Pujará por infraestructuras con bajo riesgo

Sacyr fía a sus concesiones el reparto de 1.000 millones de dividendos en 4 años

El Plan Estratégico de la constructora española hasta 2025 prevé elevar el ebitda concesional por encima del 85%, frente al cerca de 78% que representó este negocio en 2020.

Manuel Manrique, presidente de Sacyr
Manuel Manrique, presidente de Sacyr
EFE

El negocio de las concesiones será la 'gallina de los huevos' de oro del Plan Estratégico de Sacyr para los próximos cinco años. La constructora española espera sacarle todo el jugo este negocio, entre otras cosas, para repartir más de 200 millones de dividendos anuales, desde el ejercicio en curso hasta 2025.  La compañía que preside Manuel Manrique reforzará su confianza en este negocio, que ya le ha servido de escudo frente a los estragos de la pandemia: en 2020, los activos concesionales del grupo dispararon sus ventas un 23%, aglutinando una cartera de 30.898 millones de euros. En conjunto,  la compañía espera repartir beneficios por un valor conjunto de 1.000 millones en el próximo lustro. La apuesta no es nueva. 

El grupo ya situó este negocio en el centro de su hoja de ruta en 2014, después de que Sacyr Concesiones cerrase 2013 con un aumento de sus ingresos del 8,7%, llegando a una cifra de ventas de 290,6 millones de euros. La compañía ha detallado que, durante 2019, la deuda financiera bruta de esta división -a la que desde el citado ejercicio se le añade también la deuda del negocio de Agua- se elevó a 3.031 millones de euros, contractualmente, un 86% de esta cantidad es exigible del año en curso en adelante. Además, un 64% de esta deuda la aportan los proyectos radicados en menos de una decena de países: Chile, Colombia, Perú, Paraguay, México, Colombia y Omán. 

El grupo ha engrosado la cartera de Sacyr Concesiones en el último año, principalmente, con nuevos contratos transnacionales. La compañía se hizo con la adjudicación de la gestión de los sistemas de producción y distribución de energía, agua y vapor del Campus de la Universidad de Idaho (EEUU) para los próximos 50 años, por un monto total de 1.215 millones de euros. En Latam, Sacyr adquirió media decena de empresas chilenas de gestión integral del ciclo del agua, que dan servicio a cerca de 150.000 personas en detalle: Aguas Chacabuco (Colina); Aguas Lampa y Aguas Santiago (Lo Barrechea, Valle Escondido, Los Álamos y Pan de Azúcar), con una cartera total de ingresos futuros de 466 millones de euros

Sacyr Concesiones busca reforzar su posición en España y en el resto de sus 'home markets', aunque ya tiene nuevos mercados en la diana como Perú, México, Portugal o Brasil.

En el centro del nuevo Plan Estratégico, el grupo aspira a consolidar su posición en España e Italia, sus dos 'home markets' europeos, lo mismo que en el resto de lugares que ya tienen esta calificación para la compañía de Manrique: Colombia y Chile, en América Latina y los mercados anglosajones -EEUU, Canadá, Australia y Reino Unido-. El largo plazo que caracteriza a las concesiones americanas anticipa la inclinación de la empresa por pujar en los concursos del otro lado del océano Atlántico. Así, en la diana de Sacyr ya  se han 'colado' Perú, México, Portugal, Brasil. Para garantizar la expansión, la sociedad espera concentrar el 90% de la inversión prevista para los próximos cinco años -en torno a 5.000 millones de euros-, en proyectos concesionales. El resto se destinará al área de servicios.

El nuevo mapa estratégico de Sacyr sigue apostando por las concesiones en mercado nacional... en contraste con otros gigantes del sector. En el lado opuesto se encuentra, por ejemplo, Acciona que, a finales del año pasado, vendió a Meridiam y Bestinver un paquete de dos autovías, cuatro hospitales, un canal de agua y una universidad; por 484 millones. La operación, que Acciona espera cerrar antes de junio, implica que la compañía se desprenderá de ocho activos concesionales en España. En la misma línea, el horizonte, cada vez más cercano, de una cascada de reversiones al Estado de las autopistas de peaje; ha llevado a Ferrovial a enfocar esta división de su negocio en mercados como México o EEUU, donde el último año lograron importantes contratos con los que aplacar el final de la explotación de autopistas en territorio nacional.

Con el telón de fondo de la pandemia, y a diferencia de otras constructoras como ACS o Ferrovial que siguen poniendo el foco en el negocio de las autopistas, la estrategia de Sacyr para el próximo lustro se centra en la construcción y el desarrollo de obras poco afectadas por las fluctuaciones de la demanda. Hospitales, gestión de aguas y residuos, renovables... Así, en plena fiebre de las energías limpias, la filial concesional del grupo prevé impulsar este negocio verde y mantener un acelerado ritmo de adjudicaciones, un objetivo ambicioso que pretende lograr entre dos y tres proyectos anuales.

Sacyr no figura entre los nombres de la lista de los caídos de la Covid-19.  Con un beneficio de 36 millones de euros en 2020, la constructora española dejó atrás los números rojos que sufrió en el ejercicio precedente, cuando las pérdidas rozaron los 300 millones. La constructora, con una capitalización de 1.289 millones, prevé incrementar su ebitda a 1.200 millones en los siguientes cinco años y, en el mismo plazo, elevar sus ingresos hasta superar los 5.500 millones. El papel de las concesiones en la estructura empresarial seguirá ganando empaque, llegando a superar el 85% del ebitda del grupo.

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