Cierre de 2020

Últimos resultados de Bankia: ¿cuándo se terminará su fusión con Caixabank?

La entidad de José Ignacio Gorigolzarri ha cerrado el año 2020 con un beneficio neto de 230 millones de euros, lo que supone un descenso del 57,6% sobre el año anterior.

Una de las dos torres KIO con el logo de Bankia en plaza de Castilla en Madrid.
Últimos resultados de Bankia: ¿cuándo se terminará su fusión con Caixabank?
EP

Segunda entidad en rendir cuentas. Siguiendo con el aluvión de resultados empresariales -hace justo una semana abrió la veda Bankinter-, la mañana de este jueves ha sido el turno de Bankia. Y esto no es baladí, pues hablamos del que es el último ejercicio completo de la compañía que encabeza José Ignacio Gorigolzarri. En datos: ha cerrado 2020 con un beneficio neto de 230 millones de euros, lo que supone un descenso del 57,6% sobre el año anterior, como consecuencia de las provisiones de 505 millones de euros, registradas para hacer frente a la pandemia. 

Precisamente, se espera que mañana quien rinda cuentas sea Caixabank, la que lleva durante estos últimos meses siendo la pareja de baile de Bankia, desde que anunciasen su fusión el pasado 3 de septiembre. De hecho, los pasos marcados en la hoja de ruta de ambas compañías parecen haberse acelerado en los últimos días. Y es que el proceso estaba programado para ejecutarse a finales de este primer trimestre del año, pero ahora todo parece indicar que la integración jurídica podría llegar en poco más de un mes, a finales de febrero, según desveló ValenciaPlaza

Es más, se espera que en abril las oficinas de Bankia ya lleven la imagen de Caixabank, ya que, recordemos, será la compañía de Gorigolzarri la que sea absorbida. Con todo, la entidad resultante tendrá más de 20 millones de clientes con los que se buscará aumentar beneficios gracias a una importante reducción de costes a través de los puntos comunes que esperan lograr. En total, más de 1.000 millones de euros anuales como resultado de la suma de las sinergias tanto de costes como de ingresos y que serán la base del futuro banco.

Así las cosas, la nueva Caixabank verá la luz el primer trimestre de 2021. Entonces, a nivel práctico, ¿cuándo empezará a afectarle a los clientes? Aunque la integración se haga en los próximos meses, la parte tecnológica llevará más tiempo, por lo que no será hasta finales de 2021 cuando ambas entidades operen de forma conjunta, a no ser que los plazos se aceleren como está ocurriendo con la parte jurídica. 

En cualquier caso, por lo general, y antes de nada, los bancos resultantes de las fusiones siempre acostumbran a homogeneizar las condiciones de sus productos, así como sus tarifas, y esto además no se trata de un proceso inmediato, por lo que podríamos estar hablando ya de 2022.

Cómo afecta al cliente

Los bancos pueden cambiar unilateralmente las condiciones de las cuentas y de las tarjetas. Es probable que al principio sean las mismas pero que tras un plazo de tiempo prudencial, la entidad unifique dichas condiciones. En cualquier caso, están obligadas a informar a los clientes con antelación. Otro de los cambios probables es que los clientes de Bankia -entidad absorbida- vean modificado su código IBAN, aunque es un trámite que no les debería generar ningún perjuicio ya que la entidad es quien redireccionaría las domiciliaciones hacia el nuevo.

En el caso de las hipotecas o préstamos, estos no se verían afectados ya que hablamos de contratos con una duración definida, por lo que no podrían modificarse de forma unilateral. No obstante, las condiciones particulares de los productos vinculados sí podrían verse alteradas si no aparecen fijadas en las escrituras. Por ejemplo, las primas de los seguros podrían ser diferentes tras la renovación, se podrían incluir nuevas comisiones en tarjetas, etc.

Por último, en el caso de los productos de inversión, es probable que los clientes se vean obligados a traspasar sus fondos a los productos comercializados por el nuevo banco, ya que no todas las entidades bancarias comercializan los mismos fondos de inversión ni planes de pensiones. Este traspaso puede obligar al cliente a tener que asumir las comisiones de la otra entidad. A efectos fiscales, este cambio no supondría ninguna alteración para el cliente.

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