Sacyr obtuvo un beneficio neto atribuido de 60 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que supone un incremento del 28% en relación al mismo periodo de 2020, cuando ganó 47 millones de euros. El tirón de las infraestructuras explica en buena medida esta evolución, tal y como ha explicado este mismo jueves el grupo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
A 30 de septiembre, la cifra de negocios de la compañía presidida por Manuel Manrique ascendió a 3.310 millones de euros, un 3% más que en los nueve primeros meses del ejercicio pasado. Los ingresos de Sacyr Concesiones totalizaron 868 millones de euros, un 2% más, apoyado por los ingresos concesionales de infraestructuras (+23%) que reflejan el crecimiento operativo de la mayoría de los activos.
El área de Ingeniería e Infraestructuras creció un 3%, hasta los 1.960,7 millones de euros, gracias al ritmo de facturación de los proyectos ubicados en los mercados estratégicos donde opera el grupo, mientras que los ingresos de la actividad de Sacyr Servicios crecieron un 2% y se situaron en 761,6 millones de euros.
El resultado neto operativo (Ebit) de Sacyr avanzó un 33% entre enero y septiembre, hasta los 512 millones de euros, en tanto que el resultado bruto de explotación (Ebitda) se incrementó un 19%, hasta los 630 millones de euros, frente a los 527 millones de euros obtenidos en el mismo periodo del año anterior.
El Ebitda procedente de activos concesionales, que se distribuyen en las tres áreas de negocio con las que cuenta actualmente el grupo (concesiones de infraestructuras, plantas de tratamiento de agua y plantas de tratamiento de residuos), alcanzó un total de 516 millones de euros hasta el pasado mes de septiembre, lo que representa un 82% sobre el total.
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