Sánchez 'pincha' el Gobierno de coalición con Iglesias y le propone "cooperación"

Sánchez e Iglesias en Moncloa
Sánchez e Iglesias en Moncloa
Europa Press

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias avanzan en un posible pacto para sumar 165 diputados en el Congreso. El secretario general del PSOE ha propuesto a su homólogo de Podemos una fórmula novedosa: un "Gobierno de cooperación". Es un eufemismo que ha utilizado el líder de los socialistas para hacer ver a su "socio prioritario" que no acepta el Ejecutivo de coalición que promueven los dirigentes morados y que únicamente se abre a una colaboración, pero siempre externa. Es decir, acuerdos programáticos sí, pero dar entrada a ministros de Podemos no. Estas son las bases con las que se seguirá negociando a partir de ahora.

"Gobierno de cooperación". Nunca hasta ahora se había hablado de este término. Lo ha acuñado Pedro Sánchez, que sigue negándose a dar entrada en su futuro Consejo de Ministros a dirigentes de Podemos. Es la respuesta de los socialistas al reto de Iglesias de entrar en el Ejecutivo que había sido expuesta por el secretario general de Podemos en las últimas horas. Adriana Lastra, la portavoz del PSOE, ha hablado, por su parte, de un posible "Gobierno de colaboración". Es decir, se podría pactar con Podemos dar entrada en el Consejo de Ministros a independientes de común acuerdo, pero no a dirigentes con carnet morado. 

Fuentes del PSOE explican que la sensación que tienen tras el primera cara a cara entre Sánchez e Iglesias es que el líder de Podemos ya ha comenzado a rebajar sus exigencias y que el hecho de aceptar ese "Gobierno de colaboración" en el que los nombres no sean lo primero es ya un primer paso. Es decir, se empieza a alejar la posibilidad de conformar a nivel nacional un 'Gobierno a la valencia' o similar al que, según apuntan las negociaciones, se dará en Baleares.

No obstante, en Ferraz son conscientes de que "los números no dan" con Podemos. Los 123 diputados del PSOE y los 42 de la coalición morada no son, efectivamente, suficientes para lograr la investidura de Pedro Sánchez. Por eso la fórmula propuesta por el líder de los socialistas es la misma que la empleada tras la moción de censura: Gobierno de Sánchez en solitario y llegar a acuerdos programáticos con Unidas Podemos. Así se actuó, por ejemplo, en el caso de los Presupuestos. 

Donde sí ha habido sintonía entre Sánchez e Iglesias ha sido en avanzar en algunos aspectos que han quedado pendientes durante la pasada legislatura. Una de ellas pasa por acabar con la reforma laboral. Para el PSOE la prioridad, en efecto, es aplicar "políticas progresistas" con Unidas Podemos, algo con lo que sus rivales en la cámara están de acuerdo. También han hablado de los cuatro ejes expuestos por Sánchez la pasada semana en La Moncloa y de aplicar una "agenda progresista".

Sánchez e Iglesias ha avanzado en que a partir de ahora van a comenzar a mantener "reuniones más discretas" para conformar un "Gobierno plural que represente a una mayoría progresista". Desde ambas formaciones se ha resaltado el "buen tono" entre los dos líderes en esta primera toma de contacto.

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