Es su arma contra el iPhone X. El Galaxy S9 presentado en el Mobile World Congress (MWC) y con él persigue incrementar ventas en un mercado, el de los teléfonos móviles, con cierta saturación. Samsung espera que su gama alta de ‘smartphones’, con el S9 a la cabeza, crezca un 30% en ventas ventas en España respecto al año anterior. “El segmento 'premium' es el que más crece con amplia diferencia”, afirma a Lainformacion.com el vicepresidente de Samsung en España, Celestino García.
Ha sido el producto estrella presentado en un Mobile World Congress descafeinado en lo que a anuncios de nuevos teléfonos móviles se refiere. Con este modelo, en el que busca potenciar la cámara y el audio, Samsung quiere seguir plantando cara a Apple y, sobre todo, potenciar una gama alta de productos que es la que le genera mucho más rédito, gracias a un mayor volumen de ingresos y unos márgenes más altos.
“Es un segmento importante en el mercado español; de hecho, es el que más rápido crece”, apunta Celestino García. Esta punta del iceberg, conformada por los móviles de gama más alta, tienen mejor evolución en España. “Crece un 30% respecto al año pasado mientras que la gama media se situará en la media del comportamiento de toda la industria, que estará en un crecimiento del 2 al 4 por ciento”, asegura.
¿Qué papel tendrá el S9? García insiste en que será un “gran contribuidor” para mejorar las cifras del año anterior. “El crecimiento será realmente notable respecto al S8”, se limita a asegurar, sin querer entrar a cifrarlo, alegando motivos de competencia.
En España ya está en 'preventa' en compañías de telecomunicaciones como Vodafone y Orange y en la propia Samsung. Esta última ofrece precios de 849 y 949 euros por sus dos versiones (9 y 9+).
Cifras de 2017, aún una incógnita tras el duro bache de 2016
La filial española se niega a ofrecer datos del año 2017, el primero tras el llamado ‘Notegate’, la retirada del mercado de su modelo estrella, el Galaxy Note 7, por los problemas con las baterías. García se limite a asegurar que creció “muy fuerte”. “Y el objetivo es repetir ese crecimiento en España”, apunta.
El año 2016 fue uno de los más complicados en los últimos años en Samsung. El llamado ‘Notegate’ golpeó en la línea de flotación de la filial española del gigante. Redujo sus ingresos un 3% hasta los 1.720 millones de euros; recortó un 20% su beneficio neto hasta los 26,8 millones.
A todo ello sumó una disminución de un 11% su plantilla media hasta colocarla en 328 empleados. No fue un recorte laboral nuevo, pues el año 2015 lo cerró con una plantilla media de 370, un 6% inferior al ejercicio anterior.
¿A qué se debió esa caída del negocio? “A la reducción de volumen de los mercados en los que opera la sociedad y, en menor grado, por el impacto negativo de la crisis del dispositivo Note 7”, según aseguraba la compañía en su memoria anual.
Ese bache lo da por superado, a falta de que se conozcan las cifras presentadas por la sociedad en el Registro. Ahora queda por ver si, finalmente, el Galaxy S9 se convierte en el tractor de una gama alta a la que Samsung trata de sacar brillo.
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