Único banco sistémico español

Santander colocó la mitad de emisiones previstas antes de la crisis de Credit Suisse

La entidad que preside Ana Botín encara las turbulencias del mercado con la mitad de los objetivos cubiertos, ya que aprovechó la sobredemanda de principios de año para emitir deuda a precios atractivos en distintos formatos.

La presidenta de Banco Santander, Ana Botín.
Santander colocó la mitad de emisiones previstas antes de la crisis de Credit Suisse.
Europa Press

La crisis de confianza en el sector financiero desencadenada por Credit Suisse ha distorsionado el mercado de deuda emitida por los bancos europeos, que deberán ofrecer precios más altos para colocar sus emisiones. En este entorno, Banco Santander, que es la única entidad considerada como sistémica en España, lo encara con los deberes hechos, ya que en los dos primeros meses del año logró colocar 13.350 millones de euros, el 50,75% del total previsto (que se mueve en una horquilla entre los 26.300 y 34.500 millones de euros).

Y es que los CoCos, los bonos convertibles, han atraído el foco del mercado después de que la solución suiza haya convertido a sus tenedores de este tipo de deuda en grandes perdedores del rescate, en favor de los accionistas. Esto ha provocado un tensionamiento en el mercado de renta fija, provocando una caída de los precios, pero también elevando los costes de emisión del resto de deuda para las entidades financieras. Desde el mercado señalan que ahora costará más colocar las emisiones, por lo que valoran positivamente las realizadas a principios de año, con unas mejores condiciones.

En ese sentido, Banco Santander llevó a cabo varias, de las cuales, las realizadas por Banco Santander S.A. se produjeron entre enero y febrero por  un total de 9.800 millones de euros, lo que supone un 63% del total estimado para este ejercicio para esta división, que se situaría en los 15.500 millones de euros (y un máximo de 18.500 millones de euros), mientras que Reino Unido habría cumplido el objetivo del 36,25%, al emitir casi 3.000 millones de los 8.000 millones mínimos estimados. Únicamente, del plan recogido por la entidad, quedaría por estrenarse Santander Holding USA por estrenarse.

Fuentes de la entidad ponen de manifiesto que estas emisiones se han realizado principalmente en los dos primeros meses del año, aprovechando las ventanas que se abrían. La entidad que preside Ana Botín detectó el apetito que existía por este tipo de emisiones para llevarlas a cabo, y la sobredemanda que tuvieron permitió hacerlas a buen precio. Por ejemplo, colocó 5.000 millones de euros en deuda senior preferente, mientras que las peticiones se situaron en los 7.500 millones de euros, lo que supone 1,5 veces la cantidad adjudicada. También realizó una emisión de cédulas hipotecarias por un total de 3.500 millones de euros, mientras que en febrero registró una emisión de 500 millones en cédulas de internacionalización. 

Su filial Santander UK emitió además 500 millones de libras en bonos senior no garantizados. El hecho de emitir en otra moneda permitió al banco diversificar sus emisiones. Asimismo, Santander Consumer Finance hizo lo propio por 750 millones de euros en deuda subordinada (con un objetivo marcado de entre 2.000 y 4.000 millones). Aunque esta última división tuvo que suspender en marzo una colocación ante las turbulencias desatadas en el mercado. 

Las emisiones superan los vencimientos

Estas emisiones no solo tienen el objetivo de cubrir los vencimientos, que como recuerdan desde la entidad, cuentan con un perfil equilibrado. Según la memoria de renta fija de Banco Santander, los vencimientos de 2023 acenderían a 18.400 millones de euros, de los cuales, los gruesos más importantes corresponderían tanto a deuda senior (con 7.300 millones de euros) y a senior no preferente (con 7.000 millones de euros).

Estas mismas fuentes declaran que desde el banco se hace una gestión activa que les permite emitir más de lo que se vence, llevando a cabo un ejercicio de anticipación que permite alocar en un tipo de deuda que puede ser más rentable. En cuanto a los objetivos de estas emisiones, pueden ser doble. Por un lado, para financiarse, pero también para mantener sólidos niveles de liquidez y capital, que en el caso de Banco Santander están por encima de las exigencias del regulador. 

Precisamente, el banco explica en el documento que con las emisiones buscan reforzar los niveles de TLAC, que es la capacidad de absorción de pérdidas, y del MREL, que correspondería el colchón de capital que debería tener el banco. El primero es del 18%, mientras que para el segundo debería tener un total del 28,95% en 2022 (frente al 24,81% del primero, y del 38.01% del segundo). Éste último se financiaría a través de un tipo de emisiones, que son  deuda subordinada, deuda sénior (preferente o no preferente) y depósitos no preferentes ni garantizados con vencimiento a más de un año.

De esta manera, únicamente quedaría por emitir deuda híbrida por parte de Banco Santander, pero se trataría de un importe apenas testimonial, ya que según el plan ascendería a un máximo de 1.500 millones de euros. 

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