Reyal Urbis, el protagonista de la mayor quiebra inmobiliaria en la crisis de 2008 y todavía uno de los principales morosos de Hacienda, ha despertado el apetito del sector hotelero. En la recta final de su plan de liquidación, distintos inversores se han interesado por sus activos y en menos de una semana han acordado la compra de dos de sus hoteles, los últimos en subasta, situados en Madrid y en las estaciones de esquí de Baqueira Beret, en Cataluña. El precio acordado se ha situado por encima de los 25 millones de euros, el doble en lo que se habían fijado estos dos inmuebles cuando arrancó el proceso.
Ambos hoteles habrían movilizado a distintos interesados, entre ellos family offices nacionales y fondos de deuda, según explican fuentes conocedoras a La Información. Aunque de momento se desconoce la identidad del nuevo propietario, sí ha trascendido el nombre de otros interesados por activos de Reyal Urbis que se han adjudicado en los meses anteriores. Uno de ellos ha sido la gestora española Azora, que se ha hecho con distintos suelos desarrollados y por desarrollar en Málaga, o incluso el banco malo Sareb, que en un movimiento poco habitual se ha adjudicado un piso de lujo en una zona céntrica de Madrid.
El último de los hoteles fue vendido este martes. Se ubica en la calle Alcalá de Madrid, dentro de la M-30 y cerca de la plaza de toros de Las Ventas. Cuenta con 111 habitaciones, todas exteriores, y cinco salones privados disponibles para reuniones de empresas o celebraciones personales. El nuevo propietario, que ganó la puja al filo de las 14.00 h de la tarde del martes, se deberá subrogar los contratos de trabajo del personal que actualmente trabaja en el hotel.
El segundo de los hoteles que terminó vendido apenas 10 días antes fue el 5 estrellas de La Pleta, en Baqueira Beret, Lleida (Cataluña). El inmueble se alimenta del turismo de montaña y de los interesados en las pistas de esquí. Allí han apostado recientemente otros grupos hoteleros como Majestic en alianza con el futbolista Leo Messi. También tiene como vecinos al grupo hotelero Silken y a AC By Marriott. Aunque no es un establecimiento que permanece abierto los 365 días del año, en el sector consideran lo consideran un activo con un rendimiento atractivo.
Ambos establecimientos han cambiado de manos por más del doble del precio de salida marcado. Todo lo contrario de lo que sucedió hace unos meses, cuando Reyal Urbis prefirió empaquetar estos activos con otros de diversa índole (trasteros, residencias, suelos, solares y oficinas) y terminó declarando el proceso desierto. Por si no fuera suficiente esta situación, el precio de salida en la subasta extrajudicial quedó marcado por 220 millones de euros y los activos se encontraban repartidos en distintas provincias (Murcia, Cádiz o Pontevedra, entre otros). Como interesados sonaron la socimi La Finca y el gran fondo de deuda Apollo.
Un gigante caído
Tras la OPA de Reyal Grupo, propiedad del empresario Rafael Santamaría, sobre Urbis, una inmobiliaria de Banesto, tuvo lugar Reyal Urbis. Llegó a ser el segundo gran grupo inmobiliario del país por número de activos, pero todo cambió con el estallido de la burbuja del ladrillo. En el año 2012 presentó el 5-bis para protegerse frente a sus acreedores y no tener que suspender pagos, pero solo un año después terminó en concurso. La situación no mejoró y la reestructuración desembocó en el proceso de liquidación que, tras varios recursos judiciales, todavía tiene lugar a día de hoy.
En el segmento hotelero y a datos de 2019, la compañía todavía operaba un total de seis hoteles, todos ellos bajo la marca Rafaelhoteles, que explota en solitario o en alianza bajo la fórmula RafaelHoteles By. Esta cadena, centrada en el segmento urbano casi por completo, disponía en esas mismas fechas de 793 habitaciones, ocho restaurantes, un spa y 43 salones de reuniones. Todo ello sumaba 3.500 metros cuadrados de espacios y una capacidad para acoger hasta 4.000 personas. En su última memoria anual depositada en el Registro Mercantil reconocía que "la evolución del negocio de la sociedad está en cierto modo ligada al desenlace del proceso de liquidación de su accionista único".
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