La mayor operación del sector

Santander blinda el 5% de acciones en la fintech Ebury para el bonus del equipo

El banco controla formalmente el 45% de los títulos, aunque mantiene los derechos económicos sobre el 50,4%. La tecnológica elevó las pérdidas a 34 millones en 2020.

Ana Botín
Ana Botín, presidenta de Banco Santander.
Europa Press

Banco Santander se queda formalmente por debajo del 50% de los títulos de la 'fintech' española de pagos e intercambio de divisas Ebury. La razón hay que encontrarla en que la entidad presidida por Ana Botín ha reservado en torno a un 5% de los títulos de la startup para el bonus de la cúpula y parte del equipo. La compañía que ofrece herramientas para facilitar el intercambio de divisas entre las pequeñas empresas, cuya matriz se sitúa en Londres (Reino Unido) pero que cuenta con equipos en Madrid y Málaga, cerró el primer año completo bajo el paraguas de su nuevo dueño con unas pérdidas al alza de más de 34 millones.

Fue en noviembre de 2019 cuando Santander formalizó la adquisición. En ese momento puso sobre la mesa 45 millones de euros para hacerse con el 6,4%. A lo largo de 2020, después de todos los parabienes regulatorios, aportó 364 millones extra para hacerse con los derechos económicos sobre ese 50,4% de los títulos, según queda reflejado en el informe anual que recientemente ha presentado ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Sin embargo, su participación real es ligeramente inferior.

En concreto, se ha quedado sólo en el 45,45% de los títulos (podrá tener derecho a percibir futuros dividendos por ese 50,4%). ¿Y la diferencia? Según explican fuentes conocedoras, se trata de lo correspondiente al plan de incentivos asignado, principalmente, al equipo fundador -conformado por Juan Lobato y Salvador García- y a parte del equipo de la fintech. A la valoración a la que se cerró la transacción, este porcentaje de bonus ascendería a más de 40 millones de euros. Este tipo de planes de 'stock options' se repiten en startups tecnológicas, con el objetivo de captar talento. Grandes compañías como Jobandtalent o Glovo cuentan con incentivos significativos.

El premio a una salida

Este tipo de incentivos premian el cambio de manos de la compañía en una compraventa o una potencial colocación de parte de los títulos en el mercado de capitales. Esta última opción es la más deseada por el equipo gestor para los próximos cinco años. Esa es la hoja de ruta en la que trabajan, aunque Santander siempre podrá guardar el as en la manga de adquirir el resto de los títulos, tal y como queda reflejado en el pacto de socios. El 'listing' en los parqués de Londres, Madrid o Nueva York se mantiene como primera opción. 

Los fondos de capital riesgo dueños de parte de las acciones, entre los que están 83 North y Vitruvian, y los fundadores, por un lado, y la entidad, por otro, se dan tres años para un desbloqueo (conocido en la jerga financiera como 'lock-up'). El grupo presidido por Botín prometió a sus inversores, de todas formas, una rentabilidad sobre el capital invertido en la startup superior al 25% en estos cinco años hasta el ejercicio 2024. Por lo pronto, a cierre de 2020, la participación se ha revalorizado hasta los 445 millones.

Y ese ajuste se produce en un ejercicio donde también el negocio del intercambio de divisas como es el de Ebury se ha visto resentido por la ralentización económica y la menor actividad en sectores como el turismo. En el informe de Santander se precisa que las pérdidas ascendieron a 34 millones de euros, es decir, un 55% más que un año antes. No hace mención a su estrategia de crecimiento en Latinoamérica y Asia. Sólo se limitan a asegurar que se ha completado esta compra y la de Mercury, "que ayudan a fortalecer nuestra oferta comercial". En este sentido, la coloca como uno de los cuatro activos clave para reforzar toda la actividad internacional para las pequeñas y medianas empresas (pymes).

Las posiciones en el consejo

El banco ya tomó posiciones en el consejo de administración. El presidente no ejecutivo es Sergio Rial, consejero delegado de Santander en Brasil. Para los otros dos puestos que le corresponden han aterrizado grandes nombres de la entidad: Rami Boukhair, consejero delegado en España, y Dirk Marzluf, responsable de operaciones y tecnología de todo el grupo. A estos se suman los dos cofundadores, junto con un representante cada uno para los fondos 83 North y Vitruvian Partners que, al igual que los primeros, vendieron parte de sus acciones con la transacción. A estas dos gestoras europeas se suman otros accionistas que se mantienen como Vintage Investment Partners, socios de gigantes fintech como Klarna.

Esta inversión es ejecutada por parte de la entidad financiar a través de la filial Santander Digital Businesses, con sede en España. En paralelo mantiene la apuesta por la inversión en startups con participaciones minoritarias a través de su fondo de capital riesgo Mouro Capital, recientemente reorganizado. Tras el verano pasado, sumó 200 millones de euros más al fondo y lo 'rebautizó' bajo esa marca. Hasta ahora, todas las entradas en el capital de startups fintech se han concentrado en una filial con sede en Reino Unido que en el último año se ha revalorizado hasta casi los 150 millones de euros. Hoy tiene 'vivas' un total de 33 inversiones, tras las salidas de la plataforma de pagos iZettle y el gestor de efectivo Kabbage.

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