Banco Sabadell y CaixaBank trabajan para dar respuesta a sus clientes corporativos con vínculos comerciales entre Argelia y España. Las oficinas de representación de ambas entidades han activado un plan de contingencia con la intención de analizar la situación para ofrecer el mejor asesoramiento posible en un momento de máxima tensión y dudas. Las empresas con operaciones en marcha no deberían afrontar grandes obstáculos, si bien aconsejan aplazar las actividades comerciales a aquellas que todavía no contaban con los requisitos documentarios, según han trasladado fuentes financieras a La Información.
En principio, las empresas que ya tenían sus mercancías embarcadas y disponen de su carta de crédito cuentan con una máxima garantía de cobro de las mismas, puesto que cumplirían con todos los requisitos documentarios de la operación. Los problemas para las empresas llegan a partir de ahora, en las actividades con fecha posterior a la decisión del Gobierno argelino. Para estos casos, se estudiará la operativa de manera individual, así como sus afectaciones y posibles soluciones, ayudando en la medida de lo posible a todos los clientes.
Ante esta coyuntura, la recomendación es que aplacen sus actividades comerciales hasta lograr una mayor visibilidad respecto a las medidas y el alcance de las mismas. Al ser una decisión política, no se descarta que la tensión se reduzca y las relaciones se restablezcan en un futuro. Por el momento, la Comisión Europea ha llamado al diálogo, mientras el Gobierno de Pedro Sánchez trabaja "para dar una respuesta adecuada, serena, constructiva y firme en defensa de los intereses de España y de las empresas españolas".
Tanto CaixaBank como Banco Sabadell están presentes en Argelia a través de una oficina de representación. La entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri aterrizó en el país magrebí en 2017, mientras que la que dirige César González-Bueno llegó en 2004. Este tipo de establecimientos ofrecen un servicio muy diferente al de una sucursal bancaria al uso. Sus principales objetivos son dar soporte a empresas interesadas en una inversión o en operaciones de comercio exterior, abriéndoles el camino hacia la banca local, con seguimiento y acompañamiento para quienes quieran desarrollar su negocio en el extranjero.
El cambio de postura de Sánchez sobre el Sáhara Occidental ha trastocado las relaciones con Argel hasta el punto de que el país del Magreb ha decidido congelar las domiciliaciones bancarias relacionadas con las operaciones de comercio exterior de productos y servicios desde y hacia nuestro país. La cuestión es que desde hace más de una década es obligatorio que en Argelia todas las importaciones y exportaciones se paguen a través de crédito documentario, conocido como carta de crédito, que además deben estar domiciliadas en un banco local.
En este sentido, es preciso señalar que el dominio del sector financiero argelino lo tienen las seis entidades financieras de propiedad estatal: Banque Extérieur d’Algérie, Banque Nationale d’Algérie, Banque de l’Agriculture et du Développement Rurale, Crédit Populaire Algérie, Caisse Nationale d’Epargne et de Prévoyance y Banque de Développement Locale. Este grupo acapara la mayoría de la cuota de mercado, con más del 90% de los préstamos y depósitos. Tras el golpe asestado con la ruptura del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación, que fue suscrito en 2002 entre España y Argelia, resulta imposible cumplir con este requisito indispensable para poder realizar este tipo de operaciones.
Según expertos en comercio internacional consultados por este periódico, el primer impacto será la suspensión de los servicios marítimos de las navieras argelinas. Los últimos datos disponibles de la Agencia Tributaria recabados por ICEX apuntan a que las exportaciones españolas a Argelia suponen unos 155 millones de euros al mes (1.242 millones de euros entre enero y agosto de 2021) y las importaciones unos 319,5 millones de euros mensuales (2.556 millones de euros en el mismo periodo). La entidad pública de internacionalización de empresas españolas reconoce que Argelia es un mercado prioritario. En 2020 se situaba como el cliente número 21 a nivel mundial y el segundo africano más importante tras Marruecos. En todo caso, sus importaciones suponen el 0,9% del total de las compras mundiales de España, ocupando el puesto 25 en el ranking global.
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