El robo de clientes siguen en máximos en las telecos con las fusiones en suspenso

  • Moody´s advierte de que será difícil la concentración con Vestager como comisaria de la Competencia. Orange se resigna ante las dificultades.
Joao Felix del Atletico Madrid
Joao Felix del Atletico Madrid
Efe

La temperatura del sector de las telecomunicaciones en España no deja de subir. Los robos de clientes móviles, uno de los principales termómetros utilizados, sigue estando en niveles máximos, pese a una ligera caída tras la dura guerra del fútbol del año pasado. Este calentamiento sostenido en el tiempo -se lleva con medias mensuales que rondan las 600.000 portabilidades de contratos de móvil- se produce en un momento en el que las fusiones y adquisiciones siguen en un cajón ante la negativa de la Comisión Europea a reducir por debajo de cuatro los competidores de cada país. 

A finales de 2013 y principios de 2014, dos años después de que Telefónica decidiera dar un golpe en la mesa con la primera oferta de fijo y móvil con Fusión, el mercado se calentó. Se superó en varias ocasiones esa barrera psicológica de los 600.000 cambios de operador. La consecuencia en forma de adquisiciones no se hizo esperar: Orange sacó la chequera para hacerse con Jazztel, el principal aspirante entre los gigantes, y Vodafone hizo lo propio para integrar Ono. Estos movimientos tenían el objetivo de ganar tamaño -y en el caso de los británicos, conseguir infraestructura de internet fijo y televisión- y aflojar la presión competitiva. 

Ahora, unos años después, se vuelven a calentar. Y lo más llamativo es que no ha sido algo temporal, sino que se sigue manteniendo casi invariable. Entre los meses de enero y agosto de 2018 se firmaron 4,9 millones de portabilidades móviles. En el mismo periodo de este año, según las cifras de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), se rebajaron ligeramente a 4,7 millones. Se trata de una caída pequeña de menos del 3% y que deja la media en el entorno de las 600.000 mensuales. El organismo, presidido por José María Marín, ha destacado este dato en varias ocasiones como un "hito" que refleja la salud del mercado. Los operadores lo ven de una manera muy distinta, pues implica un desgaste de sus cuentas, por el alto coste de estas 'huidas' y de la captación de nuevos usuarios.

En este contexto se añade otro factor que lo hace aún más complicado: el giro hacia el 'low cost' de este mercado. Casi seis de cada diez altas brutas de las que se producen se circunscriben a este segmento. Un giro motivado por la irrupción del cuarto operador -cuya existencia ha sido defendida a capa y espada por el organismo de la competencia- y que ha pasado ya factura a las cuentas de resultados en España de Orange y Vodafone, principalmente. 

Pero, ¿por qué se dan tantos robos? Hay una clave que señalan varias fuentes del sector: el mercado ha dejado de crecer y, por tanto, la única manera de engordar la cifra de ingresos es el 'robo' al resto de competidores. Para muestra, dos cifras: en los nueve primeros meses de este año apenas se han creado 500.000 líneas móviles nuevas y algo más de 155.000 de banda ancha fija. Ambos incremento suponen en torno al 1% de la base total.

Sin consolidación a la vista

Estos ingredientes no han sido suficientes para que se desate una nueva fase de consolidación. Varios directivos de diferentes operadoras de España consultados por La Información confirman que si las 'reglas' impuestas por los organismos de la competencia, tanto españoles como europeos, permitieran la reducción de competidores ya se habría producido hace varios trimestres. Másmóvil y Euskaltel han sido siempre los señalados. La agencia de noticias 'Bloomberg' las colocaba entre las potenciales candidatas.

El consejero delegado de Orange España, Laurent Paillassot, quiso alzar la voz esta semana ante la situación del mercado: "Tener un mercado con cinco operadores nacionales y medio, con Digi y Euskaltel, no me parece razonable". Pese a ello, se mostró convencido de que han cambiado muy pocas cosas en la Comisión Europea, poco proclive a la reducción de jugadores en los diferentes países.

Otra voz que es pesimista con este proceso de consolidación es la agencia de calificación Moody´s. En un informe, en el que cambió la perspectiva del sector de las telecos a 'negativa' ante el empeoramiento del mercado y el estancamiento de los ingresos, advierte de que la reciente reelección de la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, por un nuevo periodo de cinco años "sugiere que las reglas de fusiones y adquisiciones permanecerán sin cambio alguno".

Con todo, tanto Másmóvil como Orange no confirmaron ante los analistas después de presentar resultados que las condiciones de mercado vayan a cambiar. Incluso, algunas voces señalan a un mayor endurecimiento, por la potenciación del 'low cost'.

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