartera de proyectos en operación, construcción y desarrollo de más de 1.600 MW hasta el año 2025 y la posibilidad de superar los 2.600 MW en 2030.
Ahora, en Italia, planea la construcción de sus dos primeras plantas solares fotovoltaicas, que tendrán 11 MW de potencia y estarán situadas en la región de Puglia, al Sur del país. No obstante, una vez entre en operación el portfolio en su totalidad, añadirá 943 MW eólicos y 825 MW fotovoltaicos. De los 1.768 MW, más del 60% está en avanzado estado de tramitación. En opinión de la petrolera, Italia ofrece un gran potencial para reforzar su posición. Para lograr su objetivo ha necesitado ganar músculo financiero y, en junio de 2022, cerró la venta de un 25% de su negocio de renovables por 905 millones de euros a al consorcio formado por Crédit Agricole Assurances y el fondo suizo Energy Infraestructure Partners (EIP).
La incorporación de este socio a su filial verde llevaba aparejado un compromiso de inversión en línea con el plan estratégico de la multienergética española, así como la entrada en nuevos mercados y la incorporación de tecnologías complementarias, como puede ser la eólica marina flotante. En septiembre también se deshizo de parte de su negocio de petróleo y gas por 5.000 millones. La transacción incluyó los activos de Exploración y Producción en Malasia y el bloque 46 CN en Vietnam. En total representaban aproximadamente el 2% de la producción neta de la compañía en todo el mundo.
En el lado contrario, Shell y BP "parecen reacias a aumentar el gasto en renovables puras", señalan desde Scope Ratings. Las petroleras británicas prefieren inversiones bajas en carbono que puedan integrarse más fácilmente en sus actividades principales y que tengan periodos de amortización más cortos como los biocombustibles, el biogás, el hidrógeno o la recarga de vehículos eléctricos. En el caso de los biocombustibles y la movilidad eléctrica, se observan rendimientos de alrededor del 15%, mientras el hidrógeno tiene perfiles de hasta dos dígitos. Sin embargo, los rendimientos no apalancados de las renovables puras son del 6-8%, según British Petroleum.
De hecho, Lightsource bp, firma participada al 50% por Lightsource y BP, vendió a principios de este año 247 MW de fotovoltaica en España a Plenium Partners y Bankinter Investment, mientras que a finales de 2022 transfirió a Sonnedix una cartera solar de 300 MW en el Reino Unido. En este sentido, BP prevé una inversión de 2.000 millones de euros en su refinería de Castellón para la producción de hidrógeno verde y biocombustibles. La iniciativa se enmarcará en el denominado Clúster del hidrógeno de la Comunidad Valenciana (HyVal), que estima "la producción de hidrógeno a gran escala con una capacidad de electrólisis de hasta 2GW para 2030". Para la misma fecha, la intención es alcanzar una producción de 650.000 toneladas de biocombustible, que supondrá triplicar la cantidad actual.
En el caso de Shell, tiene más de 46 GW de potencial de generación renovable en su cartera, aunque por ahora 'solo' 2,2 GW en operación, 3 GW en construcción/contrato y 40,9 GW de capacidad potencial en su portfolio, que van desde proyectos solares a escala, hasta proyectos eólicos flotantes y proyectos integrados de energía eólica a hidrógeno. De los primeros, está planteándose desinversiones.
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