Potencial incremento de la morosidad

Las áreas de riesgo de la banca auguran impagos en las empresas tras el verano

Se teme fundamentalmente por los sectores de márgenes cortos, que van a sufrir para generar caja en un contexto de alta inflación y menor crecimiento económico. 

Ana Botín junto a José Ignacio Goirigolzarri y Carlos Torres. Tres presidentes muy diferentes en el control del poder ejecutivo dentro de sus respectivos bancos.
Ana Botín (presidenta de Banco Santander) junto a José Ignacio Goirigolzarri (CaixaBank) y Carlos Torres (BBVA)
EFE

La incertidumbre aumenta para el sector financiero a medida que el contexto adquiere un tono grisáceo. El crecimiento económico se estanca como consecuencia de la guerra y el monstruo de la inflación (10,2% en junio) cada vez resulta más difícil de dominar. Por ello, los equipos de riesgo de las entidades bancarias vigilan muy de cerca el comportamiento de pago de las empresas, sobre todo entre aquellas caracterizadas por márgenes cortos como el retail, las cuales es previsible que se topen con dificultades para generar caja y, con ello, para pagar el principal de sus líneas de financiación, teniendo incluso que refinanciarse sin garantías gubernamentales y con unos tipos de interés de camino a la normalización

"Yo diría que aún es muy pronto para observarlo, pero a finales de verano veo muy probable que se registren problemas de impago en banca comercial a un nivel relevante", señala a La Información un experto en riesgo de crédito corporativo de un gran banco. Se da la circunstancia de que prácticamente la totalidad de las compañías que formalizaron un contrato de préstamo con garantía del Instituto de Crédito Oficial (ICO) y que solicitaron un año adicional para iniciar el pago del principal más intereses ha consumido esta carencia a cierre de este segundo trimestre. 

Más de un 90% de alrededor de las 380.000 operaciones que se acogieron al año de plazo extra para comenzar a devolver esta financiación avalada ya ha tenido que empezar a pagar el principal o tendrá que hacerlo muy pronto. El decreto anticrisis que el Ejecutivo central aprobó en marzo incluía una extensión de seis meses adicionales, si bien estaba limitada a cuatro de los sectores más afectados por las consecuencias del conflicto bélico: el transporte por carretera, la agricultura, la ganadería y la pesca. Los últimos datos disponibles hechos públicos a mediados de junio constataban que se han desplegado avales por importe de 107.102 millones de euros que han permitido movilizar 140.627 millones. 

La línea ICO-Ucrania se atasca hasta septiembre

El 30 de junio ha concluido ya el plazo para resolver y aprobar operaciones de las líneas de liquidez e inversión. Ahora entrará en juego la última de 10.000 millones de euros para que empresas y autónomos puedan hacer frente al impacto económico causado por la guerra en Ucrania tras la invasión rusa. Desde algunas entidades reconocen que no hay mucho apetito por ella. No obstante, todavía no está disponible para los clientes de todos los bancos. Se cree que los aspectos técnicos y burocráticos podrían retrasar su puesta en marcha al 100% hasta septiembre. 

En España se han relajado los criterios para acceder a los préstamos ICO mucho más que en otros países, usándose en exceso y durante mucho tiempo

Diversas fuentes consideran que en España se han relajado los criterios para acceder a estos préstamos mucho más que en otros países, por lo que se podría decir que se han usado en exceso y durante mucho tiempo. Aunque la exposición a dudosos todavía está relativamente contenida, lo cierto es ya existen deterioros latentes y los créditos calificados en vigilancia especial -a un escalón de entrar en mora- ascienden a uno de cada cinco de los formalizados. Las refinanciaciones también han venido creciendo, las cuales suelen estar asociadas a posibles problemas de repago por parte de los acreditados y, por ello, más de la mitad de su volumen tienen etiqueta de dudoso.

El Banco de España ya ha advertido de esta delicada situación. Además, en la financiación bancaria empresarial predominan los préstamos con vencimiento a corto plazo o a tipo variable, por lo que la traslación de variaciones en los tipos de interés será rápida. Fráncfort ya ha adelantado que subirá los tipos el próximo mes de julio y aplicará, al menos, otro incremento adicional en septiembre, momento en el que valorará las circunstancias para decidir si es superior a los 25 puntos básicos.

Los bancos aseguran que no existen señales de problemas. El ICO opina igual, aunque la 'ventana' trimestral donde recibe las cifras de impagos todavía no recoge el fin de las carencias

Los bancos, en cambio, continúan asegurando públicamente que no existen señales significativas de que vaya a haber un problema. Todos coinciden en señalar que los acreditados se están comportando muy bien. La incertidumbre hacía pensar hace dos años que esta iniciativa para avalar la financiación del tejido productivo acabaría por estallar, pero la realidad por ahora no está siendo esa. No obstante, son conscientes de que deben ser prudentes, tanto en ICO como en el seguimiento de la financiación adicional.

El ICO abre una 'ventana' cada tres meses para que las entidades fijen las cuotas de impagos, con al menos 90 días de retraso, para después proceder a enviar la parte correspondiente del aval. La última que se activó fue el pasado mes de abril, por lo que la foto mostraba el escenario a finales de diciembre de 2021. Fuentes del organismo público aseguran que la información recibida no expone problemas importantes, aunque reconocen que estos datos todavía no recogen la parte de los créditos que finalizaron ahora la carencia adicional.

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