Reynés extiende el ajuste inmobiliario en Naturgy a 30 países y más de 100 edificios

  • La compañía tiene que reducir 526 millones de costes internos y los edificios corporativos forman parte del plan de recortes.
Gráfico Naturgy.
Gráfico Naturgy.

El presidente de Naturgy, Francisco Reynés tiene un plan. De ajuste,por supuesto. Lo adelantó al poco de llegar a la compañía surgida de la fusión de Gas Natural y la eléctrica Unión Fenosa y lo está aplicando. Uno de los puntos de ese ajuste es la "reconversión inmobiliaria": eliminar duplicidades, agrupar empleados en centros corporativos -oficinas- donde sea posible y auditar las instalaciones de primera línea de trabajo -los centros operativos- para estudiar su venta y reducir costes.

En total, según las fuentes consultadas, los planes de Reynés para el ladrillo pueden afectar afectar a más de 100 edificios corporativos en los 30 países en los que tiene presencia. La nueva fase en el ajuste parte de la idea de que la fusión de Gas Natural con Unión Fenosa, en el año 2008, superpuso estructuras e inmuebles sin que once años después se hayan afinado los bordes de aquella operación.

El plan estratégico que presentó Reynés hace un año contemplaba, entre otros puntos, recortes de gastos, ahorros en la operativa interna, concentración de su presencia de 30 a 10 países y una revisión de la valoración de sus activos. En realidad, precisan fuentes de la compañía, el plan mencionaba la concentración de la empresa en 10 regiones, no países, pero lenguaje al margen, el proceso tendrá su reflejo en los activos inmobiliarios acumulados tanto por Gas Natural como por la antigua Unión Fenosa. Los principales inmuebles bajo observación en América Latina están en Argentina, Brasil, Chile y México. Pero también se estudian la situación de sedes en Europa, Asia y África.

La herencia de la fusión

La reconversión ya ha generado operaciones concretas en Europa. Naturgy ha cerrado la venta de sus filiales en Moldavia al fondo londinense Duet Private Equity por 141 millones de euros. Aunque no ha obtenido grandes beneficios, liquida algunos bordes de la herencia de la fusión de 2008. En Moldavia, Naturgy se deshace de las filiales Red Unión Fenosa, la compañía de distribución de electricidad, y Gas Natural Fenosa Furnizare Energie, la compañía de comercialización de electricidad.

También en España el ajuste inmobiliario afectará a decenas de edificios. Es un movimiento que alcanzará a 4.000 empleados -el grupo emplea a 18.000- y que se ajusta al cambio organizativo, de más vertical a más horizontal, que trata implantar el equipo de Reynés. Objetivo final del ajuste, tanto en España como en el resto de los países: reducir la factura inmobiliaria y promover el teletrabajo. Menos gasto. Más beneficio.

El plan de ajuste de inmuebles, nacional e internacional, pondrá en el mercado muchos miles de metros cuadrados. La empresa no concreta cifras. Pero sólo los movimientos previstos en las sedes de la empresa en Madrid (Avenida de San Luis) y Plaza del Gas (Barcelona) afectan a más de 55.000 metros cuadrados. En Barcelona son 23.000 metros cuadrados y en Madrid otros 32.000.

Costes internos

El objetivo final es reducir en 526 millones los costes internos. La tijera se aplica a todas las sedes. En 2022, de acuerdo con el plan estratégico que la empresa presentó en junio de 2018, el gasto interno tiene que reducirse a 100 millones de euros desde los 636 millones de 2017. Un tijeretazo que se está empezando a notar, pero que no ha llegado a su punto álgido.

Aunque la presión aumenta. Naturgy emplea en estos momentos a 12.700 personas, el 50% fuera de España. Recortó la plantilla en más de 2.000 trabajadores en 2018 gracias a prejubilaciones y bajas incentivadas de los empleados de más de 55 años. Y a ellos se han sumado otros 350 empleados más que han salido en el inicio de 2019. Pero el temor a nuevos recortes se mantiene.

Por el momento, Reynés ha conseguido una cierta paz social. El último paso ha sido la incorporación al convenio colectivo de Naturgy de la empresa  Naturgy IT, creada por la eléctrica e  IBM para externalizar servicios. Los sindicatos -USO es el mayoritario en la compañía- reclaman un acuerdo de garantías para las condiciones de todos los empleados, dentro o fuera de convenio. Una inyección de calma ante el fin del convenio el próximo año.

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