Foro Energy Prospectives

Reynés (Naturgy) pide "reglas claras" para invertir en la transición energética

El presidente de la compañía considersa que asistimos a un "nuevo keynesianismo" que no depende sólo de los Estados.

Francisco Reynés, presidente ejecutivo de Naturgy
Francisco Reynés, presidente ejecutivo de Naturgy
NATURGY - Archivo

El presidente de Naturgy, Francisco Reynés, reclama "estabilidad regulatoria y jurídica" para acompañar el proceso de transición energética"de forma realista" y convertir al sector de la energía y a sus empresas en tractor del proceso de cambio. Reynés explicó en la presentación del foro Energy Prospectives organizado por el IESE Business School y la Fundación Naturgy que el proceso inversor de la transición energética demanda "reglas claras" para "poder tomar decisiones sin intentar aparentar lo que uno no puede ser".

En una presentación breve, pero cargada de contenido, Reynés explicó que tras la pandemia, asistimos a un "nuevo keynesianismo" que no depende sólo de los Estados y en el que las empresas "deben aportar su grano de arena". En ese marco, añadió, las compañías energéticas deben aportar su grano de arena para convertir al sector en tractor de la economía. "El gran reto de la industria es acompañar el proceso detransición energética de forma realista".

La petición de Reynés de estabilidad regulatoria y jurídica se produce cuando aún están pendientes de cierre normas regulatorias que afectan al negocio del gas y de la electricidad. La Comisión Nacional de los Mercados y de la Comptencia (CNMC), recién renovada y con nueva presidenta -Cani Fernández- y el Ministerio de Transición Energética tienen que aprobar todavía el decreto de acceso y conexión a las redes de electricidad; el reglamento del decreto de subastas de energía; el decreto de cargos en el sector gasista y el Estatuto del Consumidor Electrointensivo. Todos ellos afectan a la actividad de las empresas energéticas.

Reynés encaró la transición energética en Naturgy con un importante cambio de rumbo. Hace más de un año decidió afrontar la depreciación  de las centrales tradicionales, que le hizo anotarse unas pérdidas contables de 2.822 millones de euros. Al tiempo, decidió aumentar el 60% el dividendo en cinco años.

Todo ello significó la apuesta por las energías renovables, que se ha traducido en 138 megavatios (MW) en proyectos solares y eólicos puestos en operación en el primer trimestre en España y otros 777 MW que entarán en operación dentro de este ejercicio. Estas actuaciones suponen una buena parte de los 301 millones de euros en inversiones en el primer trimestre. La capacidad instalada en el país asciende ya casi a 1.320 MW, un 15% más que hace un año

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