Santander usará su artillería para probar que el fichaje de Orcel "no fue efectivo"

  • Ana Botín tratará de demostrar en los tribunales que el fichaje del banquero italiano excedía los costes previstos en el anuncio.
Andrea Orcel ha hecho oficial su amenaza de demandar al Banco Santanderdemandará a Ana Botín ante los tribunales
Andrea Orcel ha hecho oficial su amenaza de demandar al Banco Santanderdemandará a Ana Botín ante los tribunales

Ardua batalla legal la que se avecina entre Banco Santander y Andrea Orcel por el frustrado fichaje del directivo italiano como consejero delegado del grupo. La entidad promete actuar con "toda contundencia" para demostrar en los tribunales que el nombramiento del banquero de inversión como número dos de Ana Botín exedió los costes previstos en el momento del anuncio y que su fichaje no se hizo efectivo en en ningún momento.

"Vamos a actuar con toda contundencia para demostrar que las razones que se dieron en su día para dejar sin efecto el nombramiento responden a la realidad, que no se dieron las condiciones necesarias para que el nombramiento y la contratación fueran efectivas", ha comentado el secretario del consejo de administración de la entidad, Jaime Pérez Renovales, después de que Botín le haya dado la palabra durante la junta de este martes para que responda a un accionista que había acusado a la presidenta de mentir respecto a la cancelación del fichaje de Orcel.

Con estas declaraciones, Banco Santander, que deberá dar respuesta esta misma semana a la demanda presentada por Orcel, anticipa que será difícil llegar a un acuerdo entre ambas partes, pues el grupo utilizará toda su artillería legal para acreditar que su decisión de cancelar el nombramiento, "aunque difícil", fue "la mejor para el grupo y para sus accionistas" y que siguió un "riguroso" proceso de gobierno corporativo con implicación de "todos los órganos de la entidad".

En la rueda de prensa celebrada en la tarde de este martes con motivo de los resultados semestrales de Santander, el consejero delegado del banco, José Antonio Álvarez, ha evitado ofrecer más detalles sobre la estrategia que seguirá el banco durante el proceso judicial. Álvarez no ha aclarado si el banco deberá o no aplicar una provisión por el frustrado fichaje, pero ha subrayado que durante una reunión con inversiones celebrada hoy no ha recibido "ni una sola pregunta" al respecto.

El pasado mes de enero, el grupo cántabro anunció que había cancelado el nombramiento de Andrea Orcel como consejero delegado (anunciado en septiembre mediante hecho relevante a la CNMV) por la "imposibilidad" de compensar al directivo por la pérdida de su bonus diferido (pensión) en UBS, que ascendía a unos 50 millones de euros. Este coste, según alegó entonces la entidad, era excesivo para un banco comercial y superaba el importe previsto inicialmente.

"La decisión adoptada es consecuencia de la modificación, tras las negociaciones mantenidas, de las bases sobre las cuales el consejo adoptó la decisión de designar al Sr. Orcel y la imposibilidad de que los costes de compensar a éste por sus remuneraciones pasadas excediesen los tenidos en cuenta al acordar el nombramiento", señaló Santander ante la CNMV el pasado 15 de enero.

Versiones contrapuestas

Por su parte, Andrea Orcel -que exige a la entidad en una demanda el cumplimiento del contrato y, de forma subsidiaria, una indemnización por daños y perjuicios de hasta 102 millones de euros- asegura que, en el momento del anuncio, ya había acordado con la entidad una prima de fichaje de 17 millones, más una compensación por la pérdida de su pensión en la firma helvética de 35 millones en acciones del Santander, así como un sueldo anual de 10 millones de euros.

Fuentes cercanas al banquero aseguran que estos términos están reflejados en un "contrato" firmado por él propio Orcel y Pérez Renovales el 24 de septiembre de 2018, pero fuentes jurídicas cercanas al entorno de la entidad sostienen que se trata de una carta de oferta supeditada a distintos condicionantes, entre ellos que el banquero intentara que UBS le pagara parte de su bonus para que el abono de 35 millones en acciones del Santander pudiera verse reducido.

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