La mayor aerolínea europea por pasajeros transportados, Ryanair, ha desvelado este lunes el agujero que la crisis del coronavirus ha generado en las cuentas de su año fiscal que va de marzo a marzo. La compañía ha registrado unas pérdidas netas de 815 millones de euros en ese periodo, por debajo de lo previsto por los analistas, frente a los beneficios de 1.002 millones que obtuvo un año antes. Las restricciones para hacer frente a la pandemia han desplomado sus niveles de tráfico un 81%.
Los ingresos del grupo sufrieron un tijeretazo del 81% hasta los 1.640 millones de euros, desde los 8.490 millones registrados en el mismo periodo del ejercicio fiscal 2020. En el último ejercicio fiscal sus costes operativos cayeron un 66% hasta los 2.480 millones (desde los 7.370 millones previos). La compañía asegura que su balance sigue siendo uno "de los más sólidos del sector", con una calificación crediticia BBB (S&P y Fitch), 3.150 millones de euros de efectivo a 31 de marzo y más del 85% de la flota de Boeing 737 libre de cargas.
Desde marzo de 2020, el grupo ha reducido el consumo de efectivo recortando los costes, cancelando las recompras de acciones y aplazando las inversiones no esenciales. A lo largo del año pasado, obtuvo 1.950 millones de euros en nueva financiación y la tesorería se vio reforzada por los reembolsos de los proveedores durante el año. "Esta fortaleza financiera permite al Grupo aprovechar las numerosas oportunidades de crecimiento que estarán disponibles después de la Covid-19", afirma.
La aerolínea reconoce que el año fiscal 2021 ha sido "el más difícil en los 35 años de historia" que acumula, con un retroceso del tráfico aéreo "casi de la noche a la mañana, de 149 millones a sólo 27,5 millones, ya que muchos Gobiernos europeos (sin previo aviso ni coordinación) impusieron prohibiciones de vuelo y cierres nacionales", lamenta la aerolínea en el comunicado remitido esta mañana.
Las críticas de sus responsables van más allá. Aseguran que, pese a que hubo una recuperación parcial de la actividad durante el verano de 2020, al levantarse algo las restricciones, a los efectos de una segunda ola de Covid 19 en Europa siguieron rápidamente en el otoño los de la tercera ola en primavera. "Esto creó enormes trastornos e incertidumbre tanto para nuestros clientes como para nuestros empleados, ya que sufrieron constantes cambios en las directrices del Gobierno, prohibiciones y restricciones de viaje", aseguran.
Oportunidades para la compañía en un futuro próximo
"Esperamos que la capacidad de transporte aéreo en Europa sea sustancialmente menor en el futuro inmediato. Esto creará oportunidades para que Ryanair amplíe los incentivos de crecimiento en los aeropuertos, ya que el Grupo recibe 210 nuevos aviones Boeing 737 (de menor coste)", aseguran. Si, como se prevé actualmente, la mayor parte de la población europea está vacunada antes de septiembre, confían en que se produzca una fuerte recuperación de los viajes aéreos, el empleo y el turismo en el segundo semestre del presente año fiscal. Según la compañía, "El reciente y fuerte aumento de las reservas semanales desde principios de abril sugiere que esta recuperación ya ha comenzado".
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