
Banco Sabadell está decidido a cobrar por custodiar el dinero de sus clientes, algo que considera "inevitable" en el actual escenario de política monetaria, pero lo cierto es que la factura que abona al BCE por tener aparcado allí su exceso de liquidez se va a reducir a la mitad a partir del próximo miércoles. Y es que la medida anunciada por el supervisor para aliviar el efecto de los tipos de interés en negativo sobre la banca empieza a ser efectiva el 30 de octubre.
Sabadell tiene 10.300 millones de euros depositados en Fráncfort, ciudad en la que se ubica la sede del organismo monetario europeo. Esta cantidad de dinero le generaba al banco catalán un coste de 41,2 millones de euros anuales, que desde septiembre (tras el recorte en el tipo de facilidad de depósito hasta el -0,5%) se elevó a 51,3 millones. No obstante, esta factura se reduce a algo menos de 20 millones de euros a partir del miércoles. Será en está fecha cuando 6.400 millones de euros en depósitos, de los citados 10.300 millones, estarán exentos de pagar el tipo de depósito, según informó la entidad en la presentación de resultados.
Pese a este ahorro de costes de 32 millones de euros anuales, el banco quiere expandir entre los clientes el cobro por sus depósitos. En la actualidad, el banco ya traspasa este coste a un total de 2.500 millones de euros de depósitos mayoristas, lo que le genera unos ingresos de 12,5 millones al año. El objetivo es ampliar esta cifra y Sabadell ya ha acotado el importe de depósitos por los que podría empezar a cobrar en las próximas fechas.
Ingresos potenciales de 95 millones al año
En concreto, se trata de los 39.000 millones de euros que atesora en balance correspondientes con depósitos de empresas. Si se cobrase un 0,5% por todos ellos, la entidad se embolsaría 195 millones de euros, pero, según informó el viernes su consejero delegado, Jaime Guardiola, solo se aplicarán recargos sobre los depósitos que no son operativos, es decir, los que no se utilizan para el pago a proveedores, nóminas, etc.
La gran pregunta que por ahora permanece sin respuesta, no obstante, es cuándo empezará la banca a cobrar por los depósitos de particulares, algo que parece "inevitable" que acabe sucediendo, pues, como dijo Guardiola, todo apunta a que los tipos de interés van a permanecer, al menos en los niveles actuales, durante mucho tiempo. En este sentido, los importes por encima de los 100.000 euros, que ya se cobran en otros países, ya están en el radar de los bancos españoles.
El principal problema que están encontrando las entidades es que el primer banco que se decida a dar el paso y empezar a cobrar a los clientes minoristas por sus depósitos se arriesga a perderlos. Por el contrario, si las entidades se ponen de acuerdo para fijar una fecha levantarían las sospechas de competencia, ya que la legislación impide al sector pactar el precio de sus productos.
Hasta la fecha, todas las entidades esconden sus cartas, pues el secreto del juego competitivo es "no decir lo que vas a hacer", como recordó el CEO de Sabadell. No obstante, parece claro que serán los clientes de banca privada, aquellos que atesoran grandes patrimonios, los que empezarán a pagar al banco por guardar su dinero. Si los tipos bajos persisten cuando llegue este momento y los márgenes siguen presionados a la baja, será entonces el turno de traspasar el tipo de facilidad de depósito a los pequeños ahorradores.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios