La banca pide un laboratorio europeo para fintech con el español en 'stand by'

  • Un campo de pruebas común ayudaría a establecer reglas supervisoras y normativas homogéneas con mayor celeridad para entidades internacionales.
La mejor propuesta fintech de España será elegida el próximo mes.
La mejor propuesta fintech de España será elegida el próximo mes.

Ensayar y poner a prueba proyectos para, después, regular... pero a escala transnacional. A la banca española le interesa que la Comisión Europea entre en arena y promueva un campo de experimentación común donde las nuevas empresas financieras de sesgo tecnológico (fintech) puedan rodar sus ideas, sin perjuicio de lanzar el ‘laboratorio’ nacional que continúa sin acabar de perfilarse por el atasco normativo del Gobierno.

Esta suerte de campo de pruebas se idea a semejanza del 'sandbox' existente desde hace años en Reino Unido y a inspiración de los ensayos clínicos, para testar productos, servicios y hasta modelos de negocios basados en las últimas tecnologías en un pequeño mercado acotado, con usuarios reales; y bajo la estrecha vigilancia de las autoridades que también aprenden con el test a conocer sus ventajas y vulnerabilidades para después regular.

Sería como una suerte de negocio real con consumidores perfectamente informados, pero en fase beta y donde la supervisión es, de hecho, obligación para asegurar la férrea protección del usuario a la vez que retira ciertos corsés normativos a las firmas involucradas o a determinadas actividades para facilitar su operativa sin restricciones. 

En otros países es una realidad como Australia, Hong Kong, Korea, Holanda, Singapur o Suiza, además de Reino Unido. En España el Ministerio de Economía lleva meses trabajando, junto a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en la elaboración del marco regulatorio que deberá amparar el proyecto. Sobre el tapete se ha barajado, incluso, su incorporación dentro de la reforma de la Ley del Mercado de Valores MiFID II, que estará ultimada en unos meses. La intención es acelerarlo pero la norma sigue inconclusa.

A la industria financiera le interesa que se agilice su puesta en marcha porque la ventana abierta por la Comisión Europea para montar estas fábricas acaba en 2020,y se quiere aprovechar al máximo la oportunidad. Sin embargo, el sector encuentra mejor opción en una solución europea porque buena parte de los bancos españoles son internacionales,indican fuentes de la industria. Interesa que las lecciones extraídas y las normas que se deriven del estudio no distingan por jurisdicciones a fin de evitarse cortapisas en potenciales lanzamientos comerciales.

La banca es partidaria de que la normativa que ayude a delimitar las reglas de juego fije de forma minuciosa su propósito, objetivo, la intención de las autoridades y las medidas de salvaguarda para el consumidor, pero sea flexible en cuanto al tipo de innovaciones a testar, el calendario del ensayo o el potencial censo de jugadores. Fuentes consultadas defienden esta 'apertura' en evitar que nuevas ideas o tecnologías, potencialmente interesantes, se quede fuera por establecer un marco excesivamente rígido. 

Séptimo país del mundo en penetración fintech

La Comisión Europea presentó el pasado 8 de marzo un ‘Plan de Acción Fintech’ definitivo después de dos años de análisis de un grupo de trabajo construído para analizar los retos de la digitalización. En la banca española se lamenta que Bruselas sea poco ambicioso en ciertos aspectos como la indicada ausencia de un ‘sanbox’ común; y desea que se agilice la regulación ante el avance de gigantes tecnológicos como Google o Amazon, que ya comienzan a marcar pasos en eslabones muy claros del negocio financiero como los pagos o financiación. Son incursiones aún comedidas, pero la lección aprendida en China es que hay tecnológicas capaces de acaparar rápidamente gran parte del pastel como está demostrando Alibaba en la intermediación de pagos.

Hoy España destaca, de hecho, como el séptimo país con mayor grado de adopción de fintech gracias al elevado uso de los terminales móviles y la afición a la tecnología entre la población. Su penetración alcanza el 37%, solo por debajo del 69% de China, el 52% de India, el 42% de Reino Unido, un 40% de Brasil o el 38% de Australia. Una base que la industria defiende que ofrece una clara ventaja que se debería aprovechar.

En el sector se anhela, incluso, que España pueda liderar el desarrollo de propuestas bajo la tecnología ‘blockchain’ de la mano de Alastria, el proyecto sectorial más ambicioso desarrollado en el Viejo Continente por número de empresas asociadas y sectores. Se cree que hay base para destacar en el desarrollo de la tecnología de los 'tokens' como Reino Unido lo hace con la innovación o Alemania en inteligencia artificial  si se dispensa el decidido empuje.

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