Aena esquiva la espantada de Ryanair en Canarias con el sector turístico en jaque

  • La aerolínea 'low cost' ha anunciado que abandonará las bases de Tenerife Sur y Las Palmas. Los empresarios se han puesto en guardia.
Aviones de Ryanair en pista. / EFE
Aviones de Ryanair en pista. / EFE

Espantada de Ryanair en Canarias. La compañía 'low cost' que capitanea Michael O 'Leary anunciaba hace unas semanas la posibilidad de cerrar las bases menos rentables y entre ellas salía a relucir el nombre de tres aeropuertos españoles: Tenerife Sur, Las Palmas de Gran Canaria y Gerona. Pero este anuncio era solo el principio. El pasado jueves los sindicatos confirmaban que la compañía había comunicado a sus empleados de las bases canarias su cierre para el próximo 8 de enero y las dudas se instalaban sobre las islas. Los empresarios del sector turístico, que ya se habían movilizado previamente, se han puesto en guardia ante un problema que puede minar la principal fuente de ingresos de esta región. En cambio, a otro de los grandes agentes implicados, Aena -principal beneficiado de la presencia de estas bases ya que Ryanair es su primer generador de pasajeros- parece no influirle. 

La empresa pública que gestiona estos aeropuertos no se manifiesta al respecto de este conflicto y deja todo en manos de la aerolínea irlandesa. Al preguntar por la posición de la firma de Maurici Lucena sobre este conflicto o su relación con la aerolínea tras el anuncio, la gestora de aeropuertos no ha hecho más que esquivar cualquier manifestación dando la callada por respuesta. Además, desde la propia aerolínea señalan que no ha habido contacto alguno con Aena. 

Los que sí están realmente preocupados son los empresarios turísticos de Gran Canaria y Tenerife. Hay que tener en cuenta que en 2018 llegaron a ambas islas más de 3,7 millones de viajeros en aviones de la compañía 'low cost' irlandesa, según datos oficiales de Aena, -2,32 millones al aeropuerto de Tenerife Sur y 1,4 millones al de Gran Canaria-. Por ello, es algo que les "preocupa enormemente", señala Tom Smulders, vicepresidente en funciones de la Federación de Empresarios, Hostelería y Turismo de Las Palmas (FEHT).

"Es un problema muy importante para la conectividad de las islas al tratarse de un destino periférico", señala el representante de los empresarios. "En otras regiones siempre hay opción de ir en otro medio de transporte si uno falla, pero aquí no", continúa. En este sentido, otro empresario hotelero con presencia de su compañía tanto en Gran Canaria como en Tenerife confirma a La Información que temen una bajada de la llegada de turistas atraídos por otros destinos con los que tengan mejores conexiones de vuelos. 

Smulders pone sobre la mesa un dato más. "El turismo que viaja con esta aerolínea suele ser un viajero más ágil en la gestión propia de vacaciones. Aquí el 65% de los turistas llegan a través de un turoperador pero no estas personas, a las que no les importa viajar en un horario menos favorable". Por ello, no solo estaría en riesgo el negocio hotelero, también el de otras derivadas del sector turístico, como pueden ser las empresas de turismo activo, que se benefician de los millones de viajeros que llegan cada año a las islas. 

"Si solo va a haber vuelos regulares en el futuro, esto va a traer problemas", continúa diciendo el representante de FEHT. Algo que para la compañía irlandesa no parece que vaya a ocurrir. "Ninguna ruta se verá afectada ya que serán atendidas por vuelos desde otras bases a partir de noviembre cuando comience el horario de invierno", señalan fuentes oficiales de Ryanair a este medio. 

Sea como fuere, los empresarios y el Gobierno Autónomo de Canarias ya se han empezado a mover ficha para tratar de revertir la situación o, en todo caso, minimizar las posibles consecuencias. "Si Ryanair impone sus condiciones, nosotros le haremos ver lo interesante del destino", señala Smulders. En este mismo sentido, otro empresario turístico señala que existe un diálogo continuo entre administración pública y sector privado: "El Gobierno autónomo está haciendo un control matemático de la situación y se han pegado un susto" -dice en relación con los 3,7 millones de viajeros que llegaron en 2018 a las islas en aviones de Ryanair-. 

Por ello, para los empresarios lo más importante es la coordinación entre administraciones y sector privado. "Esto tiene que hacerse de forma coordinada", señala el representante de los empresarios del sector en Las Palmas. En este sentido, y tal y como ha podido saber este medio, el Patronato de Turismo de esta provincia ya estaría elaborando un informe sobre el posible impacto de la medida anunciada por Ryanair. 

Tan importante es la aerolínea para el turismo de las islas que la irlandesa es la primera compañía en número de pasajeros de Tenerife Sur -con una cuota de mercado del 21%- y opera 47 rutas en este aeropuerto, según los datos de Aena. En el caso de Gran Canaria, Ryanair se quedó con la plata, solo por detrás de Binter, con un 11% de la cuota de mercado y 38 rutas. Cierto es que en este ejercicio ambas compañías redujeron su número de pasajeros, pero lo hicieron en un 1 y un 2%, respectivamente, frente a los datos del año anterior. 

Reducción de bases por el Boeing MAX

Ryanair apunta a la reducción de bases como las de Girona, Gran Canaria y Tenerife Sur a "la entrega tardía de hasta 30 aviones Boeing MAX este invierno". La compañía irlandesa había realizado un pedido a la empresa estadounidense con el que tenía la intención de modernizar su flota. En cambio, los problemas ocasionados por dos accidentes de aeronaves de este modelo hace unos meses hizo que se paralizaran los vuelos y se retrasasen las entregas de nuevos aviones. 

En este sentido, los empresarios de las islas también se han visto afectados como consecuencia de los problemas generados para algunos de los grandes operadores. Estas compañías tuvieron que dejar en tierra sus aviones y recurrir a aparatos externos, por lo que, según indican, "no tienen el mismo interés en llenarlos". 

Los problemas laborales

El anuncio de cierre de estas bases ha llegado con los conflictos laborales de la compañía aún sobrevolando el territorio nacional. Pilotos y tripulantes de cabina llevan años denunciando unas condiciones de trabajo que consideran "leoninas", con altas en la seguridad social en Irlanda y dificultades para hacer ejercicio de algunos derechos, tal y como denuncian los representantes de los trabajadores. 

Según los sindicatos existentes en las bases canarias, la empresa, que dispone de unos 200 trabajadores en Canarias, ya habría comunicado que durante el próximo mes de enero se llevarán a cabo despidos como consecuencia del cierre de las bases, aunque no precisan qué porcentaje de la plantilla se verá afectado. 

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