La ola de OPVs mete presión a la petrolera

Repsol suelta lastre de los ciclos de gas antes de sacar a bolsa su filial renovable

La compañía que preside Brufau traspasará los activos vinculados a los ciclos combinados, actualmente parte del patrimonio de su filial renovable, a una sociedad limitada de nueva creación.

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Repsol suelta lastre de los ciclos de gas para poner en valor su filial renovable
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Repsol mueve ficha para sacar brillo a su filial de renovables con la vista puesta en su futura salida a bolsa. La división verde del grupo que pilota como consejero delegado Josu Jon Imaz cruzó la línea de salida de la carrera hacia el parqué con una notable desventaja respecto a sus competidores: el peso de los ciclos combinados. Consciente de este inconveniente la petrolera ha decidido soltar lastre y ha extraído del patrimonio de Repsol Generación Eléctrica, que condensa la mayor parte del negocio renovable de la petrolera, de la carga de los activos vinculados a las centrales de gas natural, que mermarían el atractivo de su división, y los ha traspasado a una nueva sociedad limitada que la empresa ha creado especialmente con este fin.

Hace algo más de dos semanas el grupo presidido por Antonio Brufau acometió la transformación de Repsol Generación Eléctrica de sociedad limitada a sociedad anónima. Se trata de un paso necesario antes de dar el salto al mercado continuo. El 7 de abril, la empresa volvió a mover ficha para 'acicalar' a su filial de luz y energías renovables antes de su estreno bursátil, operación que podría producirse entre finales de 2021 o principios de 2022. l socio único de la división verde (Repsol Electricidad y Gas, S.A.), aprobó el trasvase de los activos problemáticos a una nueva filial denominada Repsol Generación Ciclos Combinados. 

El trámite fue publicado este lunes en el Registro Mercantil.  "El socio único de Repsol Generación Eléctrica ha aprobado la escisión parcial de la Sociedad Escindida, sin que se produzca la extinción de la misma, mediante el traspaso en bloque y por sucesión universal de una parte de su patrimonio que constituye una unidad económica y organizativa independiente y autónoma, en favor de una sociedad limitada de nueva creación que se denominará Repsol Generación Ciclos Combinados, S.L. Unipersonal", reza el comunicado firmado por el administrador único de Repsol Generación Eléctrica, Javier Anzola Pérez.

El punto de inflexión que confirmó el desplome de la valoración de los ciclos combinados en España fue, precisamente, la compra del negocio no regulado de Viesgo por parte de Repsol a finales de 2018. La petrolera desembolsó 750 millones de euros a los fondos Macquarie y Wren House de los que, poco más de 100 fueron asignados a la adquisición de las dos centrales de gas que incluía la transacción. En este tipo de instalaciones se produce lo que se conoce como ciclos combinados: la transformación de la energía térmica del gas natural en electricidad. La exigua cantidad que Repsol pagó por estos activos dio cuenta de que el apetito inversor por estas instalaciones surgido al calor de la bonanza económica de la primera década del siglo XXI había tocado techo. La fiebre renovable de los últimos años les ha dado la puntilla.

El equipo de Repsol está desarrollando una ingente labor administrativa para poner a punto todas aquellas filiales que pudieran estar involucradas en alguno de los dos grandes movimientos corporativos que el grupo quiere cerrar antes de que termine 2021: la venta de su división de clientes (cuya valoración total ronda los 10.000 millones) y una operación dual track (contempla tanto una salida a bolsa como una venta) sobre, como mucho, del 49% de su filial renovable. La capitalización de esta última se sitúa en una horquilla de entre 3.000 y 4.000 millones. El papeleo es colosal y en el caso del negocio energético el reloj corre en contra. 

Repsol busca desprenderse de hasta un 49% de su filial renovable, a través de la colocación en bolsa o con su venta a un inversor, cuya capitalización podría llegar hasta los 4.000 millones

El apetito de los inversores avivó el interés de las renovables por probar suerte en bolsa. A sociedades de menor tamaño como Capital Energy, Factor Energía, Opdenergy Ecoener se sumaron gigantes como Acciona o la propia Repsol. Todas ellas han alimentado desde principios del año en curso las expectativas del hasta ahora estanco mercado bursátil español. Tras el tsunami inicial las aguas empiezan a calmarse. Es el caso de Capital Energy que ha decidido dejar para más tarde el salto al continuo y buscar otras fuentes de financiación. Con todo, la oleada de OPVs mete presión a la petrolera. 

El acelerón de Opdenergy y Ecoener, que aseguran estar preparadas para saltar al continuo antes de verano, y la luz verde de la junta de Acciona a la colocación de, al menos, un 25% de su filial Renovables, garantizan que las energéticas pondrán toda la carne en el asador para atraer a unos inversores con perfiles muy similares. La división verde del grupo de José Manuel Entrecanales, con cuya colocación espera alcanzar unos ingresos de 6.000 millones de euros, es el competidor más directo para la petrolera. Todo apunta a que, de los dos gigantes, será Acciona Renovables la que se estrenará antes en bolsa. Repsol tratará de colocar hasta un 49% de su filial verde tras correr un tupido velo sobre su pasado gasista.

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