Banco Santander ha dado un paso de gigante en su estrategia financiera y ha provisionado 1.600 millones de euros para hacer frente a las consecuencias económicas que pueda acarrear la crisis sanitaria del Covid-19. Esta cifra supone un 80% de los beneficios ordinarios, que se situaron hasta marzo en 1.977 millones, un 1% más que en el mismo periodo de 2019, por lo que "apenas se han visto afectados por la pandemia". Los beneficios atribuidos son, por tanto, 331 millones de euros para el periodo hasta marzo.
La entidad financiera ha querido así adelantar el impacto que espera se produzca por el "deterioro en las condiciones macroeconómicas derivadas de la crisis sanitaria que ha causado la pandemia del Covid-19". De este modo, el mayor banco de España ha seguido los movimientos realizados por los grandes financieros estadounidenses, tal y como adelantó La Información. Más allá de esto, la firma que preside Ana Botín también ha incluido un cargo de 46 millones de euros de costes de reestructuración en Europa.
Sea como fuere, Santander deja la puerta abierta a realizar nuevos ajustes y señala que debido a las dificultades para calcular ahora el impacto de la pandemia, continuará revisando tanto el desarrollo de la crisis como los objetivos estratégicos a medio plazo, una vez se concrete el impacto económico. "Los resultados ordinarios del primer trimestre han sido buenos, con un impacto limitado del Covid-19. Sin embargo, la pandemia está causando una crisis sanitaria global e importantes problemas económicos y sociales", señala Ana Botín.
"Ahora mismo es imposible predecir el impacto final y más permanente que tendrá la crisis, pero nos encontramos en una posición sólida", señala la presidenta de Santander basándose en la ratio de capital CET1. Este indicador, se ha situado en el 11,58% en el trimestre, gracias a que el capital generado con motivo de la cancelación del dividendo complementario de 2019 -un aporte de 29 puntos básicos- compensó en gran medida impactos no recurrentes que ya estaban previstos, como operaciones corporativas (-19 puntos básicos) o impactos regulatorios y de modelos (-15 puntos básicos).
"Confiamos en los fundamentos de nuestro modelo de negocio, y los pilares de nuestra estrategia no han cambiado. Estamos preparados para superar la recesión prevista gracias a la diversificación de nuestra cartera, que además tiene altos niveles de cobertura con colaterales, y a la solidez de nuestro balance", reiteraba Botín.
Volviendo a los números, los ingresos de clientes han experimentado "una sólida evolución en euros constantes", con un crecimiento del 3%. El margen de intereses creció en siete de los diez mercados principales y las comisiones netas aumentaron un 3%. Los préstamos y los depósitos se incrementaron un 7% y un 6%, respectivamente, en euros constantes. En América, los créditos y los recursos aumentan a un ritmo de dos dígitos (aproximadamente el 15%), mientras que en Europa este crecimiento es más lento.
La calidad crediticia siguió mejorando en el trimestre, con una tasa de mora que se redujo en 37 puntos básicos en los últimos 12 meses, hasta el 3,25%. El coste del crédito, es decir, lo que el banco provisiona cuando concede un préstamo, se mantuvo estable en el 1%.
La ratio de eficiencia de Santander se mantiene entre las más bajas de sus competidores, con un 47,2% (44 puntos básicos mejor que el año anterior), y los costes disminuyen un 3% sin inflación gracias a las eficiencias logradas principalmente en Europa: España (-8%), Reino Unido (-6%), y Portugal y Polonia (-4% cada uno). En el primer trimestre, el banco ha conseguido más de 100 millones de euros en eficiencias en Europa, además de haber mejorado las sinergias operando como una única región en Norteamérica y la gestión conjunta de ingresos y costes en Sudamérica.
9.600 millones en créditos ICO
La línea de avales ICO para que los bancos inyecten liquidez en el mercado ha impulsado la actividad crediticia de Banco Santander. Por medio del programa Covid-19 del Instituto de Crédito Oficial, al final del trimestre y durante el mes de abril, la entidad ha cuenta con más de 60.000 operaciones ya aprobadas o en trámite por valor de unos 9.600 millones de euros.
En España, el beneficio ordinario se situó en 352 millones de euros, un 1% menos. La reducción de costes se ha traducido en una fuerte mejora de la ratio de eficiencia, que mejoró más de dos puntos porcentuales hasta el 53%. Las capacidades digitales de la entidad le permitieron seguir atendiendo a los clientes con un crecimiento récord del número de clientes digitales en el trimestre (+139.000), hasta los 4,86 millones, lo que supone un aumento del 3%.
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