Reynés diseña un plan en Gas Natural para "crear valor" sin descartar fusiones

  • El nuevo presidente ejecutivo se da cinco meses para diseñar la transformación de la compañía e imponer su estilo de gestión
Rafael Villaseca (izquierda), con el nuevo presidente de GNF, Francisco Reynés.
Rafael Villaseca (izquierda), con el nuevo presidente de GNF, Francisco Reynés.
EFE

El presidente de Gas Natural Fenosa (GNF), Francisco Reynés, dispone de un máximo de cinco meses -hasta junio, límite legal para celebrar junta de accionistas-en los que diseñar un  nuevo plan estratégico que guíe los pasos de la compañía en los próximos tres años. El plan, orientado a la transformación de la empresa con lo que define como "estilo personal" tendrá como eje "la creación de valor", sin descartar posibles operaciones de fusión. Su predecesor en el cargo, Isidro Fainé, intentó la integración de Gas Natural Fenosa con la portuguesa EDP para formar un gran operador ibérico, pero no lo logró.

El plan estratégico de Gas Natural Fenosa se demorará. La compañía ha tenido de todo menos un buen año en 2017, con beneficios muy ajustados de 1.360 millones -1% más-logrados a base de venta de activos. Reynés, en conferencia de prensa, adelantó que presentará sus planes coincidiendo con la junta general. Y "la junta general de Gas natural Fenosa se ha hecho en abril, mayo o junio" aclaró.

"Tengo que aterrizar y escuchar" antes de tomar decisiones, aseguró el nuevo presidente ejecutivo, que reclamó también "paciencia". Cuenta con una ventaja: conoce las cañerías de la empresa porque fue consejero de GNF durante un año tras la fusión la gasista con Fenosa y tiene parte del trabajo de campo hecho ya que, según aseguró, la empresa "lleva meses analizando las ventajas competitivas en los mercados en los que opera".

Lapsus, casualidad o no, GNF piensa en términos de península ibérica. Lo hizo el consejero delegado saliente Rafael Villaseca. Como parte de la defensa de su gestión en un año "muy duro", el recién nombrado presidente de la Fundación Gas Natural detalló en la presentación de resultados que la empresa ha proporcionado una rentabilidad al accionista superior al  13% "la más elevada de la península ibérica".

Además de decidir si continúa la labor de cortejo a EDP del anterior presidente, Reynés tendrá que concretar en el plan estratégico hasta 2020, si fija una nueva y mejorada política de dividendos y cómo da salida a las apetencias de los fondos. En el accionariado de GNF está el fondo Global Infrastructure Partners, GIP (20%), y estará CVC si este fondo concreta la compra del 20% que negocia con  Repsol-. Las ventas de activos de la compañía, además de salvar el ejercicio, han engordado la caja con jugosas ventas -más de 2.700 millones-. Y los fondos son poco dados a contemplar las ganancias en una hucha, por muy común que esta sea. 

Año de grandes objetivos

Encaminados hacia el año 2020, el año de los grandes objetivos energéticos y medioambientales, Gas Natural Fenosa forma parte de un sector sometido a fuertes cambios y en el que se da por hecho que, tarde o temprano, habrá baile de fusiones.

Isidro Fainé lo intentó con la portuguesa EDP aunque la compañía nunca lo confirmó oficialmente. Incluso Endesa, la filial de Enel en España estuvo en el radar. Ahora todo está abierto. Reynés y los accionistas de GNF tienen ante sí dos opciones: comer o ganar lustre para ser comido. En Abertis, el nuevo presidente de GNF ha demostrado que sabe cómo colocar una empresa en buena posición para recibir ofertas de compra.

En principio, Reynés mantendrá el equipo que ha dirigido la empresa en la última etapa. También la sede, recién trasladada desde Barcelona. En principio, porque sobre la posibilidad de revisar el cambio de sede no fue demasiado rotundo: "Todas las decisiones son susceptibles de ser revisadas", dijo.

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