Los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) de Banco Santander y CaixaBank han provocado que entre julio y septiembre de 2019 se haya registrado el trimestre con más cierres de oficinas bancarias desde el ejercicio 2016, con un total de 553 clausuras, de acuerdo a los registros públicos del Banco de España. La institución que gobierna Pablo Hernández de Cos no precisa a qué entidad corresponde cada uno de los cierres, si bien la gran mayoría de los mismos se corresponde con los procesos de reducción de costes que estos dos grupos han ejecutado durante el ejercicio 2019.
De hecho, fue en septiembre cuando la entidad que preside Ana Botín arrancó el ajuste de su red comercial con el cierre en ese mes de un total de 266 oficinas, de las más de mil que se han visto afectadas. Por su parte, el grupo que dirige Gonzalo Gortázar también anunció el cierre de algo menos de unas 580 sucursales en la segunda mitad del vigente ejercicio. En total, los dos ERE suponen la salida de unas 5.000 personas y el cierre de unas 2.000 oficinas bancarias, equivalentes al 8% del tamaño que tenía la red española a comienzos de año.
Los 553 cierres correspondientes al periodo comprendido entre julio y septiembre de 2019 suponen el trimestre con más cierre de oficinas desde 2016, cuando se clausuraron 682 sucursales en un periodo que coincidió con la integración de Catalunya Caixa (CX) en BBVA. En lo que va de año, han tenido lugar 1.156 cierres y, en los últimos doce meses, la red bancaria española se ha reducido en un total de 1.619 establecimientos.
El tamaño de la red se reduce a niveles de 1980
Tras un proceso de ajuste 'permanente' en el sector durante la última década, el tamaño de la red ha alcanzado ya el que tenía en 1980, cuando superó por primera vez el umbral de las 25.000 sucursales. Es más, de acuerdo a los datos que hace públicos el Banco de España, el número total de oficinas bancarias se ha reducido casi un 50% a raíz de la crisis, pasando de las 45.700 que tenía en 2008, a las 24.855 existentes al cierre del pasado mes de septiembre.
En cualquier caso, el número de cierres en el último trimestre del vigente ejercicio será todavía mayor, pues ha sido en este periodo cuando Banco Santander ha concentrado la mayor parte de su ajuste. De hecho, entre los meses de octubre y noviembre el grupo cántabro ha cerrado cerca de 750 sucursales, un volumen más grande al número de oficinas que tienen entidades medianas como Abanca o Liberbank, cuya red no alcanza los 700 establecimientos. Y a los cierres de Santander habrá que sumar los del resto de entidades.
De cara al año que viene, el BBVA cerrará entre 150 y 200 oficinas, según anunció en la última presentación de resultados el consejero delegado de la entidad, Onur Genç, mientras que está previsto que Banco Sabadell se desprenda de otras 200. Estos ajustes se enmarcan en un proceso de transformación en el que las entidades buscan aprovechar la digitalización para seguir reduciendo sus costes y poder impulsar así su deprimida rentabilidad en el actual contexto de bajos tipos de interés.
En el tercer trimestre del ejercicio las clausuras se han concentrado en en Cataluña y Castilla y León, comunidades que ahora cuentan con 79 oficinas menos cada una. En Andalucía, por su parte, se han cerrado 72 establecimientos bancarios y en la Comunidad de Madrid un total de 53. En la actualidad, Andalucía (4.155), Cataluña (3.375) y Madrid son las regiones más bancarizadas y las únicas que superan el umbral de las 3.000 oficinas.
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