La ministra de Defensa, Margarita Robles, se ha puesto esta mañana durante unos minutos su toga de magistrada y ha analizado la decisión del Tribunal Supremo sobre quién debe pagar el conocido como impuesto de las hipotecas. Como miembro durante 12 años de la misma Sala Tercera de donde ha surgido la polémica, la representante del Gobierno se ha mostrado especialmente crítica con la segunda rectificación, la que se produjo el viernes, apenas 24 horas después de que se fallase a favor de la obligación por parte de los bancos de abonar el tributo de Actos Jurídicos y Documentados.
Para Robles, lo "insólito" y "desafortunado" es la postura del presidente de la sala, el juez Luis María Díez Picazo, quien fue el que decidió paralizar la sentencia. "He estado 12 años en esa sala del Supremo y nunca he visto nada en ese sentido", ha lamentado la titular de Defensa, que ha mostrado su preocupación por "porque rompe esa sensación de seguridad jurídica" que necesitan emanar los tribunales.
Sin querer entrar en los razonamientos de unos y otros, Robles ha querido defender a sus antiguos compañeros, a los que dice conocer muy bien, por su "rigor, responsabilidad y aplicación del Estado de Derecho", pero ha subrayado que la rectificación del viernes, fue una decisión "nada afortunada, cuando se ha querido establecer una sombra de duda sobre una decisión que habían tomado otros magistrados".
Después de que Díez Picazo dejara en el aire la decisión del tribunal de atribuir a las entidades bancarias el pago de este tributo, Robles ha tachado de "insólito" lo vivido la semana pasada en el Supremo y ha lamentado que la decisión del presidente desacredita la labor de los compañeros de la Sala Tercera, en la que Robles desempeñó su carrera antes de incorporarse a la política.
"No me ha gustado", ha insistido Margarita Robles durante una entrevista en el programa Espejo Público de Antena 3, donde también ha analizado la situación con Arabia Saudi y las relaciones comerciales entre España y Riad en la venta de armas.
"No comparto en absoluto el pronunciamiento del presidente de la sección, efectivamente la imagen que se da es que ante una sentencia que puede afectar a los intereses de los bancos se convoca un pleno. No me ha gustado", ha asegurado la ministra. Para Robles, la imagen que se da "no es buena" porque puede quebrar la imagen de seguridad jurídica que debe ofrecer el Supremo. "No obstante, conozco a los magistrados y que la gente sepa que la decisión final se tomará desde la responsabilidad de Estado", ha alegado.
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